Comprometidos
Comprometidos
Por: Kass
Capítulo 00

Tenía dieciséis años cuando me pararon frente a él,un hombre arrogante que no hacia más que mirar por encima del hombro a los demás,un hombre que manejaba cada cosa con dinero,que de seguro no sabía hacer nada por si mismo y que tenía un ejército de sombras a sus espaldas. Ese tipo de hombre, es con quien me comprometieron.

***

Era un día normal para mi,un día como cualquier otro, salir del Colegio e ir directo a casa para ayudar a mi familia en lo que fuera necesario.

O eso creí hasta llegar a casa.

Al abrir la puerta lo primero que recibí fue un plato de plasticó en mi rostro,entre preocupado y me encontré con mi madre buscando algo con desespero por toda la sala. Ella siempre a sido un tanto extraña pero nunca había llegado a tal extremo de poner patas arriba nuestra casa,la "mamá loca del órden" Estaba tirando la casa por la ventana buscando sabe Dios que cosa.

Me acerqué con cuidado a ella y me senté de rodillas a su lado,no se percataba de mi presencia y eso ya era más que preocupante. Fueron dos minutos completos el estar sentado a su lado y que no notara mi existencia.

Depronto saltó feliz sacando su mano de debajo del sofá,pude ver algo como un anillo en sus dedos,mi madre besaba con cuidado la joya aún sin percatarse de mí.

—Mamá—la mujer dió un salto de más o menos dos metros y volteó a verme asustada sujetando con ambas manos en su pecho la sortija.

—¡Mathéo! ¡Que susto Dios mío!—la miré serio y me puse de pie quedando frente a ella.

—¿Que tienes ahí?—como todo niño curioso me acerqué a ella tratando de que mostrará la sortija.

—Cariño,será mejor que tomes asiento—me senté en una de las sillas de la mesa del comedor y la miré esperando a que comenzará a hablar.

—¿Por donde empiezo? —se sentó frente a mí y dejó ir un suspiro—cuando tu abuelo tenía más o menos treinta años salvó a un hombre de la muerte ...

>>Era una noche cálida en la ciudad de París,Un hombre joven iba camino a encontrarse con la mujer de sus sueños con gran alegría,pero esa alegría es interrumpida por unos gritos de pelea a unos metros de donde él se encontraba,sabía que no debía de ir hacia allí pero necesitaba ayudar,él podía y debía.

Sin pensarlo demasiado corrió a auxiliar a la persona que tenían acorralada en el pequeño y oscuro callejón,terminó con su ropa sucia y en la cara algunos magullones pero nada que no pudiera ser arreglado,sacudió su ropa escuchando los quejidos de los tipos a su alrededor.

—Gracias—un hombre un par de años mayor y al igual que él golpeado y sucio de polvo se acercó a él.

—No tiene que agradecer usted hubiese hecho lo mismo en mi lugar—el hombre que acababa de salvar sacó del bolsillo de su chaqueta un teléfono celular y marco con rapidez.

Después de un par de palabras colgó,su mirada se clavo en el hombre más joven y sonrió. Quedaron en volver a verse y así fué,se encontraban cada que podían tanto solos como con sus respectivas esposas,con el tiempo se fueron convertido en grandes amigos. El mayor era un empresario con miles de dólares en el banco y el abuelo trabajaba con dolor en una empresa de diario donde no le pagaban lo suficiente. Pero su amistad dejaba de lado las diferencias en el bolsillo y se concentraban en pasarla bien.

Disfrutar de su amistad.

Unos cuantos años después ya ambos más mayores y con sus hijos ya grandes y casados,al mayor se le ocurrió algo que haría que sus familias estuvieran Unidas para siempre.

—Uniremos a las familias casando a mi nieto con tu nieta—ambos estuvieron de acuerdo y fueron juntos a comprar un par de anillos de matrimonio.

Los anillos eran hermosos,bañados en oro blanco con el apellido de ambas familias grabados dentro de estos,unas joyas preciosas.

Con lo que los ancianos no contaban era con que sus nietos ya estaban enamorados de alguien y que no se casarían aunque les bajaran el cielo. Tenían un problema pero rápido supieron solucionarlo.

—De acuerdo,nuestros segundos nietos se casaran—el mayor asintió escribiendo en un papel.

—Sean lo que sean se casarán—tomó el lapicero tu abuelo y escribió.

—Cuando mi nieto cumpla veintiún años este acuerdo debe cumplirse y con amor debe cerrarse—firmaron el papel para después ponerlo en un sobre y sellar con el selló de la familia Brunet.

El sobre fue guardado con cuidado en una caja fuerte en la mansión Brunet,y los anillos fueron uno para cada familia,tiempo después tu abuelo falleció y todo cayó en gran tristeza. <<

—Debemos cumplir con los deseos de tu difunto abuelo,además vivirás una vida mejor y no tendrás de que preocuparte—Miré a mí madre perdido,aún procesando toda la nueva información agregada a mí cerebro que no terminaba de llegar.

—Yo-Yo no puedo mamá—me paré nervioso.

—Tranquilo cariño—La mujer se acercó a mí y tomó mis manos—Ethan es un chico encantador,lo conocí de niño y era una dulzura,de seguro no ha cambiado en absoluto—me alejé de mí progenitora para verla confundido.

—¿Ethan?—mamá asintió.

—Tu prometido—...

***

—No lo haré—fue lo primero que dije al ver el anillo de oro blanco en manos de mi padre.

—Ethan,en dos días cumples veintiún años y sabes desde pequeño a quién estas atado—no quería creer lo que escuchaba,aprieto los puños enojado.

—Eres el segundo nieto de la familia Brunet y por lo tanto debes cumplir con la promesa del abuelo—el hombre me hablaba con paciencia, una que pronto desaparecería,lo sabía bien.

—¡Pero es un hombre!—No esperaba que mi padre se levantara de la mesa y me mirara de esa forma.

—Es un hombre ¿Y qué?—mi madre, que hasta ese entonces no había hablado,se paró a su lado—El amor es amor Ethan—volvieron a su lugar.

—¡Pero yo no lo amo,ni siquiera lo conozco!—no soportaba que controlaran mi vida—¡Tengo novia y la amo a ella!—Papá suspira.

—Termina con ella—Me niego más que enfurecido—y prepárate porque Mathéo estará en esta casa dentro de tres días—sonrío de lado.

—Le haré la vida imposible,eso te lo aseguro—Tomo el anillo de encima de la mesa y me doy media vuelta saliendo de la sala,dejando a mi padre echó una furia.

Estaba harto de que se hicieran dueños de mi vida,no me casaría con ese chico,no lo haría ni aunque fuera el último ser humano sobre el planeta tierra.Salí de la casa dando un portazo,escuchando el grito de Betty, el ama de llaves, que gritaba asustada de que no salí abrigado.Prendo el motor de mí preciado Audi y arranco camino a la casa de mi mejor amigo,mi casi hermano,Ostin.

—No puedo creer esto—camino de un lado a otro en su enorme habitación.—Comprometido con un desconocido de bajos recursos y sabe Dios si no es un fenómeno—Ostin me miró frunciendo el ceño.

Bajé la cabeza pidiendo perdón por mi falta de respeto,mi enojo estaba cegando a mi razón y humanidad,pero es que era imposible mantenerme calmado y no pensar en que una vez más mi vida se verá arruinada gracias a mis progenitores.

—Estás haciendo todo un drama de esto,solo complace a tus padres y ya—Ostin bebió de su jugó de naranja despreocupado.—No tienes que vivir una vida con él como si se amaran,solo firmen el Santo papel y vivan sus vidas—bebió el último sorbo y se paró de su cómodo sillón.—Ahora iré al baño,el jugo comenzó su efecto—corrió hacia fuera de su habitación, me tiré sobre su cama mirando al techo.

—Ojalá fuera así de simple—miré el anillo en mi dedo y dejé ir un suspiro.

***

Mis ojos llenos de preocupación miraban a mi amigo,más que preocupados yo diría asustados.

—¿Y si resulta ser un desquiciado? ¿Qué voy a hacer si trata de aprovecharse de mí?—La cara seria de Dean,mi mejor amigo,me recibió.—¡Por favor solo dime que debo hacer!—desesperado lo tomé por los hombros sacudiendolo.

—Cálmate Mathéo,ya estás con tu tic en el ojo izquierdo—me senté en su cama con el tic en mi ojo, mirando la blanca pared.

Lo sentí sentarse a mi lado,apartó un Rubió mechón rebelde de mi rostro y sonrió. Sabía que esto no sería nada fácil,pero necesitábamos de ellos,lo importante era mi familia y la promesa de mi abuelo.

—Confías en tus padres ¿cierto?—asentí.—Ellos jamás te entregarían a alguien que pudiera dañarte de alguna manera,eres precioso para ellos Mathéo—lo abracé—Lo eres para todo aquél que te tiene en su vida—me alejó con brusquedad a los pocos segundos y sonreí.

Dean en verdad odiaba el contacto con las personas,aún me costaba creer que se dejara abrazar por mí un par de segundos,cuando lograba tomarlo desprevenido para envolverlo en mis brazos era mí momento más feliz. A veces me pregunto qué ocurrió con él para que sea así de arisco con el contacto físico, pero creo que me asusta un poco su posible respuesta y prefiero callar.

—¿Cuando te vas?—preguntó la persona a mí lado.

Hice puchero,no quería alejarme de él y mucho menos de mí familia.

—Dos días—Me tiré hacia atrás en la cama, mirando el techo.—Estoy seguro de que mis días de paz se acabarán en cuanto ponga un solo pié en esa casa.

Y no estaba tan lejos de lo que pasaría en realidad.

CONTINUARÁ.

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