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"No son las cosas bonitas las que marcan nuestra vida, sino las personas con el don de no ser olvidadas jamás"

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Janaína está teniendo un típico día estresante, la cabeza le ha estado latiendo fuertemente con un dolor que no debería existir, ¡ni en el estado en que se encuentra!

Todavía por la mañana, se vio obligada a soportar casi una hora de sermón sin la menor necesidad, viniendo de Charlotte, como le gusta humillarla, pero finalmente después de los discursos y amenazas de su patrón. Janaína finalmente puede volver al trabajo y concentrarse en cocinar la comida que se requiere, ya que tiene que ser ella quien haga las comidas, de lo contrario, Charlotte está garantizado.

Aun viviendo en este caos, no quiere quejarse con Louis, pues ha estado muy estresado con los constantes sucesos de la nueva empresa y se ha guardado todo este maltrato que vive desde hace meses al escuchar los exabruptos de su amada. una.

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12:00 - HORA DEL ALMUERZO

Tan pronto como se sentó a la mesa, Charlotte estaba lista para gritar. Anoche intentó seducir a su marido por enésima vez y no consiguió lo que tanto deseaba, el imponente Louis LeBlanc entre sus piernas haciendo lo que practica con tanto fervor una pareja a punto de cumplir un año de matrimonio. Debido a esto, su mal humor es peor de lo habitual.

- ¿Qué estás haciendo? ¿Crees que puedes crear el menú de esta casa a tu manera? enfurecida, Charlotte cuestionó.

'Tú fuiste quien ordenó esta comida esta mañana, ¡solo hago lo que me dicen!' - respondió Calm - ¿Te estás volviendo loco?

"¡Maldita cosa!" ¿Crees que por eso estás embarazada de quién sabe quién? ¿Vas a sacar tus alas? ¿De verdad crees que no puedo golpear tu tonta e infeliz cara? gritó, sin embargo, Janaína no hizo nada y la ignoró para no empeorar su agudo dolor de cabeza.

Se puso de pie para sostener el brazo de la mujer, lo que ha sido el único obstáculo para tener a su esposo solo para ella, sin embargo, su objetivo no se logró, pues la voz de su esposo resonó por la casa en un tono muy exasperado.

- ¡Lo que está sucediendo aquí! - La imponente voz de Louis llegó a la cocina haciendo que Charlotte se preocupara, ya que no sabía que su esposo estaba en casa.

Louis, tan pronto como escuchó los gritos desde el interior de su oficina, se apresuró a encontrarse con la gran conmoción proveniente de la cocina.

Invadiendo el lugar rápidamente, Louis trató de entender la verdadera razón de los gritos y admiró con cautela toda la situación. Como si Charlotte no estuviera allí, tomó la iniciativa, lo cual es normal en él, ya que Janaína tiene toda su atención en este hombre y hasta con la compañía de la mujer cuyo acuerdo aceptó sólo para tener su apellido en su documento. A Louis no le importó y besó brevemente los labios de su amada.

— ¿Qué pasa, Janaína? — como siempre acariciaba su inmensa barriga, provocando dos reacciones muy diferentes, en ambas mujeres — háblame, amor.

Janaina sonríe feliz, porque ama ese pequeño gesto, porque sabe que su hijo es amado por su padre, mientras que Charlotte solo confirma sus sospechas y, presa de la ira, deja que su mente trabaje para el mal dispuesto a tramar un asesinato.

- ¿Qué está pasando? Sabes muy bien que no te puedes estresar. – interrogó cariñoso seguido de otro beso.

Esta situación era nueva para Charlotte, ya que nunca los había visto a los dos en tanta intimidad y en ese momento los maldijo a ambos.

- ¡Nada Luis! Bueno, si me disculpan. Al darse cuenta de que no están solos, Janaina le dio una respuesta cortante y rápidamente salió de la cocina dejando a los dos atrás y se apresuró a su habitación.

Enfurecido, Louis miró a Charlotte, quien por un segundo vaciló en su postura dura, pero luego volvió a caer en picado.

"¡Sé que ese niño es tuyo, Louis!" M*****a sea la hora en que tuve la idea de traer a este bastardo a mi casa, mataré a este... - Se calló cuando su mano tomó su rostro con firmeza, cubriendo su boca por completo.

"¡Si amenazas a mi esposa, estarás en la calle!" - Declaró con un gruñido, pues nunca la vio gritándole a Janaina y mucho menos amenazando a los suyos y eso lo puso furioso - ¿Sabes lo que es el amor de Charlotte? – Preguntó enfurecido - ¡No lo sé, solo aspiras al dinero y la fama! ¡Eres un vendido! Este sentimiento puro no existe dentro de ti, yo sé cómo es ese sentimiento, sin embargo, yo vivo el mío como es, ¡porque mi padre decidió intervenir en mi vida! Escucha con atención lo que te voy a decir, si algo le pasa a Janaína oa mi hijo, que sepas que será el final de esta vida fútil llena de apariencias de m****a que tanto quieres. Le soltó la cara con tal rigidez que ella se tambaleó hacia atrás.

- ¡Bruto! Usted me ha hecho daño. - se quejó alisando su rostro - ¡Tenemos un contrato lo sé, pero te amo Louis!

—Claro que no, eso lo sé muy bien, porque nunca te di un gesto de cariño para germinar ese sentimiento en ti. Eres justo el contrato que mi padre quería, mi amor siempre será el de Janaína, ¡lo sabes muy bien! estamos en

en esa situación porque quieres, te ofrecí dinero para que te fueras de esta casa y ¡no sé en qué has estado pensando! ¡Solo te advierto que ese niño es mío y si algo le pasa a Charlotte, será una mujer muerta! — dejó su amenaza en el aire y siguió a Janaína quien estaba en su cuarto de servicio tratando de aliviar su dolor de cabeza.

Aún bajo el efecto de la amenaza, Charlotte no se da por vencida, ya que está dispuesta a terminar con esta relación entre ellos. Dejó a un lado por un segundo su ambición por el poder que le traerá el nombre de LeBlanc y se concentró en tramar su venganza. 'Solo había un pensamiento en su cabeza: alguien tiene que morir para que las cosas encajen en su lugar.

No es que sea algo en lo que pueda intervenir, ¡pero está confirmado! Alguien había muerto, después de todo estoy aquí para cumplir con mi deber y lo mismo se acerca, porque Janaína me quería más que al mismo aire.

“Ya es bastante hipocresía de mi existencia desear que ella viva, ¡sí, claro que lo es! Sé, sin embargo, que esa mujer no vivió el amor que la vida le dio y eso me convierte en el villano, pero no puedo hacer nada, porque recibo órdenes y tengo que seguirlas a ellas ya Janaína Ruiz. ¡Está en la parte superior de la lista!”

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