Capítulo 6.

NICOLÁS COOPER.

—¿Tienen nuevas noticias?

—No —le contesto—. Le han perdido el rastro de nuevo.

Él suspira.

—¿Por qué suspiras? —le cuestiono—. Tarde o temprano la voy a encontrar y la voy a traer a mi lado.

—Ella no es un objeto.

—No, ella es mi luna —le digo—. Y su deber es estar al lado mío y dar luz a nuestros hijos.

—Sí, claro, como no.

Volteo a ver a Michael por su comentario sarcástico.

—Si no tienes nada que aportar, lárgate de mi casa.

—¿No te cansas? —me pregunta.

—¿De qué?

—De arruinarle la vida a la mujer que supuestamente amas —me contesta— ¿En serio no te cansas?

—La amo y no me canso de "arruinarle" la vida porque no lo hago—le contesto—. Lo único que quiero es que ella entienda que soy su alma gemela y que debemos de estar juntos para ser felices.

—Todos sabemos que eso es imposible por todo lo que le has hecho.

Aprieto los puños.

—¿Y quién lo dice, tú, su supuesto "amigo"? —le pregunto sarcástico.

Veo como Michael aprieta los puños.

—Sabes muy bien que yo realmente si era su amigo.

—Un amigo que la traiciono y la convenció de hacer cosas que no eran necesarias que hiciera para ganarse mi confianza y que además le oculto que yo siempre supe de sus planes —añado—. Wow, realmente eras un "buen" amigo.

Michael me ve molesto.

—Tú sabes perfectamente que no le mentí cuando le dije para ganarse tu confianza más rápido tenía que tener sexo contigo y que no dije que puedes leer su mente porque me lo ordenaste.

—Sí, lo sé —le digo—. ¿Pero al final a quién le creyó ella? A mí.

—Eres un maldito —masculla.

—A lo mejor, ¿pero por qué no le dijiste que todo lo que había dicho no era nada más que una simple mentira?

—¡Porque tú me amenazaste!

—Lo sé —me río—. Solo quería que lo dijeras.

Me río durante un rato hasta que escucho como él dice:

—Ojalá nunca la encuentres para que ella pueda ser feliz.

Aprieto los puños.

—¡Ella no va a ser feliz hasta que este conmigo!

—¡Si esta contigo va a ser infeliz! —me dice— ¡Entiende de una vez que solo le arruinas la vida!

—¡Solo quiero que este conmigo para amarla y darle la puta vida que se merece!

—¡Ella no te ama!

—¿¡Y eso qué!? —le pregunto— ¡En algún momento va a perder la batalla contra la marca y quiera o no va a amarme más que a su propia vida!

Alguien llama a la puerta.

—¡Adelante!

Un empleado entra a mi oficina.

—¿Qué quieres? —le pregunto yendo a sentarme a la silla de mi escritorio.

—Alfa —hace una reverencia y luego se hinca en el suelo con la cabeza hacia abajo—. Encontramos información sobre la luna.

Michael y yo lo vemos sorprendidos.

La única diferencia es que yo veo con alegría al empleado mientras Michael lo ve asustado.

—Michael, fuera de mi oficina y de mi casa.

—Pero...

—¡FUERA!

Michael sale de la oficina molesto y azota la puerta al salir.

Espero a escuchar los pasos de Michael bastante lejos de aquí al igual que su olor.

Cuando me aseguro que está lo demasiado lejos de la casa, veo nuevamente al empleado que está hincado en el suelo.

—¿Qué encontraron?

Él traga saliva nervioso.

—La luna ha estado fingiendo ser hombre varias veces —me informa—. Por eso le hemos estado perdiendo el rastro varias veces.

Ay, mi melodía, olvide que eres demasiado inteligente.

—¿La han encontrado?

Él niega con la cabeza y yo golpeo el escritorio con mi puño furioso.

—¡BÚSQUENLA Y NO VUELVAN A DECIRME NADA HASTA QUE LA ENCUENTREN! ¿¡ENTENDIDO!?

El omega asiente asustado.

—E-Entendido, a-alfa.

Lo veo esperando a que se levante del suelo y salga de mi oficina.

Duramos dos minutos en silencio.

—¿Qué crees que haces? —le cuestiono— ¡LARGO DE MI OFICINA, AHORA!

El omega asiente asustado y rápidamente se pone de pie y sale de mi oficina dejándome solo.

Veo como cierra la puerta y después veo la foto que tengo de mi melodía en mi escritorio.

Me recargo en la silla y llevo uno de mis brazos a mis ojos mientras los cierro y recuerdo a mi melodía.

Recuerdo a mi melodía, su sonrisa, su risa, su voz, la forma en la que arrugada su nariz cuando comía algo que no le gustaba, la forma en la que trata a las personas, su manía de morder su labio cuando se concentraba demasiado en algo, el pequeño acento que se le formaba cuando se enojaba.

De pronto, empiezo a recordar su cuerpo, lo bien que se sentía tocarlo, besarlo y morderlo, la forma en la que se movía abajo mío, como encajaba sus uñas en mi piel cuando hacíamos el amor, lo bien que se acoplaban nuestros cuerpos y nuestros labios, sus gemidos y el aroma de excitación que desprendía cuando estábamos juntos.

Abro los ojos cuando siento una presión en mis pantalones y veo que efectivamente tengo un bulto en mi entrepierna.

Cierro los ojos con frustración y vuelvo a poner mi brazo encima de mis ojos.

Se suponía que para este día, mi melodía y yo estaríamos casados y con un cachorro o esperando uno mientras dirigimos nuestra manada juntos amándonos como debe de ser.

Pero todo eso se fue a la m****a en el momento en el que ella escapó de mí y a pesar de que la amo con toda mi alma, voy a hacer que se arrepienta de su decisión.

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