Cap. 2 Traiciones y decepciones

“El hombre tiene dos medios para refugiarse de las miserias de la vida, la música y los gatos”

Salieron riendo y fueron a la iglesia, todo estaba divinamente engalanado con pedestales de rosas de tonos nacarados y bastante azahar. El organizador de bodas le dio la señal de que se colocara en el altar junto con su madre, Rita, que al verlo tan apuesto le dijo:

—Te ves divino, pero siempre lo has sido.

—Gracias, mamá—besó su mano.

Estaba esperando el momento de la entrada de la novia, miró su costoso reloj y ya debía estar entrando Kelly junto a sus padres, el organizador de bodas hacía señas a sus ayudantes para que investigaran la llegada de la novia y de repente vio llegar a Gema, la mejor amiga de Kelly, venía echa un mar de llanto y se detuvo al verlo y solo pudo decir apenada:

—Brian…

Todos miraron a la bella joven llorando y comenzaron a murmurar:

—¿Qué sucede?

—Es que…—le tendió una carta color rosa—lo siento tanto…

Se fue llorando y corriendo, Brian no entendía nada y miró la carta, revisó el remitente y era de Kelly, su madre le dijo:

—Ábrela.

Eso hizo inmediatamente y leyó la carta…

“Querido Brian

Siento tener que causarte este pesar, pero no podré casarme contigo—ante esto Brian buscó sentarse en el piso del altar—no podría casarme contigo amando a otro hombre, intenté obviar este sentimiento, pero fue más fuerte que yo.

Mereces lo mejor del mundo y eso no soy yo, me voy a Europa con mí ahora novio y espero de todo corazón que puedas perdonarme este momento tan bochornoso.

Te quiero, es lo único que puedo decirte, contigo viví lindos momentos, pero no te amo y debo decirte adiós.

Kelly”.

El silencio imperaba en todos los presentes al ver el rostro pálido de Brian Rosenberg, Roger tomó la carta de las manos de su amigo y leyó entonces exclamó:

—¡Maldita puta!

—¿Qué pasa?—preguntó Rita asustada.

—¡Lo dejo, la m*****a lo dejó por otro!—decía exaltado.

Todos se conmocionaron y Tania recordó al sujeto con el paquete y corrió donde los obsequios y nada, entonces fue a la habitación en donde su hermano se había cambiado y vio el paquete, cuando lo abrió vio la caja de los anillos y una carta, la abrió era de Roger:

“Lo siento, pero la amé primero que tú y ahora es una realidad” Firmaba Roger y ella salió con la carta y los anillos en la caja, estaba pálida y cuando llegó todos se estaban yendo de la iglesia, su hermano estaba en shock y cuando vio los anillos se los arrebato a su hermana:

—¿Quién trajo esto?

—El mensajero…—dijo ella con la carta en sus manos—él te lo debió dar.

Brian sentía que su corazón golpeaba en su pecho y no entendía nada, Roger vio la carta y dijo:

—¿Qué es eso que tienes ahí?

Hubiese deseado que nadie notase eso, pero… Brian le arranchó la carta y leyó la frase y se cogió la cara y gritó:

—¡Clark se fue con Kelly!

Era una dura realidad, su cabeza punzaba y su pulso se aceleró, sintió que el aire le faltaba y cayó desmayado en medio de la iglesia ante el grito de su madre y hermana.

Lo que recordaría es que cuando se recobró su madre le pasaba un algodón por la nariz su hermana lloraba y Roger hacia muchas llamadas por teléfono:

—¿Kelly?

—Hermano…

Se levantó y miró todo el lugar y lleno de una ira incontenible, comenzó a tirar jarrones, destruir la decoración, como si fuera un oso furioso, pateó sillas y salió hacia el salón en donde se llevaría a cabo la recepción, todo estaba listo, el personal impecable y al ver al tipo que enviaba de un empujón a uno de los meseros e iba hacia la mesa en donde una bella torta de 10 pisos estaba y lanzarla al suelo en donde se desmoronó todo, solo quedó salir corriendo.

Roger intentó detenerlo, pero él viraba las mesas con las bellas construcciones que la adornaban y que se quebraban aparatosamente en el suelo.

—¡Maldita! ¡Maldita!

Gritaba en todo el salón, la orquesta salió corriendo y él destruía todo, su madre gritaba:

—Por favor deténgalo…

Nadie se atrevía, hasta que su hermana en un arrebato se le subió encima y él, aunque luchaba porque quitársela, no pudo:

—Basta, basta Brian, ya…—lo agarraba ella del cuello—déjalo ir, déjalo ir.

Cayó de rodillas llorando desconsoladamente y Roger le dijo:

—Amigo, lo solucionaremos.

Nada lo consolaba.

Llegar a casa devastado, pensando en lo que había hecho mal, lo tenía muy desmoralizado, Roger lo ayudó a cambiarse:

—¿Qué hice mal?

—Hay cosas… No sé, ella faltó.

—Le fui fiel, fue…—lo agarró por el traje—la única mujer a la que le fui fiel y ella…

—Calma, solo descansa, intenta hacerlo, por favor.

—La odio—dijo de pronto.

—Calma, lo solucionaremos—le dijo seguro.

Sin embargo, no estaba seguro de nada, siguió llamando al teléfono de Clark y nada, no entendía nada de lo pasado, en qué momento sucedió todo eso… Entonces cayó en cuenta de que el día en que Brian conocido estaba junto con Clark, él los había presentado. M****a.

La habitación estaba a oscuras y él solo gimoteaba llorando su pena y rabia, ¿cómo no lo vio venir? Ella parecía tan real, tan sincera y… ¿Clark? ¿Nunca fue su amigo? ¡Rayos! Se sentía como un imbécil en esos momentos, se jalaba el cabello y daba vueltas en la cama cuando…

—Meow…

¿Quién m****a hacía ese sonido? Entonces recordó al maldito gato que la zorra de Kelly le había dado y sus palabras: “No estarás solo”. La perra creía que el gato lo iba a consolar y eso nunca lo permitiría, encendió la luz y vio al gato en el borde de la cama mirándolo con esa cara de maloso que lo intimidaba.

—Así que ella creyó que tú me ibas a consolar su perrada.

El gato lo miraba apacible y eso lo enojó más, se levantó y cambió de ropa, decidido a acabar con ese detalle de deslealtad de la perra de su exnovia.

Salió con las llaves en la mano y el gato se acicalaba en la cama y lo tomó bruscamente haciéndolo gritar y lo metió en la jaula:

—Te voy a desaparecer como ella me desapareció de su vida.

Bajó con la jaula y fue al estacionamiento: Era hora de deshacerse del maldito gato.

Una joven llamada Abigail

Abigail Lane era una joven que trabajaba embelleciendo animales en una veterinaria de la zona, era muy buena y amaba a los animales, estaba por el barrio de Tribeca en donde vivía cuando de repente vio un convertible gris llegando a toda velocidad y rechinando las llantas, eso la hizo detenerse en seco y mirar con curiosidad ese auto no tan común por la zona. Instintivamente, sacó su móvil lista para llamar al 911 por si era un baby cool, como les decían a los riquillos que buscaban problemas o molestaban a las damas. En ese momento del auto se bajó un sujeto y abrió la cajuela del auto, ella puso en grabar, algo no estaba bien, parecía fuera de sí y lo vio sacar una jaula y mascullar:

—Ahora maldito gato, púdrete en el olvido.

Lo que siguió fue todavía más espeluznante, lo vio abrir la jaula y en el tacho de la basura lanzar lo que pareció un animal, ella filmaba toda la escena con asombro, lo vio proferir maldiciones y subirse al auto y salir como alma que lleva el mismo Satanás, entonces corrió a ver lo que había lanzado y escuchó un maullido…

Enfocó con su cámara al animal que en medio de la basura no entendía lo pasado y ella lo sacó impactada de allí y lo filmó:

—¡Pobrecito!—le quitaba trozos de comida de encima—¿por qué te hizo esto?

Sintió tal rabia y supo lo que tenía que a hacer.

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