CAPITULO 1.2   “EL PRIMER DIA”

(septiembre 4, 2017,  Cd. de México)

(Narrador)

El Licenciado Cardona al escucharla, como era su intención, quizó reprenderla pero no pudo, pues ella ya se había ido y él no pudo más que reír.

Victoria que los había seguido, esperaba a cierta distancia y cuando lo oyó reír, se puso nerviosa y al llegar Marina a su lado, caminando lenta y elegantemente le pregunto.

-¿Que te dijo? ¿Para que te quería?

-Para nada, solo me dijo que no le contestara de esa manera, ahí como lo vez, lo que tiene de guapo lo tiene de engreído.

Victoria seguía estrujándose las manos, de los nervios que sentía.

-Pues no sé si es guapo o no, pero te diré que a mí me parece bastante sangrón.

-Mira, ya deja de pensar en él y te contare quienes son Alma y Jazmín- dijo Marina queriendo cambiar de tema.

-Alma y Jazmín Quienes son ellas?

-Eso es lo que te quiero decir.- le dijo sonriendo mientras caminaba con Victoria siguiéndola.

-Mira, Alma es una chica muy padre, tiene diecinueve años, es de tez blanca y de cabello castaño, pero se lo tiñe de negro por lo que se ve más blanca, ya verás el contraste, además sus ojos son grandes y oscuros, su carácter es una bomba, casi igual que yo, solo que ella se controla más, es por eso que nos llevamos tan bien, supongo; le gusta el relajo bien armado, ella es de San Luis Potosí o mejor dicho, vivía allá, porque ella es de Roma, Texas; ha tenido muchos problemas personales así que es probable que por eso hoy no haya llegado, pues yo la acompañe a inscribirse; te caerá bien en cuanto la conozcas.

-Ok, me gusta tener amigas con las cuales salir a divertirme.- alcanzo a decir Victoria, ya que Marina siguió hablando

-Por otro lado esta Jazmín; quien es bastante seria y cuando anda con Alma y conmigo ella es la que nos calma bastante, sino seria tremenda fiesta, lástima que no se inscribiera para este semestre, te hubiera caído muy bien, ella es bajita de estatura, de cabello castaño corto, delgada y muy bonita, de ojos grises y de carácter sereno y sus modales son muy delicados, aunque eso sí al juntarse con nosotras se ha destrampado un poco, me hubiera gustado que se conocieran, le habrías caído muy bien; pero ya habrá oportunidad.- dijo alegremente Marina, mientras entraban en la cafetería de la universidad, donde Victoria dijo de sus planes para el día,  Marina ya tenía su rutina diaria muy bien programada.

Volvieron al salón de clases y tomaron la última materia del día y cuando salieron Victoria aún seguía haciendo planes y aun no se decidía entre llamar a Iván y salir a comer con él o llamar a su madre para ir de compras ya que necesitaba algunas cosas y llevarla a comer a un nuevo restaurante llamado “El Jardín Real”

Marina a pesar de no decirlo, aun pensaba en el mal sabor de boca que le había dejado la risa que soltó el Lic. Cardona después de su último comentario, pues ella quería hacerle pasar un mal trago y al parecer había resultado al revés.

Ya salían de las instalaciones cuando se tropezaron con el licenciado Cardona González, hablando con uno de sus compañeros, un hombre de treinta y un años de edad, al que le gustaba estudiar y aprender cosas nuevas ya que era licenciado en Administración de Empresas y Contador Público y tenía negocios propios, su nombre era Omar Cardona Ortiz y hablaban tan animadamente que no se dieron cuenta de quien los observaban con mucho interés  y después de un momento siguió caminando llevando a Victoria a su lado y sin esperar a que Victoria comprendiera algo de lo sucedido, Marina  comenzó a hablar con simulado enfado, de lo sucedido con el Licenciado Cardona y pasando junto a él para que la escuchara. Marina ignoraba que existía un parentesco entre ambos hombres, pues eran primos.

-Pues el Licenciado Cardona es bastante sangrón, bah si no le caí bien, no importa y como dice el refrán “no soy monedita de oro, para caerle bien a todos” y con él esto se aplica a la perfección.- Victoria que la escuchaba sonrió y le contesta

-Mejor no hables así, porque aquí hay mucha gente que probablemente  por quedar bien con él, le lleven el chisme

-Bah, no me importa y si se entera o le van con el cuento ni modo, no me voy a retractar, crees que me importa que le digan solo para perjudicarme, pues no y mientras no me entere quien anda de chismoso, de lo que yo haga o diga, todo estará en paz, de lo contrario, se arrepentiría.- Dijo Marina, a quien ya comenzaba a encendérsele el mal carácter

-Hay no digas eso, ¿que le podrías hacer si fuera unos de los muchachos? ¡No le puedes pegar, tú eres una mujer!- dijo Victoria que no sabía de lo que Marina era capaz.

-Cuando me conozcas mejor te darás cuenta de que soy mujer de muy pocas pulgas, a la que no querrías hacer enojar; mucho menos tenerla de enemiga.- La forma en la que hablo le dio a entender a Victoria que había cometido un error al decir eso; ella ya se había dado cuenta de que las intenciones de Marina era que tanto el Lic. Cardona como Omar las escuchara.

El Licenciado Cardona y Omar que escucharon todo, tal como era su intención, solo se sonrieron, Omar vio con asombro a su primo, el Profesor pero este solo pregunto:

-Omar ¿que sabes tú acerca de Marina Romanov San Juan?

-Pues, en verdad muy poco, la conozco desde el año pasado cuando iniciamos la carrera juntos y por lo que sé, es que es bastante extraña, no se comporta como las chicas de su edad y es impredecible, en conclusión solo puedo decir que es diferente a cualquier chica o mujer que conozca. Es muy fácil tratar con ella por las buenas, pero muy difícil por las malas, según he escuchado es muy ruda, en su forma de ser cuando se molesta o hay alguien que la enfade, sé que le gustan los deportes rudos, tanto o más que los delicados y siempre tiene una respuesta para todo, le gusta mucho leer de todo, así que seguro que la veras siempre con algún libro en las manos y tanto puede hablar de música y pintura, como de los deportes que a ella le gustan. Por cierto le apasiona el tema de las culturas antiguas y su mitología. Como te digo es bastante extraña, yo no creía que a una jovencita de dieciocho años pudiera interesarle todo eso, más cuando son gustos contradictorios; si alguien me hubiera dicho que se puede combinar la arquería con la música clásica o las artes marciales con el ballet, o la equitación con el arte me habría reído; te lo aseguro, ella es toda una contradicción.

-Entonces ¿he de entender que es algo muy especial esta señorita?- pregunto el profesor dudando de las palabras de Omar

-Pues sí, es muy especial, te lo aseguro.

-Pues yo creo que todo es mentira, no creo que sepa diferenciar un caballo de una mula, mucho menos que sepa quién es Chopin o Verdi y también debe ser mentira eso de que practique ese tipo de deportes, la arquería es un deporte de precisión ¿acaso la ha visto alguien practicarla? Tú, la has visto?- pregunto algo molesto ya que no le gustaban las personas mentirosas ni presuntuosas.

-Yo no la he visto y tampoco creo que mienta, ¿que caso tendría mentir sobre eso?

-No lo sé, posiblemente solo presumir de algo, aunque no sepa de qué habla, muchas personas lo hacen solo por llamar la atención-

-No lo creo, hay veces en las que está muy seria y pensativa como si estuviera muy lejos de aquí, además es demasiado honesta y claridosa, no, yo no creo que mienta, además solo es algo que he escuchado, ya que no la he visto, lo que si se con certeza es que lee mucho y sabe mucho de muchos temas. ¿Que fue lo que paso para que este molesta contigo si puedo preguntar?

-Nada, le llame la atención a ella y su amiga en clase y después la reprendí fuera del salón.

-Mmmh, creo que esto será entretenido de ver, tu todo un Licenciado como tu contra una chica de dieciocho años tan difícil de comprender como cualquier mujer, solo que multiplicado por diez.- dijo Omar riéndose de su primo

*fin del flashback

            Marina fue a casa para seguir su rituna del día.

El resto de la semana paso tranquilo para Marina, ya que no tuvo más problemas con el Profesor Cardona, por lo que retomo su rutina diaria con normalidad.

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