…

'¡De verdad he caído hasta este punto!'.

Maisie regresó tranquilamente a su oficina.

'Gracias a Dios, el imbécil se fue'.

"¡Zee!". Tan pronto como Maisie se dio la vuelta, Ryleigh la abrazó con fuerza. "Oye, ¡¿por qué no me dijiste que ya no trabajabas en Vaenna?!”.

Ryleigh se quedó boquiabierta durante una fracción de segundo, soltó bruscamente a Maisie y olfateó su cuerpo. “¿Por qué hueles a perfume de hombre?”.

El corazón de Maisie tembló y apartó la mirada con calma. "¿De verdad?”.

"¡Sí!". Ryleigh volvió a olfatear y frunció ligeramente el ceño. “Es una de las colonias de Gucci, y esta fragancia me resulta bastante familiar. Ah, ¿no es del señor Goldmann...?”.

Maisie apartó la cabeza. "¿Acaso eres un perro? ¿Qué haces aquí?”.

“No nos hemos visto en mucho tiempo, ¿y ni siquiera me extrañas? Jum, eres realmente el tipo de mujer que coloca a su novio antes que a su mejor amiga”. Ryleigh resopló con los brazos cruzados frente a su pecho.

Maisie se dirigió a su escritorio y