Capítulo 8
"Mami nos ha dicho que sólo podemos decir a quien le pregunte su nombre que mami es Su Real Majestad". Daisie soltó una risita.

Nova no pudo evitar soltar una carcajada, pero se contuvo rápidamente.

'Ja, ja, ¿no son estos dos corazones demasiado adorables? ¿Qué clase de madre los ha estado formando todo este tiempo?’.

La mirada de Nolan se apartó y miró a Waylon, que era exactamente igual que él.

Si no fuera porque Willow era la única persona con la que se había acostado en el pasado, se preguntaría si él era el padre de esos dos niños.

Daisie miró su reloj y dijo: "Señor Wapo, tenemos que irnos a casa ya. Si no, Su Real Majestad empezará a preocuparse".

Nolan la bajó, se dio la vuelta y le dijo a Quincy: "Lleva a estos dos niños de regreso a su casa".

Quincy se quedó atónito durante un breve momento y luego asintió. "Sí, señor".

"¡Adiós, señor Wapo!". Daisie se despidió con la mano de Nolan, tomó la mano de su hermano y salió del estudio con Quincy

En el momento en que salió, le mostró a Waylon triunfalmente un mechón de pelo.

Daisie tiró del borde de la ropa de Quincy mientras salían de la entrada del edificio. "Señor, nuestra mami está enferma y está en el hospital. ¿Puede llevarnos al hospital?".

Quincy se quedó atónito. Exclamó para sus adentros que esos dos niños eran realmente muy considerados. "De acuerdo, suban al coche".

En la Villa Seaview…

Maisie volvió a casa, pero sólo vio a Colton practicando el piano solo. Miró a su alrededor. "¿Dónde están Daisie y Waylon?".

Colton respondió: "Waylon y Daisie han salido a solicitar ser modelos infantiles. La madrina está con ellos".

Maisie colocó su bolso en el sofá y se quedó sorprendida al escuchar la respuesta. "¿Solicitar ser modelos infantiles?".

"Sí, han dicho que trabajas demasiado para ganar dinero y quieren ayudarte con la carga". Maisie se acercó a su lado y le acarició la cabecita. Colton estaba sumamente disgustado y se quejó: "Mami, no me despeines".

"Oh, ¿nuestro joven genio de la música está enojado por eso?".

"¡Jum!". Colton sopló sus mejillas.

"Colton, ustedes tres no tienen que compartir la carga conmigo. Mami puede seguir cuidando y manteniéndolos a los tres". Al ver que sus hijos eran tan sensatos, Maisie se sintió bastante culpable.

"No, mami. Ya has trabajado bastante, y no podemos ignorarlo. Por cierto, mami, me he matriculado en la Real Academia de Música de Zlokova. No tienes que preocuparte por la colegiatura. Tengo el dinero. Y espera a que consiga una beca. Entonces podrás enviar a Waylon y a Daisie a colegios extranjeros para que estudien. Mami, sólo deberías trabajar en lo que quieras hacer".

Maisie se sintió tan conmovida que rompió a llorar. "Mi pequeño Beethoven es tan increíble. Ahora incluso sabe cómo ganar la colegiatura para su hermano y su hermana".

Ella había descubierto que Colton tenía semejante talento en la última etapa de su infancia. La Academia de Música Newlander de Stoslo incluso había hecho una excepción y querían inscribirlo, pero ella nunca lo había enviado allí porque le preocupaba que fuera demasiado joven.

Sin embargo, Colton tenía cinco años en ese momento. Aunque ella quería esperar a que cumpliera los seis antes de enviarlo a una escuela, a Colton le encantaba la música y sacaba buenas notas. Por lo tanto, no se atrevía a arruinar los sueños de sus hijos.

"¡Mami, Su Real Majestad, hemos vuelto!".

Daisie volvió a casa con Waylon, y Maisie recibió a los dos niños corriendo entre sus brazos. "Colton me dijo que ustedes dos fueron a una audición, ¿es cierto?".

Daisie guiñó el ojo mientras exclamaba: "Ajá, y nos seleccionaron. ¿No somos increíbles?".

Maisie las besó en las mejillas. "¡Todos ustedes son geniales! Ahora denle un poco de tiempo a mami. Mami irá a cocinar para ustedes".

No importaba lo mal que estuviera su humor, siempre se desvanecía cuando estaba frente a estos tres niños.

Los tres niños se reunieron en cuanto Maisie entró en la cocina, y Colton preguntó en voz baja: "¿Cómo les fue?".

Waylon respondió inmediatamente: "No te preocupes, ya lo llevamos al hospital para que lo examinen. Los resultados tardarán dos días en salir".

Daisie volvió a palpar su pecho. "Siempre es a prueba de fallos cada vez que yo actúo".

En la mansión de los Vanderbilt…

"¿Qué has dicho? ¿La diseñadora Zora es esa z*rra de Maisie?", no pudo evitar contestar Leila al escuchar la querella de su hija.

‘¿No sólo ha vuelto esa z*rra a su país de origen, sino que además es la diseñadora Zora de renombre mundial? ¿Y también es la persona que el señor Goldmann contrató desde el extranjero con un sueldo muy alto para ayudar a mi hija a salvar la Joyería Vaenna?'.

'Fue mi hija quien tomó el lugar de esa z*rra como la mujer de hace seis años. Si esa z*rra se enterara de que el señor Goldmann es el hombre con el que se acostó hace seis años, ¿no se pelearía por él con mi hija?'.

"Madre, ¿qué debería hacer?". Willow estaba muy preocupada.

Las comisuras de los labios de Leila se levantaron con frialdad. "¿Y qué si es Zora? No olvides que tienes al señor Goldmann como último recurso. No se atrevería a crear ningún revuelo cuando el señor Goldmann está cerca".

"Por cierto, ya que la z*rra ha vuelto a Zlokova, tienes que hacer algunos progresos con el señor Goldmann. Lo mejor es que te quedes embarazada o algo así. Te convertirás en la señora Goldmann siempre y cuando te embaraces con su hijo".

Al hablar de quedarse embarazada, los párpados de Willow cayeron. "Pero el señor Goldmann ni siquiera me ha tocado en los últimos seis años".

'Yo también quiero que me toque, pero lo que pasa es que necesito que coopere conmigo'.

Mirando el inocente pensamiento de su hija, Leila dijo con ansiedad: "¿Eres tonta? ¿Cuánto tiempo piensas esperar si quieres esperar a que él tome la iniciativa de hacerlo contigo? Eres tú la que debería tomar la iniciativa. ¿Cuántos hombres hay en el mundo que puedan resistirse a esas tentaciones?".

Willow se sobresaltó durante una fracción de segundo después de que su madre señalara eso.

'No me atrevo a actuar con demasiada presunción porque Nolan ni siquiera me ha tocado en los últimos seis años. Pero mi mamá tiene razón. Tengo que ser yo quien tome la iniciativa'.

Luego sonrió con timidez. "Madre, ahora ya sé lo que debo hacer".
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