EPISODIO 2: MATE

EGON VAN SISTINE

Luna oscura es mi manada heredada por mis padres, convirtiéndome asi en el Alfa debido a mis habilidades. Fui bendecido por la madre luna, ya que soy el único lobo en siglos capaz de utilizar todo su poder sin tener que transformase en lobo.

Aragón es mi lobo interior y mi manada me respeta no solo por ser el alfa, lo hace porque desde que subí al poder la manada ha prosperado y las empresas que manejamos en la ciudad aún más. Cosa que ha llenado de odio e indignación a mis hermanos mayores que me detestan declarándome la guerra.

Trato de no ir a la ciudad, las empresas las manejo desde mi mansión porque detesto el olor a humanos. Los azumas han sido una raza de humanos que sabe de nuestra existencia y nos han declarado la guerra cazándonos como animales ya que no aceptan ser inferior a nosotros.

Hay una regla universal en el que no podemos atacar a los humanos, a menos que sea en defensa propia y era muy niño cuando rastrearon, cazaron y mataron a mis padres.

Mi manada es la mas poderosa ya que poseemos los rangos Beta, delta, gamma y omega. Contamos con la fortuna de tener mas Betas y deltas que rangos menores, pero no menos letales ya que los he preparado en conocimientos mentales y físicos para no ser menos en un combate a muerte.

Vivimos en constante riesgo debido a nuestra grandeza y mi deber como el alfa es proteger a toda mi manada.

—Egan, vamos tarde a la junta—cada mes me toca asistir a esta mierda—apúrate.

Massimo es mi lobo beta, mi mejor amigo y es el gerente general de las empresas que manejamos. Hoteles, casinos, licoreras, y taqueras nos pertenecen convirtiéndonos no solo poderosos en fuerza, si no en dinero.

Me pongo el abrigo de piel artificial y saco la trenza rubia que me cae en la espalda antes de tomar mis pertenencias y salir de la mansión. Massimo me espera en la camioneta blindada la cual abordo y ponen en movimiento apenas cierro la puerta.

Dos autos mas me acompañan, betas y deltas con muchos conocimientos en combate con el fin de cuidar a su alfa. No me gusta ir a la ciudad, realmente detesto el olor a humano y cada mes me toca hacer esta m****a porque desafortunadamente nuestros socios precisamente son esa raza inferior.

—Me han llegado rumores—habla el pelinegro a mi lado—la manada esta inquieta porque no has encontrado a tu mate y quieren un heredero.

—Cual es el puto problema si soy eterno.

—No lo eres recuérdalo, tienes 300 años Egan, cuando cumplas los mil y si no has encontrado a tu mate, ya sabes el destino que te espera.

—Aun falta mucho para eso, no todo puede ser perfecto, la madre Luna me otorgo un gran poder, pero al parecer me negó un Mate, las cosas así tenían que ser y lo he aceptado.

No me importa tener o no una mate, no lo necesito porque puedo tener sexo con la loba de la manada que desee y hay muchas con puestos interesantes y habilidades extraordinarias que están dispuesta a complacerme cuando y yo quiera.

—No seas dramático hombre, pero no encontraras a tu mate metido todos los días en tu mansión.

—Sabes que la ciudad apesta a humanos, los odio y si por mi fueran los mataría a todos.

Llegamos a la empresa madre, aquí llega toda la documentación y procesos de las demás y nada mas es llegar para que las miradas de mujeres humanas se posen en mí.

Les gusta los hombres grandes, acuerpados, musculosos y con apariencia de vikingos. Se que no soy indiferente al ojo tanto de hombres como mujeres ya que mi aspecto es como un reflecto que si o si por donde pase llame la atención. Ingresamos a la junta y debo bloquear mi olfato porque mi lobo interno quiere arrancarle la garganta a cada uno de ellos.

Contrólate Eragon—le hablo a mi lobo.

Los odio tanto como tu Egon—tomo asiento en la silla principal mientras lo escucho—pero sabes, me siento extraño, me siento raro.

Te sentirás mejor apenas salgamos de aquí, este lugar apesta.

Muy pocos humanos saben de nuestra existencia, solo esa m****a de organización que no podemos tocar ya que tenemos un consejo de lobos que rigen sobre todos.

Socios, administradores y contadores de todas las empresas que manejamos se encuentran reunidos y en su mayoría humanos.

—Hemos registrado ganancias en el mercado latino y debo decir señor Egon que su recomendación fue demasiado importante y buena.

Miles es un lobo, su mate es humana y por ese motivo lo desterré de mi manada, sin embargo, es un excelente trabajador que maneja la empresa tabaquera.

Mi lobo sigue inquieto por algún motivo trasmitiéndome también su molestia e intento controlarme ante todas estas personas que en su mayoría son humanos.

—Este ultimo mes mantenemos un buen balance, ustedes como socios deben estar conformes con los resultados que les presentamos cada mes ya que por lo visto no dejamos de llenar sus bolsillos.

—Estoy conforme—habla uno de los socios de la constructora—pero quiero saber que esta pasando con las construcciones que han sido atacadas, eso ya se resolvió.

—Estamos en eso señor Tausen—es humano y le hablo con desagrado—no tenemos una bola mágica para saberlo, así que está en investigación, de todas maneras, esos ataques han afectado, pero no lo suficiente porque los proyectos culminaran en el plazo estipulado.

Los demás trabajadores ponen al tanto de los movimientos, las ganancias e inversiones que con éxito han duplicado las ganancias dando por termina la junta que cada mes se realiza y que desde hoy cambiara.

—Esta junta se hará trimestral—anuncio—lo veo innecesario cada mes ya que periódicamente se les está poniendo al tanto de las cosas.

—Pero siempre lo hacemos de esta manera—chista Amaria, humana socia de los hoteles—esto nos permite…

—No me interesa lo que usted piense—la interrumpo, hasta su voz me molesta—soy el presidente de las empresas con el 61% en cada una de ellas, si le molesta como manejare las cosas, pues véndame su parte.

—Egon—habla Massimo.

—Los escucho si tienen algún problema con mis decisiones.

Los miro a todos, pero no hay reacción alguna por ello me levanto dando por terminada esta junta de porquería. Voy al baño para respirar profundo y antes de abandonar la empresa directo a un centro comercial en compañía de Massimo.

—Fuiste muy rudo hombre—palmea mi hombro, el tolera los humanos, yo no—pero te entiendo.

—Deja de hablar, necesito comprar algunas cosas para largarme de aquí.

—No, esta noche iremos a celebrar a un bar, asi que compraras algo, comeremos algo y nos iremos a beber algo en algún bar.

—Sabes que no soporto estar tanto tiempo aquí, no me jodas.

—Lo siento, hermano, pero me lo debes de cumpleaños.

No discuto con el porque se lo prometí y como hombre cumplo con mi palabra. Realizo algunas compras caminando por el centro comercial llamando la atención debido a mi extrema seguridad.

No lo necesito, soy un hombre lobo muy fuerte y soy temido como el mas letal. Todos lo piensan antes de meterse conmigo y hasta mis hermanos mayores no se atreven a un combate porque saben que les arranco la cabeza. Ya hubo hace 20 años el primer ataque donde quisieron matarme para obtener el trono que me pertenece y tuvieron que salir huyendo porque mi manada claramente fue mucho mas fuerte que los aliados que ellos consiguieron.

No necesito abrigo, los lobos no sufrimos de frio, sin embargo, es una prenda que debemos utilizar para disimular ante los humanos y los tiempos de frio extremo en la ciudad de Londres.

—Crees que tus hermanos son los que están realizando esos ataques.

—No tengo pruebas, pero tampoco dudas, sabes que me odian y declararon la guerra.

—Debemos tener cuidados, hemos obtenido información que te están buscando el lado débil y no solo eso Egon, que están formando un ejército de rouge.

Los reuge son lobos solitarios, lobos exiliados por su manada o lobos los cuales la madre luna les ha quitado sus mates. Se muere cuando su otra mitad también a menos que no estén vinculados.

Si se muerden ambos se forma el vinculo irrompible el cual los sentencia a ambos a una muerte si el otro llega a faltar.  No obstante, cuando pierden sus mates, pierden el razonamiento convirtiéndose en animales salvajes que se exilian con su dolor. Jamás vuelven a forma humana y eso es una pena.

—No me importa, sabes que, en mi manada, hasta los omegas son fuertes y pueden con esos animales irracionales.

La noche cae y vamos a un bar, le exijo ir a un lugar apartado que no tenga tanta fluencia de humanos por ello me lleva a un bar alejado. Vamos en el auto platicando y…

El olor a rosas, Jasmín, chocolate y tierra húmeda invade mi sistema descontrolando mis sentidos. Mi lobo Eragon aúlla de alegría y mis ojos rápidamente cambian de marrones a rojo con el rico aroma que envuelve mis neuronas.

Egon nuestra mate—dice mi lobo—la encontramos Egon, ve por ella.

—Mate—musito y Massimo detiene el auto.

—¿Que?

Me bajo sin darle explicaciones buscando desesperadamente a mi otra mitad. Las pulsaciones las tengo aceleradas y no escucho a mi compañero, todos mis sentidos la buscan a ella y corro siguiendo el rico aroma que tiene a mi lobo descontrolado.

Tomo la curva de la acera y el olor se intensifica imprimiéndole velocidad a mis piernas y en un segundo la empotro contra su auto metiendo posesivamente mi nariz en su cuello.

—Mate—le digo embriagado —eres mi Mate, mía, solo mía.

 Siento su cuerpo tenso porque la abrazo con fuerza, pero es que estoy contento de haberla encontrado. Todo en mi se despierta y inhalo profundo su aroma nuevamente, pero…

Tiene un aroma que conozco y detesto lo que me separa de su cuerpo abruptamente. No puede ser, es una asquerosa humana.

—Pero que mierda—exclamo—eres humana.

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