Capítulo ochenta y cuatro. Cuadro familiar

Cuadro familiar

«Fui yo, yo secuestré a tu esposa…»

«Yo secuestré a tu esposa…»

Arturo miró todo rojo al escuchar aquellas palabras, salir de los labios del hombre que tenía la osadía de pararse delante de él y decirle, sin ninguna pena, que era el secuestrador de Paula. La ira se abrió paso por su cuerpo, el dolor y el miedo que sintió ante la desaparición de su esposa, fue un detonante y sin mediar palabra golpeó el rostro de Domenico con rudeza enviándolo al piso.

Arturo se lanzó sobre el hombre, quien no se defendió en ningún momento.

—¡Arturo! —gritó Paula al darse cuenta de que su marido era muy capaz de matarlo allí mismo—. Escucha lo que tiene que decirte —pidió ella.

Arturo la miró con los ojos furiosos.

—¿Qué es todo esto? —preguntó.

—Hay algo que tienes que saber —le dijo Paula acercándose a él.

—¡Te secuestró! ¡No puedes defenderlo! —gritó preso del enojo que corría por cada rincón de su cuerpo.

—No estoy defendiendo a nadie y a él menos, pero por favor, escucha —insistió
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo