Capítulo 1

—¿Cómo puede ser tan estúpida?.

—Lo sé, me acosté con su novio la semana pasada, ella estaba durmiendo, fue una experiencia interesante imaginar su estúpida cara al escucharnos, además ese tipo si que es bueno en la cama.

—Te lo dije.

Me aferro a mis libros, caminó rápidamente a la salida, secó mis lágrimas con los puños de mí camisa. Espero que no me vieran escapar. Ya no quiero llorar.

Mis ojos duelen, ese puño se sintió como un cuchillo, debo de tener cuidado cuando ponga hielo en mis ojos para aplacar la hinchazón en ellos.

Miro el cielo, anoche tuve que volver a fingir estar dormida. Escuche claramente como Johans estuvo ocupado con Triana. 

Soy una completa estúpida, ¿Hoy a la mañana cómo pude fingir una sonrisa?, mientras buscaba hielo para encerrarme en el baño, de nuevo le deje la nota antes de salir corriendo de allí.

Sé que no es correcto lo que mi novio hace pero si no lo soporto terminaré en la calle de nuevo. Odio el mes de Julio.

Vrrr… Saco mi teléfono.

Aria este finde de semana Isabelle los invita a cenar, ven con Johans.

No dudo en responderle:

Lo lamento papá, no podremos ir, Johans está muy ocupado con su trabajo.

Automáticamente después de enviar ese mensaje aparece su llamada en la pantalla.

Bloqueo mi móvil, en estos momentos agradezco vivir lejos de él. Robert no querrá darle una mala impresión a su nueva esposa, así que no podrá hacer mucho.

Una sonrisa amarga aparece en mi boca, lo que no hiciste por mamá, ¿Fue tan fácil hacerlo por otra mujer?.

Cuando mi padre conoció a Isabelle empezó a alejarse del alcohol, tuvo un cambió rotundo, me sorprendí cuando me busco para conocerla, mi primer pensamiento al verla fue, es una mujer hermosa pero no puede compararse a mamá, ellas son completamente diferentes, su cabello es de color rubio dorado, el de mamá era como un platino, su piel es muy hermosa pero no se puede comparar a la de mi madre, sus ojos son verdes como las lentillas que usaba mamá, ella me hizo prometer que no le contaría a mi padre, no sé realmente cuál es su verdadero color.

Vrrr, vrrr, rrr… Los mensajes de Robert no dejan de llegar. Mi cuerpo tiembla instintivamente, mi padre no puede golpearme, estoy muy lejos de él.

Agradezco que me expulsara de la casa cuando decidió vivir con ella.

—Ari. —Mi novio se acerca a mí. Rodea mi cintura. —¿Por qué no me abrazas?. —No quiero hacerlo. —¿Aria?.

Realmente no quiero hacerlo.

—Me duele un poco la cabeza —murmuró incómoda.

—¿Estás bromeando?. —pregunta claramente un poco molesto.

—Johans, me duele. —¿No puedo pensar en una mejor excusa?. —Yo…

—Aria. —Observó al chico que me llamó, creó que es un nuevo compañero de clases. —Nos vemos.

—Adiós —respondí desconcertada.

—Ese, ¡¿Quién demonios es él?!.

—Un nuevo compañero.

—¡¿Por qué tiene que saludarte?!. 

No tengo idea porqué lo hizo. —No lo sé.

—¡¿Crees que soy estupido?!.

—Johans, cálmate, te digo la verdad, no tengo idea porque me saludo.

—Aria. —Genial, ahora llegó la bruja moviendo de forma exagerada su cintura. —Hola, ¿Tú eres?.

—Hola soy Johans. —¡¿Es enserio ambos van a fingir no conocerse?!. Después de revolcarse toda la noche.  —El novio de Aria.

—¿Novio?, no sabía que tenías novio. —Me obligo a sonreír para no vomitar ante su repugnante actuación. —Entonces, ¿Por qué me pediste que le entregue tu número a Clay?.

¿Clay?, ¿Quién es Clay?.

—Aria. —La voz sombría de Johans me saca de mis pensamientos. 

—No conozco a ningún Clay, no sé de quién hablas.

—Lo siento. —Triana se disculpa apresuradamente. —No sabía que estabas con tu novio… Vi que Clay te saludo y venía a felicitarte pero al parecer malinterprete todo. Fue un gusto conocerte Johans, nos vemos mañana Ari. ¡Lo siento! —grita con temor antes de huir, ¿Es enserio?, ¡Maldita zorra!.

Johans afirma su agarre en mi cintura y sujeta mi brazo. 

—Espero que no hayas creído sus palabras, no la conozco ni a él ni a ella, sabes que no tengo buena relación con mis compañeros. —Lo hice para dejar de pelear contigo, me aparte de todos. ¿Lo olvidaste?.

—Entonces, ¿Qué fue lo que acaba de suceder?.

—No lo sé.

—¡¿No lo sabes?!. —Los chicos empezaron a detenerse y observarnos. Johans también se percata de ello. —Continuaremos esta charla luego.

Empieza a arrastrarme hasta el auto, me obliga a subir. Mi cuerpo se entumece. ¿Por qué no puedo moverme?.

Clac… ¿Por qué le puso el seguro?.

Johans azota el volante. —Mi madre me dijo que eras una perra y yo le dije que estaba equivocada pero al final ella tenía razón y yo era él que estaba cometiendo un error. —Sus ojos estaban oscuros. Intento hablar, preguntarle, ¿Por qué me dice esas cosas?, pero… ¿Mi boca no se mueve?, ¿Por qué estoy temblando?. —¡¿Por qué no respondes?!. ¡¿Perra quieres que te golpee hasta que confieses?!. ¡¿Desde cuando me ves la cara de estupido?!. —Un ardor recorre mi mejilla, Johans me dio un puñetazo. —¡Habla!.

—Yo no, no lo hice.

Una sonrisa burlona cuelga de su boca. —¡Ja, Ja!, te vi saludarlo.

—Fue un reflejo, no lo conozco. —Intente darte un poco de celos para que te sientas incómodo y mal como yo lo estoy. 

—Eres una m*****a perra mentirosa. En casa voy a saldar esta m*****a cuenta. ¡Me arrepiento, no debí recogerte de la calle!, tú eres sólo basura. ¡No debí sacarte de allí!.

Cierro mis ojos, no llores, si lo haces te golpeara más. Recuerda no llorar.

Esa frase repetía una y otra vez mi madre frente al espejo, después de que ella se fuera puede entender porque lo decía. Te golpean más fuerte si lo haces.

Antes de conocer a Johans tuve que vivir en la calle, fueron meses duros, y él se convirtió en mi sol en medio de la oscuridad hasta que pude entender que el sol solo aparece durante el día y en la noche desaparece. Al principio solo podía justificar sus acciones, porque nunca fui capaz de darle algo más que un beso y un abrazo, no podía cumplir mis deberes como mujer y él no podía esperarme, ¿Qué debía esperar?, ni yo misma lo sabía pero cuando intentábamos llegar más lejos mi cuerpo dejaba de moverse, es como si perdiera el control de mi misma.

Tapo mis oídos, no quiero escucharlo, no ahora, las palabras que mi padre usaba a diario contra mamá se repetían una y otra vez en mi cabeza, "Todo es tu culpa, porque no sabes atender mis necesidades como hombre y me obligas a buscar atención fuera".

Por momentos me dije, Johans es inocente, lo hace por mi culpa, después entendí que no tengo la culpa y poco a poco mi corazón se fue enfriando con él, intente acabar la relación más de una vez pero no pude porque no soportaba verlo llorar, no podía hacerle daño a la persona que me ayudó a salir de tanta oscuridad.

Plap…

—Por favor, suelta mi pelo, no hagas esto Johans.

Ignora mi súplica, me baja del auto jalando mi cabello, las lágrimas que colgaban de mis ojos empezaron a caer. Ayuda, que alguien que me ayude, miró a la señora de 50 años que vive al lado de nuestro apartamento, ella cuando nos ve, cierra la puerta. 

Yo lo sé, nadie hará nada, nadie me ayudará. Todos van a fingir no vernos.

Mis pies caen al suelo, me empuja adentro, una mano áspera sujeta mi cuello. El dolor extremo recorrió mi cabeza, después de recibir una patada que me obligó a encorvar mi espalda.

Pequeñas gotas de sangre caen al suelo, apresuradamente seco las esquinas de mi boca.

Mis pies fueron despegados del suelo. —Matarte es demasiado barato para ti. — Intentó apartar sus manos de mi cuello, su agarre es demasiado fuerte. 

El aire ya no cruza a mis pulmones, mi visión empezó a oscurecerse débilmente.

Aria, Aria.

¿Quién me llama?.

Déjame ayudarte.

¿Quién eres?.

Eso no importa, dejame ayudarte.

¿Quién eres?, ¿Por qué escucho tu voz?.

¡Aria!.

¿Por qué tu voz suena desesperada?.

¿Por qué lo harías?, ¿Quién eres?.

Soy Alai, yo solo quiero protegerte, ¡Por favor déjame hacerlo!.

No te creó, todos me abandonaron, Johans tiene razón, solo soy basura.

Aria, ¡Confía en mi!, no tienes nada que perder.

Es verdad.

¡Aría!.

Protégeme Alai.

Finalmente la oscuridad me envolvió por completo.

                  *****

—Ags, ¡Ahhh!. —Abro los ojos, el aire entra en mis pulmones, estoy viva. Sujeté mi pecho, mi camisa está empapada, notó manchas de sangre, ¡¿No fue una pesadilla?!. —Me duele, ¡Ah!.

¿Dónde estoy?, el dolor invadió mi espalda, la parte trasera de mi cuello. —Esto siento que es demasiado familiar. —¿Conozco este lugar?. —

¡No, no es imposible!, ¡¿Cómo llegué al bosque Flame?!.

Mis rodillas flaquean, regreso al suelo, entierro mi cabeza en medio de mis piernas. Roberts si sabe que estoy aquí me matará, debo huir, intentó levantarme pero vuelvo al suelo.

Johans, ¿Qué ocurrió?, recuerdo escuchar una extraña voz y después perdí el conocimiento, él… ¿Intentó matarme?. ¿Qué está sucediendo?.

Lloré, mientras me acurrucaba junto a un árbol.

No sé hace cuanto tiempo estoy aquí, el sol ya desapareció, mis tripas no paran de gruñir, creí que no tendría que volver a dormir en la calle. Mi cuerpo está entumecido por el frío y no puedo moverme mucho.

—Sólo… ¿Por qué no muero?.

—Te amo Ari. 

—Johans. —Tapó mis oídos su voz resuena una y otra vez.

Todo… ¿Todo fue mentira Johans?, porque no puedo negarlo que lo fue, o solo será porque desde el principio lo supe, tú no me amabas realmente, si lo hubieras hecho no hubieras metido a una mujer distinta en tu cama cada noche, cada vez que yo fingía dormir para no aceptar la m*****a realidad.

Intenté cerrar mis ojos pero no logré hacerlo al final del día, dolía demasiado. Fui demasiado estúpida para desear algo más que la muerte y creer que podía ser amada.

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