“Es solo por hoy. Lo juro. Si su guardaespaldas no hubiera tenido una emergencia…”. Scarlett trató de componerse mientras trataba de explicarle a su jefa cómo, después del descanso de la tarde, terminó caminando de regreso a la oficina, cargando a un niño de seis años. “Y si no hubiera sido por el hecho de que él insistiera en estar conmigo, hubiera agarrado un taxi hacia la Corporación Diamante Wright y lo hubiera dejado con su tío…”.

“Tonterías”, dijo Jessica en respuesta. “¿Vas a conducir una hora en sentido contrario? Y además, falta un poco más de una hora para que termine el trabajo. Por último, es el hijo de nuestro mayor cliente. Por supuesto que puedes hacer que se quede contigo”.

“No olvides decir algo bueno de mí a los hermanos Wright”, agregó Jessica con un guiño.

Al dejar salir un suspiro de alivio, Scarlett dijo: “Gracias por tu comprensión, Señora Hogans. Se lo agradezco”.

Liam, quien había estado detrás de Scarlett todo el tiempo, se asomó para sonreírle a Jessica.