Capítulo 1 Nuevo pretendiente
Un año después.

“Cásate conmigo. Prefiero pasar una vida contigo que enfrentarme a todas las épocas de este mundo sin ti”, dijo una belleza de ojos verdes ante ella.

“¿Casarme contigo?”. Aunque completamente entretenida, Scarlett estaba bastante sorprendida. Absolutamente, no sabía cómo reaccionar ante una propuesta tan dulce y genuina, por muy joven que fuera su nuevo pretendiente.

Al levantar ambas cejas, preguntó: “Dónde… ¿dónde aprendiste eso?”.

“Se llama, G - O - O - G - L - E. Líneas del Señor de los Anillos por J.R.R Tolkien”, respondió el jovencito con un guiño.

Scarlett resopló y se rio de su apuesto, y absolutamente adorable admirador.

Después de que Luca le rompió el corazón, afirmó que algún día se vengaría. Lamentablemente para ella, Luca aplastó sus sueños de convertirse en abogada, gracias a sus conexiones. Nunca llegó a tomar el examen del colegio de abogados. Luca le impidió tomarlo, incluyendo ser contratada por empresas grandes y pequeñas.

Como nunca salió de la ciudad de Braeton, tampoco pudo conseguir un trabajo estable. Cada vez que se conformaba con un trabajo, Luca se enteraba, y la despedían enseguida. Debería haberlo sabido. La familia James era la quinta familia más rica de la ciudad. Ella no tenía ninguna oportunidad contra su riqueza e influencia.

Al final, Scarlett Barnes, la hija biológica de Cindy y Philip Barnes, una heredera del imperio Barnes y una abogada en producción, estaba ahora sirviendo mesas en un bar restaurante en el centro de la ciudad de Braeton.

Scarlett al menos esperaba que, al mostrarle a Luca su nueva y feliz vida amorosa, sería suficiente venganza; su felicidad después de la tormenta.

Durante mucho tiempo había soñado que un día, un caballero de armadura brillante la haría caer rendida a sus pies. Que un hombre apuesto, con una profesión decente, se enamoraría perdidamente de ella y le daría la felicidad que siempre había deseado. Sin embargo, después de un año, su inesperada propuesta de matrimonio vino de… un niño de seis años.

‘¡Genial! ¿Es esta mi oportunidad de ser feliz?’, pensó. ‘¿Eres mi caballero en armadura brillante, pequeño niño?’.

Anteriormente, había visto a Luca y su hermana adoptiva, Courtney, entrando al Restaurante Giro Herbario. Tratando de evitar encontrarse con ellos, se escondió detrás del viejo y sin usar mostrador del bar, el cual estaba más al fondo del establecimiento, donde no se permitía la entrada de clientes.

Scarlett terminó con la compañía de un niño joven a quien, en los últimos dos minutos, había llegado a conocer como Liam.

“Señorita, ¿qué dices? ¿Te casarías conmigo?”, preguntó nuevamente Liam. A través de sus largas y gruesas pestañas, sus orbes verdes permanecieron pegados a ella, y sus lindos y rosados labios formaron una dulce sonrisa.

‘Maldita sea, es realmente lindo. Lástima que solo sea… un niño’, pensó, haciéndole un puchero con sus labios.

“Ummm”. Apretó sus labios, sonrojándose de la risa ante la propuesta del niño y dijo: “¿No crees que soy un poco mayor para ti? No pretendo lastimar tus sentimientos, jovencito, pero naciste demasiado tarde”.

Liam sonrió de nuevo. Sus pequeños dedos rozaron su cabello de color miel y respondió: “Señorita Scarlett, eres mayor que yo, ¿pero no has oído hablar del dicho que la edad no importa?”.

Scarlett quedó boquiabierta. Su mano cubrió inmediatamente su boca para detener la risa que se escapó de sus labios. Respondió: “Vaya, vaya. Parece que G - O - O - G - L - E te está enseñando bien”.

Él sonrió.

Luego, Scarlett resumió: “Liam, lo lamento, cariño, pero nuestra diferencia de edad es demasiado grande. Simplemente no funcionaría. Tengo la edad para ser tu madre”. En un esfuerzo por escapar de la persecución del pequeño, preguntó: “¿Y cómo es que estás aquí? ¿Dónde están tus padres?”.

“Escapé de mi papá”. El niño se burló, y sus ojos se entrecerraron mientras reveló: “Me iba a llevar al doctor. No me gustan las agujas”.

“Bueno, prefiero a un hombre que sea valiente. Alguien que no le tema a las agujas”, dijo ella de la nada, haciendo que el niño cruzara sus brazos contra su pecho.

El niño no parecía estar interesado en cubrir su miedo a las agujas y preguntó: “¿Qué hay de ti? ¿Por qué te estás escondiendo aquí, Señorita Scarlett?”.

Scarlett suspiró. Ella no era el tipo de contar su historia triste a cualquiera, pero este era un pequeño niño inocente. Entonces, reveló: “Me escondo de mi ex y su nueva amante. Me quitaron todo, ya ves. No quería que me vieran en este estado patético”.

“¿Están aquí? ¿Dónde?”, preguntó el niño, y sus cejas se alzaron con curiosidad. A Liam realmente le gustaba la dama frente a él y entonces, quería ver si su exnovio era una digna competencia.

Con dificultad, Scarlett se asomó en una abertura del mostrador y sus ojos escudriñaron todo el restaurante en busca de alguna señal de Luca y Courtney. Cuando los encontró, señaló con su dedo y dijo: “Ahí están. ¿Ves ese chico rubio y la chica con cabello corto? Son ellos”.

Una burla salió de los labios de Liam mientras decía: “Él es como uno de mis guardaespaldas, está a punto de quedarse calvo. Seguro, es guapo, pero…”. Se inclinó hacia atrás, estiró sus brazos y miró a Scarlett antes de sugerir: “Te lo prometo, cuando pierda toda mi grasa de bebé, seré mucho más apuesto que ese hombre”.

Liam le guiñó y agregó: “Señorita, soy la mejor opción”.

Scarlette se quedó sin palabras.

Con una mano sobre su boca y la otra sobre su estómago, Scarlett dejó salir otra carcajada. Simplemente estaba tan entretenida por el pequeño niño que no pudo evitar hacerlo repetidamente. Eventualmente, ella habló: “Sabes, para un niño de seis años, ¿hablas como si fueras qué? Un casanova en sus veintes”.

“Señorita, hablo en serio”, agregó. “Y si tienes alguna duda sobre mis genes, cuando conozcas a mi padre, sabrás que mis genes son impresionantes”.

“¿Así que ahora quieres que conozca a tu papá?”, preguntó Scarlett, todavía riéndose del lindo pequeño. “¿Simplemente para presumir lo apuesto que te volverás dentro de veinte a treinta años?”.

Justo cuando pensaba que Liam iba a probar su punto, se calló de repente. Un ceño fruncido se formó en su rostro cuando se retractó de sus palabras: “No importa”.

“Te mentí. Mi buena apariencia no vino de mi padre. Creo que la obtuve de mi abuela o abuelo”. Mantuvo su mueca y agregó: “No puedes ver a mi papá”.

Liam pensó que, en todo caso, su padre sería su mayor competencia en el corazón de Scarlett. Su exnovio era solo un pequeño pez, pero ¿su padre? Siendo el último heredero de la Corporación Diamante Wright, una empresa multimillonaria en el país, era sin duda el soltero más codiciado de la ciudad. No permitiría que esta belleza conociera a su padre. De ninguna manera.

Realmente le gustaba Scarlett. Tenía una sonrisa tan dulce y sus risas eran adorables. Lo más importante, sentía que Scarlett era una dama bastante amable por hablar con él y escuchar su propuesta sin mostrar ninguna mirada de desagrado. Eso esencialmente también le hizo creer que tenía una oportunidad.

“No te gustaría mi padre. Es gordo y viejo. Tiene muchas canas, tiene una gran barriga y canta muy extraño cuando cocina”. Liam describió a propósito a su cocinero italiano sabiendo que era todo lo opuesto a su padre.

Sacudió su cabeza y resumió: “Me siento mal por mi papá. No se parece a mí”.

“Y qué hay de tu mami?”, preguntó Scarlett, todavía sonriéndole.

“No tengo una madre. No sé por qué”, respondió calmadamente Liam, pero terminó frunciendo el ceño, preguntándose momentáneamente por qué su padre siempre evitaba hablar sobre su madre.

“Siento oír eso, Liam. Pero al menos tienes un padre. Algunos niños de ahí fuera no tienen ningún padre”. Esa era la manera de Scarlett de calmar al niño después de un evidente cambio en su temperamento.

“Está bien. Sé que mi papá me ama”, respondió Liam. Una leve sonrisa se formó sobre su rostro al pensar en su padre.

Los dos pasaron diez minutos enteros charlando detrás del mostrador, pero eventualmente, Scarlett vio cómo Luca y Courtney abandonaban su mesa. Con un suspiro aliviado, le sugirió a Liam: “La costa está despejada ahora. Necesitamos encontrar a tu padre y necesitas disculparte con él. El pobre viejo debe estar muy preocupado”.

“No. No vas a conocer a mi papá”, insistió Liam. “Puedo encontrar el camino a casa”.

“¿Por qué?”, preguntó Scarlett de vuelta, ahora totalmente curiosa.

Liam adivirtió: “Porque no te gustaría. ¡Nop! Papá gordo, con el cabello blanco, barriga grande, ¿recuerdas?”.

“¿Acaso eso importa?”, preguntó, sacudiendo su cabeza ante el desafío del niño.

***

Casi dos horas después, Scarlett se encontró de pie frente a la puerta del apartamento de lujo del Hotel Tercer Diamante, mirando boquiabierta a un hombre alto y guapo que… llevaba puesto una sudadera con estampado del Oso Pooh.

“¿Señor Pooh?”, preguntó, completamente perpleja mientras sostenía a Liam frente a ella.

“¿Señorita Belleza?”, dijo el hombre de vuelta.

Liam estaba dolido, y terminó mirando entre el Señor Pooh y la Señorita Belleza.
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