Encuentro a ciegas

Ya en su departamento Alex cayó en cuenta lo que le sucedía, se estaba consumiendo en el estrés lentamente. Estancado en la misma ciudad que le arrebato todo, mientras se tumba en la cama, un mensaje de Luis en la pantalla de su celular era la dirección del hotel donde el grupo se va a conocer y luego partirían hacia Mallorca en barco.

Al día siguiente Clara está sentada en un pequeño autobús con su equipaje, con sus audífonos puestos se acomoda la chaqueta color azul y mientras sus pensamientos están en blanco un brazo le roza el hombro haciendo que se quite los audífonos, entonces nota un lunar en forma de nuez en la muñeca derecha del sujeto que llevaba solo un bolso pequeño consigo.

—Ten más cuidado o ensuciarás tu chaqueta azul —le dice el sujeto con tono sarcástico que sigue caminando. Mientras tomaba asiento en el autobús Alex piensa en el comentario chaqueta azul

Un poco despistada Clara se le había pasado el comentario sarcástico de aquel extraño mientras en el mismo autobús Alex mira a través de la ventana con una expresión de amargura, sin pensarlo, ambos extraños con su primer encuentro a ciegas reflejaban mucha tristeza y vacío, aunque los dos se dirigían al mismo lugar para descubrir si la situación en sus vidas se agravaría o mejoraría tenían mucho más que descubrir entre ellos.

Una melodía de género clásico suena en la habitación de Thomas que inunda sus pensamientos con ideas diversas de cómo hacer de este tour uno de los más llamativos de todos, porque con su popularidad no se le notaba que estaba iniciando en este negocio tan lucrativo. Por su atractivo en fiestas y entretenimiento, pero este hecho no lo hacía lo que era, ya que la realidad es que el hermano de Clara era un hombre de 24 sin carrera, con múltiples fracasos financieros y reputación entre las mujeres de un adonis patán de cara pálida.

La realidad que él se pintaba era la de un proveedor de diversión por tres noches y cuatro días, que ofrecía a turistas y gente millonaria, o por así decirlo a quienes podía manipular con regalos y ambiente de lujuria. Este año quiere subir de nivel, así que planifico tener a los solteros en una suite diferente a los casados y aburridos que venían con sus amantes, para esto había alquilado dos pisos completos porque este evento lo impulsaría aún más de repente su paz y tranquilidad se ven interrumpidas con el sonido de su celular.

— ¡Mierda! —soltó mientras abre los ojos y toma el celular que refleja un mensaje de su hermanita menor que dice:

—Ya estoy aquí en Valencia, llego en 15 minutos a tu hotel.

El chico alto y con cabellera color castaño se levanta de su escritorio y le responde:

—Clara espera un par de horas en la cafetería frente a mi hotel, enviaré a mi asistente Amber por ti, no estoy listo para recibirte, te esperaba a las 7 de la noche.

Envía el mensaje y su ceño se frunce aún más, como era posible que su hermana se presentara hoy y en este tour donde tenía planeado invitar a gente importante e influyente, tanto que faltaba organizar y sus dos asistentes, Amber y Juan no se daban abasto con toda la demanda que tenían para esta noche, cócteles, habitaciones, luces, comida, música, todo y cada vez se sentía más frustrado porque no sabía dónde colocar a su hermana… pero después de unos minutos se le ocurrió una gran idea dormirá en mi habitación en el piso de abajo.

Mientras se baja del autobús Clara no podía creer el descaro de su hermano en dejarla esperando por dos horas y decirle que la asistente personal la buscaría, ciertamente se sentía como idiota, pero mientras tanto se aferra a la idea de ir a esa cafetería para probar algo decente. Entra por la puerta de la cafetería y se sienta en una de las mesitas junto a la ventana, toma el menú y ordena un budín de chocolate.

Mientras se relajaba un poco, la joven camarera le trae un delicioso budín y con sus dedos comenzó a rozar el platito para luego tomar la diminuta cucharita y llevarse un trozo a la boca, su mirada se posa en la ventana para deslumbrarse con la vista de la gente pasando y entre ese mar de personas, un chico joven de cabellera oscura y con lentes de sol costosos se detuvo repentinamente en frente de su ventana de costado.

Clara olvido por un momento el delicioso sabor del budín que llenaba su boca de un sabor exquisito cuando de pronto sus ojos se concentran en aquel chico con piel blanca y brazos fuertes y si, el sabor del budín ya no era tan excepcional porque algo mejor está en su paladar y ella lo saboreaba que delicia observarlo pensó en ese instante. Él se quita los lentes y respira hondo para mirar la entrada de la cafetería, los ojos de Clara brillaron al ver que la mirada de aquel desconocido se posa en la suya…

Por dos segundos ambos se miraron fijamente, pero Clara rompió el contacto desviando su azulada mirada hacia otro lado y regresando al budín, entonces Alex sintió una pequeña chispa recorrer su espalda mientras la seguía observando y entonces la detallo, de pronto le pareció pasearse por un jardín lleno de belleza, un jardín donde no conocía el tipo de rosas que habitaban se dispuso a entrar a la cafetería se dirigió a la barra para pedir un café y mientras espera se voltea para mirar de nuevo a Clara que se encuentra leyendo un pequeño libro y pasando la cucharita encima del budín con las piernas cruzadas.

Con dotes de galán y picardía se quita la chaqueta, se apoya en la barra sin apartar la mirada de Clara, pero cuando ella levanta la mirada azulada para reflejar pequeños destellos de curiosidad, el celular de Alex suena, entonces su mirada pícara paso a la de flojera. Se puso dos dedos de lado de sus labios y apartando la mirada se vuelve hacia la chica que le da su café y contesta el celular, luego toma su chaqueta y sale de la cafetería, pero cuando cruza la puerta le da una última mirada a Clara y sale, nuestro espectador cuelga la llamada sonríe y sin mirar atrás se va.

Clara, llena de sorpresa y emociones encontradas, termina su budín y respirando hondo, pensando que fue una mera casualidad aquel encuentro indirecto, mira su reloj que todavía marca las 5:20 pm.

—Tomas te la verás conmigo —Clara susurra.

En la recepción del lujoso hotel donde sería la apertura del tour se encuentra Alex esperando a Amber la asistente quien lo llevaría a su estadía.

— ¿Señor Alex? Como esta mucho gusto soy Amber la chica que le llamo hace unos minutos —menciona la asistente de Thomas muy sonriente dándole la mano.

—El gusto es mío —pero intentando ser amable y cordial sonaba algo falso, solo quería llegar y despejar su mente un rato.

—Sígame por aquí, ya su habitación está lista.

—Gracias —la siguió hasta el ascensor y su falsa expresión de comodidad cambio a una de cansancio nuevamente.

Ya en el piso el ascensor se abre y la asistente sale primero para guiarlo a una suite del lado derecho del corredor.

—Aquí tiene su pulsera señor Alex, como verá funciona como llave para la puerta principal —la chica le coloca la pulsera y ambos entran en una suite presidencial con puertas alrededor y una sala grande al lado derecho, un minibar.

—Ok, gracias ¿cuál es mi habitación? —le pregunta Alex.

—Esta venga por aquí —Amber abrió una de las puertas que reflejaba una habitación de tamaño mediano que solo contiene una cama con un guardarropa, la mirada de Alex se fijó en la cama y quería que Amber se fuera, aunque no quería ser grosero, si vino del otro lado de la ciudad para esto quería que valiera la pena.

—Bueno, lo dejo, esta es su habitación y si necesita algo solo envíeme un mensaje, aquí tiene el itinerario, nos vemos en una hora —termina diciendo Amber para retirarse.

Al fin piensa el chico de ojos Caramelo mientras deja el bolso en el suelo y se tumba en la cómoda cama, se quita los zapatos y lentamente se va quedando dormido.

Un ocupado Thomas se terminaba de vestir y poner crema para el cabello, mientras sale de su habitación en el corredor lo acompaña Amber que lo espera afuera.

—Tráela aquí y métela en mi suite, dale lo que pida y que no me moleste hasta mañana —menciona algo fastidiado.

—Ok Thomas —le responde su asistente mientras corre a buscar a Clara.

Ya afuera del edificio, Amber camina cruzando la calle y cuando busca el rostro de Clara ve a una chica con la mano en la barbilla escribiendo en su celular.

—Clara, como estas tu hermano me envió a buscarte, soy Amber su asistente, mucho gusto—le menciona Amber parándose en frente de ella.

—El gusto es mío y bastante cansada por el viaje, algo que mi hermano no entiende —acota Clara poniéndose de pie tomando sus cosas para salir con Amber.

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