Cambio de planes

Mientras caminaba hacia la oficina del jefe se preguntaba que era tan importante para que él lo llamara.

—Siéntate Alex —le dice el jefe.

—Gracias señor Harold y dígame para qué me necesita —le responde Alex algo preocupado.

—Me informan que algo no va bien en el proyecto del presupuesto de los dos edificios para la zona este.

—¿Perdone, señor? —Alex se encontraba confundido.

—Fue lo que el departamento de Rodrigo me dijo esta mañana, que está pasando, no puedes manejar el trabajo o ¿se te es muy pesado? ¿Estás estresado? —le dijo el jefe y de pronto Alex se sintió algo exaltado.

—Señor Rodrigo solo me hizo saber esa información desde hace un par de días —le dice Alex.

—Rodrigo me informo que te envió esa información desde hace una semana.

—Señor eso es falso —le dice Alex algo conmocionado.

—Alex cálmate —le dice el jefe.

—Se lo dije por llamada señor, que dejara de apresurarnos. Nuestro departamento tiene mucho trabajo que estaba antes y no puede ser desatendido, pero le mencione que en tres días tendría su presupuesto.

—Perdona, pero ese presupuesto como tú les dices son parte del proyecto de expansión, necesitamos cierto apoyo y veo que tú no estás en coordinación con los otros departamento, he recibido varias quejas de muchos de tus compañeros, con ver tu tono de voz ya es suficiente para decirte que no estás apto para el puesto que te iba a asignar.

—Señor yo… —dice Alex.

—No quiero escuchar, has sido muy privilegiado, pero no toleraré esta falta de interés por el trabajo Alex, siento que necesitas irte por un pequeño tiempo.

—¿Qué? Señor yo —dice Alex.

—No Alex ahora tendremos perdidas de dinero y tiempo por tu ineptitud y ya no más, estás en suspensión, además sería un buen tiempo para estar con ella ¿no crees? —termino diciendo el jefe.

Un Alex derrumbado por las circunstancias se hacía en el pasillo y lentamente ignorando a Annie entra en su oficina. Mientras cierra la puerta, un aire de consuelo y desesperación recorre su cuerpo para pasearse por la alfombra marrón hasta llegar a la ventana, en ese instante inunda sus pensamientos, una mujer en cama y con mala salud.

Sentada en un borde de la cama con una almohada entre las manos, Clara con la mente en otro lado se nota algo preocupada en su mirada, para ella ser expulsada o suspendida significaba que ya no gozaría de los beneficios del campus ni del prestigio, además de la vergüenza de no finalizar y graduarse estando tan cerca de la meta. Tan cerca de su título de medicina, pero ella sabía que todo esto era un mal entendido y lo iba a resolver.

— ¿Cómo estás, cariño? —le dice Luci mientras entra por la puerta de su habitación con dos tazas de Té.

—Me siento muy mal, pero intentaré sobreponerme, no puedo darme el lujo de llorar ni decaer en estos momentos porque yo… —dice Clara, pero en el instante que le iba a comentar a su amiga lo que tenía planeado para limpiar su nombre, la miro a los ojos y sintió que no debía hacerlo, en su lugar solo desvió la mirada y se levantó para continuar empacando sus cosas.

—Cariño pero puedes quedarte aquí inclusive si no tienes beca mientras encuentras empleo —responde con un aire de preocupación, por supuesto Luci era de buena familia solo tenía que hacer una llamada y su padre cumpliría todos sus deseos. Esa notable preocupación no era por Clara sino por sí misma, ya que cuando Clara se fuera a ella le iba a costar el doble aprender y pasarle a los profesores sino utilizaba sus influencias.

—No puedo debo ir a ver a mis abuelos además tu ya estas bastante avanzada y bien sin mi —le respondió Clara mientras colocaba el último par de botas en su maleta.

—Pero tú eres mi amiga, además imagínate que aburrido será todo sin ti o Sam —le dice Luci mientras le da un abrazo de espaldas con los brazos alrededor de su cuello.

Sam permanecerá en el mismo lugar después de todo, pero que carajo tenía que decir Luci de eso a ella que le importa si él se iba con ella o si los dos se comprometían ¿qué le interesa a Luci? Pensó Clara de inmediato tomando las muñecas de su amiga y zafándose del abrazo.

— ¿Porque mencionas a Sam? ¿Acaso él no puede hacer con su vida lo que quiera? —le dijo a Luci mientras suena el timbre y Luci con expresión de preocupación dice:

—Yo voy… —dejando con la palabra en la boca a Clara, en realidad la relación con Sam era algo de poco tiempo, llevaban 1 año y no pasaba de intensos besos, además ella siempre sintió que algo le faltaba a esa relación y no era precisamente sexo.

—Clara cariño una chica te busca se llama Andrea ¿la conoces?

—No, pero veré que quiere —responde Clara.

—¡Hola tú debes de ser Clara! Mucho gusto Andrea, soy del comité de alumnos —saluda la chica de cabello rojizo mientras le extiende una mano a Clara.

—Mucho gusto —le dice Clara mientras le sonríe con asombro.

—Podemos caminar tengo que comentarte algo importante.

—Si —le responde Clara y salen mientras se pone su chaqueta.

—Quería preguntarte ¿te expulsaron por posesión de drogas? —dice la chica Andrea con curiosidad.

—Oye creo que ya es bastante fuerte el asunto como para estar haciendo una broma del asunto —le dice Clara mientras aligera el paso.

—Oh no perdona si te sentiste ofendida yo solo quiero verificar si te puedo apoyar —termina diciendo la chica con pecas en la cara y lentes.

—¿Como podrías hacerlo? —le responde Clara deteniéndose.

—Estudie tu historial ayer por la noche y observe que es impecable, graduaba de la secundaria en solo 4 años, excelente conducta, creadora de la teoría del sistema nervioso central, activista al iniciar la carrera, notas altas y lo más interesante en estos 4 años en la facultad no se te ha atribuido ninguna falta por parte de la dirección general.

—Si eso ya lo sé pero todo eso se ve derrumbado por lo que encontraron ayer.

—Solo dime que te dijeron en admisión cuando te dieron la carta de expulsión —le dijo la chica y los ojos de Clara se humedecieron.

—Eso solo eso la carta de expulsión —comenzó a sonar el celular de Clara, era su abuela Felicia pero al ver que era ella le ignoro.

—Oye tranquila no vine a hostigarte se que quieres estar a solas pero quería ayudarte porque veo que estas a finales de tu carrera y es muy doloroso que termine así, si me pudieras mencionar algún otro detalle que… —le dice la chica.

—La secretaria me dijo que tenía 30 días para revocar eso, probando que yo no tuve nada que ver —responde Clara.

—Eso es, allí está es una de los artículos de las reglas de la institución —menciona Andrea mientras comienza a anotar rápidamente.

—De verdad agradezco tu apoyo y sé que esto debería de ser con policías y todo para investigar y probar que yo no lo hice pero intentare algo diferente —mientras dudaba en decirle la miro y le dio un aire de confianza que no había visto en 4 años —voy a ir a buscar al que me hizo esto, creo saber quién fue.

—¿En serio? —le dice Andrea.

—Si yo no te lo iba a decir pero eres la única que ha mencionado la palabra apoyo aquí —le dice Clara.

—Te creo ya que no tienes muchas amistades de confianza.

—¿A que te refieres? —dice Clara.

—Solo te digo que te cuides de todos a tu alrededor —y subiendo una ceja le hizo entender a Clara que todos sabían que algo andaba mal con su entorno.

—Bueno gracias Andrea me ayudaste con recordar las cosas buenas —dice Clara mientras le da la mano y se voltea para irse.

—Toma mi número, por cualquier cosa aquí estamos la asociación de estudiantes para ayudarte.

— ¡Gracias! —exclama Clara mientras iba caminando y entonces le pasaban muchas ideas en la cabeza como aquella vez que encontró a su amiga en el bosque de la orilla del lago con dos estudiantes compañeros de Química muy divertida sin camisa y ellos sin pantalones. De alguna manera intentaba creer que no existía ninguna trampa que implicara a su hermano, pero eso lo vería en unas horas cuando se encontrara en el departamento donde haría una de sus fiestas estilo tour para conocer sitios turísticos de España. Ya con sus maletas en el taxi y una Luci con expresión de soledad en la puerta Clara emprendió el camino.

—Al aeropuerto por favor —le dice Clara al taxista y con expresión cansada el taxista asintió.

—Todo saldrá de acuerdo al plan —piensa Clara en el interior del taxi, pero entonces un mensaje de Sam llama su atención.

“Hola, hermosura, lamento no haberme despedido de ti, pero en el grupo donde estoy viviendo me prohibieron verte, también creo que debemos darnos un buen tiempo para reflexionar nuestras prioridades académicas y personales, aún te quiero, pero necesito graduarme y estando contigo me lo impedirán, con amor Sam”

Los ojos de Clara se humedecieron mientras responde:

“Querido Sam no sabía que admirabas tanto a tu grupo del equipo donde vives sin pagar, por supuesto que te dejaré en paz porque ya estas a un paso de terminar tu carrera y el proyecto final que presentaras te recuerdo que yo te lo hice prácticamente, no me queda más que decir felicidades y que por mi parte esto se acabó ya no somos novios entonces gracias por nada”.

Mientras reclina la cabeza en el asiento Clara intenta no llorar, pero lo único que siente en ese instante es una profunda impotencia, ya que se siente usada y desvalorada por ya no pertenecer a nada.

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