Vidas separadas

Clara se dirigió a la oficina de admisión a las 3.55 pm con un papel entre sus manos apresuro el paso. Una atmosfera de indiferencia y tensión inundaba la oficina de admisión mientras Clara estaba sentada esperando.

—Positivo para cocaína señorita Spencer, tome sus cosas y retírese de la institución —dice el encargado de admisión.

—Un momento señor aquí tengo el papel que dice que yo no recibí ningún paquete a mi nombre y menos en mi casillero —menciono Clara mientras se levantaba de su asiento.

—Perdone, pero estaba en su poder y decía su nombre la policía nos dijo que por lo poco no era suficiente para levantar alguna acusación pero si para sacarla de esta institución.

—Pero señor yo… —dice Clara.

—Agradezca que usted sea una de las mejores si no fuera así solo recibiría una carta notificando su expulsión —le dice con dureza el encargado.

Clara no podía más que llorar en su interior, mientras con lentitud pasaba por el pasillo de la oficina la secretaria tomo su brazo.

—Oye niña algo que no te menciono y es que si muestras quien te metió en esto puedes recuperar tu beca y estadía aquí —la secretaria le susurra sonando convincente.

—Si fuera cierto ¿cuánto tiempo tendría? —miro con expresión dolida Clara a la secretaria

—Tienes 30 días.

—Gracias… —con un mal semblante la elegante chica joven y brillante se había desplomado de pronto y solo tenía a alguien en mente, su hermano e iría a hacerle una visita.

En la ciudad de Valencia España se encontraba un joven aficionado al orden y a la música clásica, sentado en su oficina y tecleando con habilidad dos computadoras con sus auriculares puestos. Alex un espectador de la vida que solo podía opinar como creía que pasaban muchas más emociones además de las relaciones intimas ante sus ojos, mientras observaba unos papeles su secretaria entra de pronto.

—Señor Alex perdone que lo moleste es importante el señor Rodrigo no para de llamar para las inversiones en los edificios del lado este —le dice su secretaria.

—Annie comunícame de prisa —dijo él mientras con expresión molesta tomaba el teléfono.

—¡Rodrigo! Como estas iba a llamarte en cuanto me desocupara de unos asuntos, pero dime que necesitas con tanta urgencia.

Y al otro lado del teléfono-.

—Alex necesito saber con cuanto presupuesto contamos para la apertura de esos dos edificios en el lado este ya han pasad…

—!Si! Ya sé Rodrigo que han pasado solo dos días desde que lo mencionaste en la junta directiva y te lo aprobaron, gracias por tu paciencia que es bastante —sonó con sarcasmo y antes de que del otro lado pudieran objetar.

—Alex per… dice Rodrigo.

—Mira pequeño nomo mi equipo de compras trabaja duro sabes y este tu pequeño capricho no es el único tema a tratar, por eso se llama departamento porque se encarga de múltiples cuentas y órdenes de compra, pero no estoy aquí aceptando tu llamada para decirte como trabajo. Lo que te quiero decir es lo siguiente tu anhelado presupuesto lo tendrás en tres días así que deja de molestar a mi secretaria —y Alex cuelga abruptamente mientras pone sus manos en su escritorio y con dificultad mira el teclado y nota que algo le falta, pero no recuerda que.

Entonces toma sus pastillas de menta, se quita los auriculares y sale por la puerta.

—Estaré en el piso 20 toma mis llamadas, regreso en 15 minutos —dijo sin siquiera voltear a ver a Annie mientras azotaba la puerta detrás de él.

Un hombre demasiado joven para su estatus en una compañía multinacional con más de 1500 empleados en la zona, pero él desde muy niño sabía lo que quería ser y se enfocó en ello hasta que lo consiguió, menor de 5 hermanos este espectador de 21 años ya se había graduado de analista en compras y por las noches hacia una especialización mientras salía tarde de la oficina. Su porte y apellido decían que pertenecía a una de las familias más adinerada y sus zapatos finos lo hacían notar en toda la oficina.

Mientras cada paso que daba derretía a las chicas en cuestión con su cabello castaño oscuro y su piel tan clara como la nieve, alto y esbelto Alex sentía que tenía un paso hacia el éxito, ya que anhelaba su ascenso después de 3 años de duro trabajo siendo primero aprendiz y luego ir escalando posiciones que lo hacían la envidia de sus compañeros. Ya en el baño de hombres en el piso 20, Alex entra y mientras ingresa a unos de los cubículos su primera visión es Tatiana la secretaria de presidencia parada y ligeramente apoyada a un costado.

—Dos minutos tarde Alex —dice Tatiana con malicia.

—Un idiota queriendo pasar sobre mí por teléfono —dice Alex mientras desamarra su correa.

—Eso te puso de tan mal humor? —y con expresión traviesa se desabotona la blusa.

—Eso a ti que te importa —exclama con indiferencia y con habilidad toma sus senos y comienza a succionarlos, mientras sus dedos se meten debajo de su falda apretada con la otra mano le baja el cierre y la sube. Para luego encontrarse con su panty húmeda y deseosa para voltearla e introducirle su miembro, ella solo se apoya en la pared y se tapa la boca para evitar sus grititos de placer. Él la embiste con más fuerza y presiona sus caderas hacia él, ya terminado el acto Alex toma el condón y lo bota por el inodoro.

—Sí que estabas estresado no bebe? —dice Tatiana mientras él la observa.

—Un poco —dice Alex y salió del cubículo para lavarse las manos —y no me llames bebe suena ridículo, sal en 5 minutos —termina diciendo y camina hacia la puerta para salir.

Un tipo con un gran potencial, pero con una arrogante actitud hacia todo lo que no le permitía hacer su trabajo, ese trabajo por el que tanto había luchado. Entonces suena su teléfono. Secretaria Annie.

“Tiene conferencia en 5 minutos”

Ya en la conferencia Alex se la paso 2 horas explicándoles a los expertos en finanzas el presupuesto para el evento máximo que se haría en la compañía. Era la gira de promociones y captación de nuevo personal para la apertura de otras oficinas en Inglaterra, se le veía tan controlado y perfecto en su forma de hablar y expresarse, ciertamente él trabajaba duro y no era ninguna eminencia, pero su disciplina y constancia lo hacían el hombre que era con su perfecto orden este hombre tenía la certeza de ir por el camino indicado.

—Excelente Alex te veré el miércoles para concretar todo lo relacionado con la logística —le dice dándole la mano Germán uno de los expertos mientras salen de la sala.

—Por supuesto Germán cuenta con ello —dijo Alex con expresión de satisfacción.

Pasada la tarde entre reuniones, llamadas, tablas y números Alex se preparaba para irse a casa y mientras se colocaba su chaqueta observa por su ventana como era de noche y los autos solo pasaban uno detrás de otro.

—Señor está listo su auto —le dijo Annie mientras le entregaba sus papeles.

—Gracias que tengas buenas noches —le responde Alex. Ya en casa se duchó y ceno, el reloj marcaba las 10 pm y de pronto suena el timbre, mientras ve quien es abre la puerta.

—Que haces aquí Luis  —menciona algo cansado.

—Hermano es que tuve una reunión cerca de aquí sabes en el restaurante que una vez fuimos con mama y se me hizo tarde, la verdad no quiero tomar un taxi ¿puedo quedarme? —menciona Luis y sin dejarle responder se metió al departamento sentándose en el sofá de piel.

Luis el hermano del medio y en quien más confiaba por encima de los demás era un chico alto y apuesto con lentes vistiendo un traje sencillo de contador. Apresurado por hacerse una vida en la gran ciudad, pero hasta ahora solo comenzaba a labrar sus cimientos algo que su hermano había hecho hace ya 1 año.

—Está bien, pero debes irte mañana temprano conmigo, tengo mucho trabajo en la oficina —le dice Alex.

—Ok Alex madrugaré contigo, pero por favor dime que tienes algo de comer que esta ensalada.

—Jajá sabes que no y no pediré una pizza como la última vez que viniste —sonríe Alex.

—Pero hermano solo es una pizza con cerveza y es por un rato además hace cuanto no conversas con tu hermano favorito —le dice Luis.

—Si deseas pídela para ti —término diciendo Alex con vacilación.

—Ok bien hagámoslo.

—Salud —dijeron ambos con un vaso de agua y una cerveza.

—Yo creo que esta vez si me van a promover —dijo Alex a la vez que Luis tomaba un sorbo de cerveza.

—Si tú lo dices hermano, además tú trabajas duro para esa compañía es lo menos que pueden hacer.

—Me metí en un proyecto grande —le dice Alex bebiendo un sorbo de agua.

—Ten cuidado las cosas demasiado grandes pueden destruir tu atención y llevarte a la perdición —le respondió Luis mientras Alex le miraba.

—Siempre he querido esto y aquí estoy casi alcanzando las estrellas- —dice Alex.

—Deberías reflejar eso en tu trabajo y verás que todo saldrá solo —le dijo Luis mientras le sonreía.

Ya preparado y listo Alex se dirigía a la oficina y una extraña sensación en su pecho le incomodaba desde anoche mientras conversaba con su hermano, mientras subía por el ascensor un mensaje llego a su teléfono.

“El departamento de Gerardo dejo toda la documentación”

Ya entrando a su oficina…

—Señor Alex este carrito de papeles es la documentación que envió Gerardo desde el piso 15 —le dijo Annie y mientras cerraba la puerta se quedó mirando perplejo el carrito con tantos papeles y de pronto dejo caer sus cosas solo para descubrir un mensaje en su computadora de Rodrigo.

“Necesito el presupuesto porque mis superiores me están presionando”

Mientras su expresión se tornaba más dura ignoro por completo el mensaje y se enfocó en su nueva documentación.

—Señor Alex —entro diciendo Annie.

—Por favor ahora no Annie.

—Perdone el señor Harold requiere su presencia en su oficina.

—Ok —le responde Alex.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo