La sonrisa de Clara
La sonrisa de Clara
Por: Elizabeth P
El paquete

El despertador suena marcando las 7 am y Clara se levanta con entusiasmo para ir a su clase en la universidad de Oxford donde le fue otorgada una beca ya hace 4 años, por sus excelentes proyectos sobre el desarrollo del cuerpo humano y ciencias. Mientras los pequeños rayos del sol entran por una ventana la chica de cabello castaño y ojos grises se deja tocar por ellos mientras se dirige a la ducha solo para descubrir una nota en la mesita de noche.

“Hey preciosa lo de anoche estuvo bien, pero a la próxima lleva más tolerancia al alcohol para pasarla genial, con amor Sam”

—Odio beber —menciona y su expresión despreocupada cambia al notar una sombrilla húmeda debajo de la cama de Luci su compañera de cuarto, pero prosigue en arreglarse, evita ponerse sombra de ojos solo se ducha y peina con un moño hacia arriba, para luego vestirse con su uniforme de blusa blanca y falda oscura. Después se apresuró tomando su bolso y celular, a pesar de que su compañera mantenía una estricta disciplina a la hora de clases Clara tenía sus métodos para ser una de las primeras en llegar.

—Debo apurarme si quiero llegar antes —la clase no comenzaba hasta después de las 7:45, pero la profesora Emily que impartía anatomía hacia que los estudiantes hicieran fila afuera del aula y quien no seguía sus normas se le prohibía entrar, mientras sale de la casa tropieza con una pequeña caja, pero está tan apurada que la mete en su bolso y se va a la universidad.

Una vez ya en el pasillo Clara se dispone a quitarse los tacones para correr después de ignorar una llamada de su hermano, sus manos estaban cargadas de libros y a paso veloz. Algunos la ven correr con cierto encanto con su uniforme de falda oscura y su camisa blanca con un lindo listón azul en el cuello y sus labios pintados de color rosa, claro ella es una mujer joven de unos 19 años, eso la hacía la más joven entre sus compañeros por supuesto se graduó a los 15 años de la preparatoria, era una brillante jovencita que al parecer tenía todo su futuro escrito en la palma de su mano.

Con un rápido gesto Clara toma su pequeño pañuelo y se da pequeños toques en la frente para pararse detrás de la última joven en la fila que ya estaba rodando para ingresar al aula de la profesora Emily. No pudo evitar pararse más erguida cuando capto los ojos de la profesora sobre ella, ya en su asiento sus pensamientos estaban fuera de la clase resolviendo problemas matemáticos debajo de su escritorio mientras el libro de anatomía reposaba encima de sus piernas, por supuesto comprendía esa materia a la perfección.

—Señorita Spencer —llamo la profesora y Clara sintió una pequeña punzada en su estómago.

—Si profesora Emily —respondió al instante con serenidad.

—Puede ilustrarnos como el corazón hace su función en todo el cuerpo? —y con una media sonrisa pasa al frente.

—Si profesora —respondió Clara mientras se dirigía al frente con una hoja de papel.

—Hice un ensayo sobre el corazón y como funciona en el cuerpo humano ¿puedo leerlo? —pregunta Clara.

La profesora Emily no pudo ocultar su sorpresa y es que Clara hacia ensayos previos de todos los temas sencillos que encontraba en cada libro. Era muy inteligente tanto que no necesitaba largas noches sin dormir para terminar un proyecto o una exposición porque ella observaba el tema una vez y ya sacaba un análisis completo; mientras leía su ensayo en el ambiente se sentía un aire de desaprobación por parte de la profesora y de sus compañeros. Envidia que podían ocultar todos a los ojos de Clara porque siempre fingían que la querían menos los profesores, cuando termino de leer la clase ya había terminado entonces Clara tomo sus cosas y se marchó.

Teniendo un espacio de tiempo libre Clara se sentó en la biblioteca para terminar su teoría sobre el ADN un trabajo que ella había ideado mientras se comía un chocolate en compañía de su hermano mayor en las vacaciones pasadas. Tomas su hermano mayor alocado y sin carrera estaba en España emprendiendo un negocio de fiestas en ese país, pero sus constantes regalos y envíos de dinero a su abuela Felicia, abuelo Andrés y a su hermana menor decían que él se dedicaba a algo más que solo las fiestas, era un libro abierto con sus costosos regalos pero muy reservado con su negocio y su vida personal.

—Extraño de color verde oscuro —pensó de repente Clara al ver su pequeño anillo que por supuesto le obsequio su hermano, pero que el mismo le hacía recordar de que humor estaba, ¿verde oscuro? Tenía sus pensamientos revueltos cuando recordó el paquete que estaba en su puerta, pero enseguida se trasladó a la noche anterior donde Sam y ella bailaban y él cuidadosamente tocaba su trasero, en eso reacciono y abrió su bolso para observar el paquete.

—De Juan —un escalofrío recorrió a Clara por completo esto no era para ella porque el asistente de su hermano jamás le hacía envíos, no lo abrió y solo lo guardo. Ya su concentración se había ido hacia su hermano así que lo llamo, pero solo le enviaba a buzón. Enseguida se levanto tomo sus cosas y se dirigió a su habitación.

—! Amor allí estas! —Sam su novio la perseguía de pronto.

—Hey que pasa —le responde Clara.          

—Ni un beso para tu amor bebe.

—Estoy algo ocupada amor así que ¿por qué no te veo al rato?

—Espera ¿es por lo de las 9? —le dice Sam.

— ¿Qué? Oye me voy si —le dio un beso rápido y se marchó dejando a Sam con una mueca, pero aun así se veía atractivo con su cabello rubio y esbelta figura.

Clara abrió la puerta de su casillero para meter su bolso e irse a clases de matemáticas. Mientras caminaba se veía el paquete tirado en el piso detrás de ella y es que estaba tan apurada que no se dio cuenta de que al meter los libros y sacar el de matemáticas se le cayó el paquetito. Ya pasadas dos horas de la clase y terminar el parcial.

—Allí estas tienes que ayudarme con el proyecto de ciencias estoy perdida —decía una urgida Luci.

—Te había dicho que si te ayudaría por cierto ¿dónde estuviste después de las 9 anoche? No te vi en la cama —pero la expresión de Luci se tornó inexpresiva como ida.

—Fui a montar a caballo sabes que me encanta, ven vamos a almorzar —eso no tenía ningún sentido.

Después del almuerzo Clara vio toda la tarde asesorías y proyectos para su tesis que ya tenía en unos meses, después de una rápida ducha a las 3 pm Sam la volvió a encontrar para darle una nota y un beso mientras decía que tenía que ir con el equipo para entrenar. Ya pasadas las 8 pm se podía observar a una Clara algo exhausta por un día lleno y ocupado; fuera de sus pensamientos y algo revoloteando la forma de paquete se hizo visible  en sus pensamientos y pensó en lo extraño que fue.

Ya fuera de la ducha y sin ganas de cenar de nuevo se encontraba sola y a oscuras en su habitación, cuando se lanzó sobre su cama se arropó e intento recrear como se sentía la suave sensación de las manos de Sam sobre su piel, pero el cansancio era más fuerte que su curiosidad y cerro lentamente sus parpados.

De nuevo la luz del sol hacia su apertura en su ventana y se asustó al ver a una Luci desconcertada sentada al borde de su cama.

— ¿Qué es esto? —pregunta Luci.

—Una nota de Sam —le responde Clara.

—Oh bueno oye los chicos preguntan si quieres venir al lago —dijo Luci mientras Clara se ponía de pie.

—Si está bien Luci —mientras observada el pedazo de papel de parte de Sam descubrió que Luci tenía un ligero golpe en la mejilla.

—Esto no fue nada amiga estaba en las gradas del campo y de pronto miré hacia al frente y caí jajá —sonando cero convincente Luci tomo su maquillaje y comenzó a retocarse.

—No permitas que ningún hombre se aproveche de ti Luci en ningún aspecto ok? —dijo Clara mientras se sentaba en la cama después de ponerse los zapatos, y tomando la mano de su amiga.

—Por supuesto amiga tú sabes que no me dejo tocar.

Entonces Observo su reloj y ya eran las 7:30 bastante tarde para llegar a clases de química.

—Debemos irnos ¡vamos a llegar tarde! —con un pestañeo ambas salieron de la habitación y en menos de dos segundos, Clara volvió por la nota de Sam, como tenía la costumbre de correr llevaba sus libros de química y su pequeño bolsito de mano. En el camino observa las palabras de Sam.

“Quiero que seas mía en el lago dime que si hermosa”

Un aire de calor se apoderó de su rostro y más aún al ver a Sam en frente a ella tomándola para abrazarla y levantarla luego le da un ligero beso en la mejilla. En ese instante le sonríe y se va apurando era obvio que estaba viviendo en una pequeña historia de hadas con Sam a quien le tenía mucho afecto después de 1 año de noviazgo.

— ¿Alguien me vio? —dice algo sonrojada Clara.

—No linda solo yo no te preocupes —contesta Luci.

Ya en clases de Química y en su escritorio muy concentrada escribiendo Clara sube la mirada al ver que la asistente del decano entra y le dice algo al maestro.

—Señorita Clara puede venir al frente por favor —dice el maestro.

—Si dígame —le dice ella mientras se para en frente.

—El decano le solicita, por favor vaya con la señorita —Clara asiente mientras una inmensa preocupación se apodera de ella.

Ya en la oficina del decano su rostro se endurece al ver a varias personas de pie alrededor del escritorio del decano y mientras se sienta no puede evitar poner su mirada en el paquete que ella recibió el día de ayer en su residencia ¿qué hacia ese paquete en poder del decano?

—Señor Arthur buenos días —dice Clara espeto, pero el semblante del decano no era bueno.

—Señorita Spencer ¿puede decirnos que hacía en su poder este paquete?

—Estaba en mi puerta señor yo siempre recibo correspondencia de…

—Ábralo Luisa —dice el decano sin dejar terminar a Clara, de pronto la secretaria abrió el paquete para dejar ver unas esposas, un vibrador y una bolsita con un polvo blanco que la secretaria tomo.

—Eso no es… —intenta decir Clara.

—Silencio por favor ayer le hicimos una prueba de drogas a su paquete y arrojo positivo —exclama el decano. La expresión y semblante de Clara se volvió rígido y pálido.

—Pero señor ese paquete —dice Clara.

—Tiene su nombre dice: para Clara Spencer, entonces ¿no es suyo? No sé a qué quiso jugar, pero no fue nada provechoso para usted. La esperamos en la oficina de admisión a las 4 pm para concretar su expulsión —dice el decano y un dolor de estómago invadió a Clara, entonces sin decir nada tomo sus cosas y se marchó al patio del campus estaba en shock.

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