Yo no doy Segundas Oportunidades
Yo no doy Segundas Oportunidades
Por: Dayana B.Y
Capitulo 1

—Fabricio, ¿volverás hoy a casa? — Diana preguntó apretando ligeramente el teléfono en su mano, con una leve esperanza en su corazón. Hoy es su cumpleaños, pero preparó un regalo para Fabricio Mancini temprano, porque hoy también es el cuarto aniversario de su matrimonio con él. 

—No volveré—respondió, la voz del hombre al otro lado del teléfono llegó con frialdad. Los ojos de Diana se abrieron abruptamente por su indiferente respuesta— pero hoy es un día... — Diana no pudo completar sus palabras, porque fue interrumpida. 

—Tengo una reunión muy importante hoy. No me vuelvas a llamar si no es para algo importante... ¿Me escuchaste? —siseo el hombre con frialdad.

—Si te escuché Fabricio— dijo entristecida Diana.

Diana colgó el teléfono en silencio, con un rastro de amargura en sus ojos, incluso en ellos se notaba una profunda decepción y tristeza, Diana se quedó un buen tiempo sentada en la sala pensando.

Con los años, debería haberse acostumbrado a la indiferencia de su Esposo Fabricio, él siempre había sido muy distante y frío con ella, sin embargo, Diana siempre fue amable y cariñosa con él, siempre mostrando una dulce y brillante sonrisa cuándo lo ve llegar.

Siempre ha sido otra persona la que ha estado en el corazón de Fabricio y no ella, incluso si Diana lo sabía, no pudo evitar enamorarse de Fabricio

Incluso si esa persona traicionó a Fabricio y se fue, Fabricio nunca la había olvidado durante tantos años.

Con los ojos enrojecidos, Diana sacó una pequeña caja de regalo de su bolsillo. Dentro había un par de mancuernillas de color rojo, que quería regalarle a Fabricio hoy, Diana había ahorrado tanto para comprarle algo dignó a su esposo, pero él no vendrá

En este momento, el sonido de la llave abriendo la puerta vino de repente desde fuera de la puerta. Un toque de sorpresa y alegría brilló en los ojos de Diana al escuchar la puerta abrirse, no había pasado mucho desde que hablo con Fabricio por teléfono, ¿acaso recordó que día es hoy y por eso regreso?, Diana ansiosa rápidamente se secó las lágrimas y se levantó del sofá con una brillante sonrisa.

Diana miró con ojos acogedores a Fabricio que entraba por la puerta, Fabricio tenía el cuerpo perfecto con el que todo hombre soñaba. Gracias a sus rutinas de ejercicios, cada línea de su cuerpo estaba bien definida. Dios parecía preocuparse particularmente por este hombre, bendiciéndolo también con un hermoso rostro. Un rostro tan hermoso como el de una mujer.

—Fabricio, has vuelto— dijo Diana contenta. 

—Sucedió algo de imprevisto— respondió inexpresivo. 

—Pensé que no volverías, pero me alegra verte— hablo Diana con una suave sonrisa, una tan encantadora que podría hipnotizar a cualquier hombre. 

Fabricio dejó escapar un profundo suspiro y dijo con una voz profunda— Diana, tengo algo para ti. Había un toque de sorpresa en el rostro de Diana, resultó que Fabricio recordaba su aniversario de bodas, un brillo de alegría se vio en los ojos de Diana.

—También tengo algo para ti— Diana fue con prisa a la habitación y saca las mancuernillas de la mesita de noche, sosteniendo la caja de regalo en sus manos, Diana se acercó a Fabricio sintiéndose muy feliz.  '¿Que me obsequiara Fabricio?', pensó ansiosa Diana muy emocionada. 

Esta es la primera vez que Fabricio le da algo a Diana después de tantos años. Había una emoción indescriptible en su corazón que era, alegría, amor o felicidad. 

Entonces de manera repentina Fabricio le extendió un documento, Diana desconcertada, tomo el documento en una de sus manos, por alguna razón tuvo un extraño presentimiento, pero aun así la sonrisa en su rostro permaneció, el documento tenía cinco grandes caracteres negros claramente escritos en él, "Acuerdo de divorcio"  Tan pronto Diana leyó esto quedo atónita, sus ojos se abrieron como platos y dejo caer el regalo, algo golpeo su corazón como si algo dentro se hubiera derrumbado dentro de ella, era un dolor que nunca había experimentado.  

'¿Divorcio?'  Fabricio luego extendió un bolígrafo y le dijo indiferente con un tono frío— Fírmalo Diana.

Diana levantó un poco la cabeza y miró a Fabricio con incredulidad, sus ojos de repente se volvieron rojos y pronto las lágrimas fluyeron de las cuencas de sus ojos de manera inevitable, todo esto era un shock para ella.  

—¿Qué es esto? — preguntó entre lágrimas Diana.  

—Es el divorcio Diana, acaso no sabes leer— siseo Fabricio.  

Ella se quedó estupefacta por su respuesta, su cuerpo tembló ligeramente mientras sentía un nudo en su garganta, luego levantó su rostro con una forzada sonrisa y dijo nerviosa— ¡Claro!… Hoy es el Día de los Inocentes, entonces no mire bien la fecha, esta broma no es para nada graciosa en absoluto... por favor retíralo Fabricio ...—Diana sonrió aún más y toma la mano de Fabricio para devolverle el documento.  

Pero Fabricio hizo todo lo contrario y le entregó el bolígrafo a Diana que lo miró con los ojos llenos de lágrimas —Vamos a divorciarnos Diana, esto no es una broma— Dijo Fabricio con el rostro oscurecido.  

Como si esto no fuera nada importante, Fabricio miró a Diana con indiferencia, como si no tuviera paciencia para explicarle más.  

—¿por qué…? ¿Acaso hice algo Fabricio? — balbuceo Diana. —Verónica— dijo suavemente.  Fabricio solo dijo una palabra, haciendo que Diana se quedara completamente en silencio. 

Ni siquiera tuvo el coraje de seguir hablando.  

—Verónica ha vuelto, ella está regreso. 

Diana bajó el rostro y lágrimas amargas y dolorosas bajaron por sus mejillas.  

'Resulta que la mujer con la que tanto pensabas ha regresado...'  

Diana cerró los ojos con frustración y apretó los labios con decepción.  

Todavía recordaba como Verónica traicionó a Fabricio, cuando se fue al extranjero con otro hombre, Diana siempre estuvo al lado de Fabricio y lo ayudó en los días más difíciles. 

Por él, renunció a su carrera y alejó a sus amigos... y se convirtió en una persona en el mundo que es solo para él. 

Finalmente, supo por qué Fabricio se negó a tener un hijo con ella durante tantos años. 

Siempre usará un condón cuando tenga relaciones sexuales. Incluso si lo olvidan a veces, Fabricio la obligará a tomar una píldora anticonceptiva. 

Solía pensar que a Fabricio no le gustaban los niños, pero ahora que lo pensaba, ¡A Fabricio simplemente no le gustaba que ella fuera la que diera a luz a sus hijos!  —¿Qué pasa si estoy embarazada? ¿Todavía te divorciarás de mí? —dijo con furia.

Estaba hablando de una posibilidad que nunca sería posible, Diana solo le pregunto por un momento de desesperación.  

Si tuviera el hijo de Fabricio, ¿se quedaría a su lado por el bien de su hijo?  —¿Estás embarazada de mi hijo? — Fabricio la miró con frialdad y frunció el ceño con fuerza, como si le disgustara las palabras de Diana.   

Ella apretó los labios y exclama amargamente— ¡Y que si es cierto!   

—¡Abórtalo de inmediato!   

¡No hubo ni una pizca de duda en los ojos de Fabricio al decir que matara a su supuesto hijo!  

Un brillo de furia se vio en los ojos de Diana, qué enfurecida grito—¡Así que no soy digna de tener a tu hijo, ¿verdad?!… ¡Eres un bastardo al decir que aborte a una vida inocente sin darle la oportunidad de vivir! 

—Verónica ha vuelto, y no quiero tener nada que ver contigo en el futuro, ¡así que este niño no puede nacer, no quiero que sea un obstáculo en mi camino! — grito con los ojos llenos de ira.   

El rostro de Diana era sombrío, una sonrisa amarga se pudo ver en ella, por la cruel respuesta de Fabricio.  

Diana afligida muchas veces ha querido vomitar las píldoras anticonceptivas de emergencia, pero para no enojar a Fabricio, todavía las tragó obedientemente. 

Ella bajo sus hombros tienen ahora un contorno vencido, de melancolía desesperanzada. 

Diana miró a Fabricio decepcionada y lentamente dijo— Estoy bromeando, no estoy embarazada... así que no tienes que preocuparte por eso. 

Era mejor dejar todo claro, porque Fabricio realmente mostró su indiferencia y crueldad al máximo al saber de un embarazo inesperado.  

Pero no esperaba que Fabricio le creyera y le resoplara con frialdad.   

—Diana, ¿crees que puedes engañarme? ¡Vamos al hospital y abortemos a ese niño ahora! — sus ojos mostraron un odio indescriptible, eso estremeció a Diana, desde cuando Fabricio la ve así. 

Diana no podía creer que Fabricio estuviera decidido a hacerla abortar.  

Un escalofrío vino del fondo de su corazón y se extendió a todo su cuerpo. 

—No te estoy engañando ... ¿Crees que es posible que quede embarazada? 

Fabricio no creyó nada de lo que dijo Diana —¿Quién sabe si hiciste algo con el condón para quedar embarazada?, Después de todo, ¿qué puede hacer alguien como tú?   ¿Alguien como ella? 

—Fabricio, ¿qué quieres decir? —Diana frunció el ceño con fuerza— He estado contigo durante tantos años. ¿Alguna vez he hecho algo que te hiciera dudar de mí? ¿Por qué me dices eso? 

—Deja de preguntar, vamos al hospital para que te hagan un aborto —siseo Fabricio.

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