El vestido de los desdichados

Antes de entrar en el lugar observo mi vestido, en lo que una sonrisa surge de mis labios, pues estoy más que segura que muchos se quedaran sorprendidos, además llenos de angustia, pues en las fiestas de destinado era previamente para conmemorar las alianzas, la fuerza y los buenos deseos de la diosa de la luz y la diosa de la luna, por esa razón vestir de negro en aquella fiesta era todo un suceso digno de escándalo, pero ahora previamente mi vestido era negro, este tenía un escote pronunciado que llegaba hasta mi espalda baja ceñida a mi cuerpo permitiendo resaltar todas mis curvas y un corte de pierna libre que me permitía mostrar mi piel, en lo que mis bustos estaba casi expuesto y solo unos trozos de telas cubrían mis pechos, estaba extasiada con el trabajo de Dakari, tanto así que observe a mi hermano quien hacia una mueca y supe que era la decisión correcta

--De verdad ¿vas a ir a la fiesta de destinados con ese vestido? Mi hermano habló lleno de angustia, mientras yo solo sonreí con diversión como no lo había hecho en mucho tiempo y asiento a las palabras de mi hermano

--No tengo tiempo para cambiarme, además Dakari hizo un gran esfuerzo en prepararlo antes de la fiesta, solo tuvo horas, es muy bueno en lo que hace, por cierto, lo otro que pedí ¿ya está listo? —de nuevo el rostro angustiado de mi hermano, en lo que asintió con su cabeza y hablo casi sin energía

--No fue difícil hacerlo, ellos parecían estar demasiado distraídos con la llegada de la humana, por lo que solo hice unos pequeños ajustes y ahora todos van a beber gaol uisge, sé que tal vez estoy siendo un fastidio, pero, ¿estas seguras que quieres hacer eso?, si lo que me conteste esta tarde es cierto significa que…  que ellos dos son amates y con eso, tu compromiso!

--Es justamente lo que deseo, quiero ser libre de ellos, de este compromiso, por cierto, en caso de que padre reaccione contra mí, no te inmiscuyas, no quiero que salgas herido por mi culpa… --pero no puedo…

--Lo harás prométeme que lo harás, prométeme que no te meterás en nada de lo que ocurra de ahora en más, que no estarás en problemas por mi culpa—aquello lo dije solo por qué recordé que él había muerto por mi culpa, que el intento salvarme y por ellos murió, por lo que mi hermano me observo un poco preocupado, la verdad no le había contado todo, solo le dije que Raiden había encontrado su mate y que deseaba ocultarla como una amante y que no deseaba permitirlo, por lo que él considera que solo soy una omega dolida que quiere venganza, mientras yo sé muy bien que lo único que deseo es poder deshacerme de ellos de una manera amistosa

--Bien… entonces entremos, ya nuestros padres lo hicieron hace mucho tiempo, además que seguramente el gran alfa ya se encuentra en el lugar, si tus sospechas son ciertas estará con esa mujer…--lo sabía, había llegado tarde solo con esa intensión, en lo que nos adentramos en el lugar y justamente al poner un pie allí, todos se habían quedado en silencio

Nadie podía creerlo, yo estaba vestida no solo de negro, estaba mostrando mi piel, me vestí como había indicado como lo hacían las omegas y las alfas hembras de la manada oscura, pero no me importo, la verdad es que me sentía poderosa fuerte y muy malvada en cierta forma, creo que por primera vez se sentía como una hembra y esta satisfacción no estaba dispuesta a perderla, por lo que solo camine del brazo de mi hermano con mi cabeza bien en alto, mientras todos se quedaban impactados por mi rebeldía y algunas quedaban llenas de envidia por el hermoso vestido que poseía, pero entonces los vi a ellos, mis padres se encontraban frente a mi supuesto prometido y su amante, ella vestía como una flor delicada, mientras era alagada por muchos y admirada por su alfa

--Pero…--la exclamación había llegado de parte de mi padre, en lo que por poco deja caer su copa, mientras yo hice un gran esfuerzo en no reír con maldad y solo hice como si fuese no más que un ser inocente

--Buenas noches, es un gusto poder verlos, padre, madre, gran alfa…--los ojos de Raiden subían y bajaban hacia mi vestido, mientras sentí a mi tímido hermano apretar un poco para quizás darme fuerza para lo que venía, en lo que yo no solo estaba tranquila, también estaba un poco ansiosa, pues el verdadero espectáculo estaba por iniciar

--¿Que se supone que traes puesto en una fiesta de destinados? —mi padre hablo imponiendo su supuesto rango y dominio, algo que nunca había funcionado en mí para ser sincera, solo que él nunca lo supo, ya que yo hacía lo que pedía sin quejarme, no lo hacía porque fuese una omega y me sintiera intimidada ante él, lo hacía porque lo amaba y lo consideraba mi padre a pesar de todo

--He venido haciendo un tributo aquellos que no han encontrado a su pareja y nunca lo harán, bien has dicho padre esta tarde que yo nunca encontraría la mía, por lo que el negro simboliza la soledad que aqueja a los desdichados como yo…--escuche una pequeña risita de mi hermano, pero al ver que mi padre estaba dispuesto a seguir discutiendo, yo hable de nuevo ante la mujer que actuaba como si fuese la nueva luna de la manada—además… este era el único vestido que tenía a la mano, ya que al parecer mi prometido le ha dado mi vestido a otra dama…

Las mejillas de Clío se tornaron de rojo, en lo que la escuche susurra el nombre de Raiden, siempre actuando como un pequeño cervatillo, siempre actuando como víctima de todo, esta mujer humana era una terrible serpiente, una que ni el animal más inmune podría defenderse, pues ella era de aquellos que susurraban en tu oído la ideas y solo dejaba que tú actuaras como un muñeco mientras ella se hacía pasar por la víctima, siempre ha sido así, fue así por siete años, fue así desde el día de hoy y yo no estoy dispuesta vivir de nuevo de aquella manera, no lo estoy

--¿Qué se supone que dices? Ten más cuidado con lo que hablas porque de no ser así…--las palabras de Raiden se quedaron a medio salir, en lo que observo como la luna se filtraba por la ventana y con ella la luz azul lo iluminaba junto a Clío y así mostraban en aquella fiesta los únicos que habían encontrado a su mate, era nada más y nada menos que el gran alfa

Eso era justamente lo que hacía gaol uisge, era una bebida que hacía que ante la luna las almas gemelas, los destinados florecieran ante todos, solían hacerse aquella fiesta para mostrar las parejas creadas y las que ignoraban su existencia, era una tontería, todos sabían exactamente lo que era, claro a menos que fueses yo y vendieras esa posibilidad para volver en el tiempo, aunque no estoy segura de que aquella bebida funcione sobre mí, ya que para poder brillar necesito un mate y aquello es algo que nunca tendré, pues como había dicho mi padre, los lobos blancos no tiene mates, solemos vivir solos y casarnos con el mejor postor, casi siempre es un alfa que nos dé poder en busca de que en generaciones futuras nazca un lobo blanco en la manada del alfa, por ellos el estatus de la familia Dydd siempre ha sido prestigioso, pues según he escuchado un gran número de lobos blancos nacen de ellos

--La luz… son… --felicidades, mi gran alfa… --felicidades…--fui empujada por muchos de los lobos, en lo que mi hermano me protegió, mientras que mi padre parecía estar igual de impresionado que mi madre y yo solo sonreía con una pequeña sonrisa, ahora era libre, el mismo lo había dicho, si Raiden tiene pareja el matrimonio se cancela, es lo único que no puede romperse en un contrato, por lo que ahora era libre y por fin podría vivir en paz, por fin podría vivir como realmente deseaba y por fin escaparía de este lugar

--Fuiste tú?… tú expusiste esta locura…--mi padre hablo lleno de enojo, en lo que yo solo hice un gesto lleno de lo que parecía mostrarme como una chica inocente, algo que no funciono, pues él me tomo de los brazos con fuerza y me arrastró fuera de la fiesta, todo en busca de poder llevarme a la casa de la manera más violenta posible mientras mi cuerpo se quejaba por el dolor, aunque las heridas se curaran de manera inmediata, no significa que no sentiré dolor, no significa que no sufriré

Más cuando llegamos a nuestro hogar y recibí un fuerte golpe en la mejilla que hizo que cayera al suelo y mi labio se rompiera, lo supe por qué sentí el sabor metálico de la sangre en la boca, algo que sabía que estaba curado, pero no dejaba de molestarme, en lo que observe a mi padre llena de desafío y lévate la mirada hacia él, ya que no había excusa para detenerme, ya no había razones para hacerme casar con aquel lobo, ya sería libre, en lo que mi padre hablo lleno de disgusto y con la ira irradiando fuego como si fuese una hoguera

--¿Tienes idea de lo que has hecho? ¿Tienes idea del caos que has creado? ¿Quién te ayudo? ¿Dime quien lo hizo? Lo mataré, lo mataré por haber hecho que mi puesto no fuese más que el hazmerreír, ¿ahora te imaginas lo que hablaran? ¿Lo que dirán de mí? —bastardo, jamás pensaste en mí cuando llego el momento de mi muerte, ¿o sí? Jamás lo hiciste, solo pensaste en ti, solo te importo tu posición y lo que dirían, por eso dejaste que me humillaran en todos esos años como supuesta luna, por eso dejaste que fuera tratada de aquella manera por mi supuesto esposo, solo por ti, solo en busca de tener todo en tus manos

--El compromiso ya está acabado, no me importa…--mi padre pateo mi cara, en lo que yo fui más rápida y cubrí mi rostro, sentí el dolor hasta los huesos, posiblemente me hubiese noqueado si me hubiese alcanzado, en lo que este me observo lleno de enojo al ver que impedí que me golpeara la cara y hablo aún más frustrado

--¿Crees que eres la que manda? ¡Estás tan equivocada, yo hablaré con el alfa, me encargaré de que perdone tu actuación y me encargaré de hacerle saber a todo el mundo que no eres más que una chica triste que ama demasiado el alfa como para perderlo—la ambición de este ser no tenía límites, no podía creerlo, de verdad que no podía

--¡No puedes hacerlo, esto ha acabado! Tú mismo lo dijiste, ahora soy libre y no estoy dispuesta a seguir con ello, no lo estoy…

--¿No lo estás? ¿Quién dijo que decidías Alya? ¿Quién dice que eres tú la que dirás cuándo o no acabara nuestro compromiso?

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