Capítulo 43: A mí.

Dylan lamió sus pequeños y resecos labios, mirando a su padre, con la poca lucidez que tenía, el hombre acarició su alborotado cabello.

—¿Dónde está mamá? —preguntó el pequeño, con aquella inocencia que siempre llenaba de entusiasmo para vivir al hombre.

Era de día, uno bien soleado. La fiesta había dejado a todos agotados, incluyendo al pequeño que no se había subido sobre el techo porque le había resultado imposible hacerlo, pero su hiperactividad era la razón por la que había dormido hasta tarde. Eran las once de la mañana y el pequeño Dylan se encontraba con sus ojos apenas abiertos, preguntando por la que creía era su madre.

—Ella duerme —le respondió Maximiliano, aunque no tenía sentido y lo sabía: Dylan estaba cayendo profundamente en otro sueño, ni siquiera había escuchado su respuesta—. Duerme como un ángel.

Maximiliano cubrió al pequeño con una frisa suave y gruesa, para luego retirarse de allí a paso parsimonioso.

La noche de ayer había sido la mejor noche que había tenido
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo