Capítulo 7: Encrucijada.

Maximiliano cerró la puerta con sumo cuidado, asegurándose que de esta no se desglosara ningún sonido, para que así su hijo no se despertara, era fácil dormirlo, la mayoría de veces al menos, pero cuando su sueño era interrumpido, no había poder humano que pudiera sosegar su energía infantil.

Cuando terminó de cerrar la puerta, vio como su madre lo esperaba, sentada en el sofá mientras bebía algo de una taza. Se acercó a ella, tenía una idea de lo que quería hablar con él, era como si contara con la capacidad de leerlo en sus ojos.

—¿Cómo te fue? —le preguntó la mujer, sacándole una sonrisa amarga a Maximiliano, que terminó de sentarse frente a su progenitora y suspiró, aquella acción no le envió ningún buen mensaje a la ansiosa mujer—. ¿Te fue mal?

—Me fue pésimo —dijo él con franqueza, acomodando su espalda.

—¿Cómo que pésimo, Maximiliano? Necesito que me cuentes que sucedió —le pidió ella, dándole un trago trémulo a su taza de té. Su hijo le había contado que saldría a buscar, una
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo