Hanah estaba terminando de organizar los estantes con los nuevos ejemplares de libros que habían llegado a la tienda de la señora Rose. Ese siempre había sido su lugar favorito de escape durante la preparatoria, y ahora se había convertido en su refugió contra la tempestad Ares Prokopis.

La tienda de libros era el único lugar de Snowfiel donde Hanah no se sentía fuera de lugar, donde podía ser ella misma, rodeada de tantas historias maravillosas y mundos extraordinarios.

El ruido de la campanita de la puerta de entrada la sacó de sus pensamientos, Hanah dejó lo que estaba haciendo y se dirigió hacia atrás del mostrador para atender al cliente que había entrado. Y entonces la joven se encontró con unos sorpresivos ojos dorados, pertenecientes a Linda Watson, una de las mejores amigas de su hermana Monique, quien se paseaba nerviosamente entre las estanterías mientras Hanah la observaba fijamente.

Quien más sabría de si lo que le había dicho Monique era cierto, o de si realmente habían