CAP 2-ENTREVISTA

MARTIN.

Me levanto con un dolor intenso de la cabeza, por unos segundos mi vista da vuelta hasta que se controla y veo donde estoy, me siento en la cama y aunque quiero acostarme porque parece que voy en un carrusel a mil kilómetros por hora, solo me levanto y como puedo llego al baño para liberar líquidos. Hecho agua en mi rostro y salgo a acostarme de nuevo.

Cuando bebo, bebo como si no hubiera mañana, el hecho de que esté a salvo en mi casa luego de todo eso que bebí, es porque el dueño nos conoce a todos, desde pequeños y siempre nos lleva a casa cuando cierra. Es por eso que estoy a salvo y no en un barranco o estrellado contra un árbol.

Aunque no tengo auto.

No, yo uso una bicicleta porque los autos dañan al planeta, sí, soy un activista por el medio ambiente.

Mis ojos se cierran poco a poco y me dejo ir, pero antes a mi mente regresa la chica del cabello largo, buenas tetas y labios hermosos a la cual nalgueé, le dije que era virgen y me le ofrecí.

Una maravillosa creación de Dios.

Me despierto sobresaltado por el ruido de mi teléfono, me siento de inmediato y busco mi celular con la mirada, una vez lo localizo lo agarro, mis cejas se hunden al ver un número desconocido llamándome. No me malinterpreten, si me llaman números desconocidos, pero solo son para cobrar dineros, pero en esta ocasión hay una leve esperanza de que sea una de las muchas empresas a las cuales les dejé mi curricular por un trabajo, así que contesto de inmediato.

— ¿Aló? — carraspeo porque mi voz se escucha lenta, pastosa.

Pura voz de alguien que recién se levanta.

— ¿Señor Martin Wesley? — pregunta una voz ronca, tanto que me intimida

— Si...si, soy yo — vuelvo a carraspear

— Le recordamos de la entrevista de trabajo que tiene hoy a las 19:30— me despierto por completo

—¿Qué? —cuestiono, sin entender —¿Entrevista? — escucho un suspiro del otro lado de la línea, probablemente está harto de mi comportamiento

— Si, ayer en la noche le llamamos y coordinamos la reunión para hoy — asiento aun dudando y sorprendido — Queremos confirmar su asistencia, ya que no habrá otra oportunidad —

— Ahí estaré — respondo de inmediato, poniéndome de pie

—Muy bien, lo esperamos en el restaurante "Delicious", la reserva está a nombre de Elise Remington —

— Muy bien, nos vemos allá — cuelga y por un momento miro solo a un punto indefinido

¿Qué acaba de pasar?

¿Entrevista de trabajo?

Tengo una entrevista de trabajo.

No puede ser.

Rápido, miro la hora dándome cuenta que falta una hora para la reunión, y salgo para hablar con mi mamá, la encuentro en la sala viendo "El diario de Noah", una de sus películas favoritas, ella al verme solo me sonríe y al ver mi rostro se pone de pie de inmediato.

— ¿Qué sucede hijo? —su voz es pausada y lenta por la enfermedad

—Mami, tengo una entrevista de trabajo —me acerco a ella y sonríe.

Una de mis cosas favoritas, ver a mamá sonreír.

—¿Enserio? —asiento

—Es en una hora y en un restaurante super lujoso mamá, no tengo nada que ponerme y no quiero arruinarlo —ella pone su dedo en mis labios para callarme

—Usa el traje de tu padre —miro a mamá y la abrazo

—Gracias mamá, gracias — beso su frente —Voy a vestirme — corro a mi habitación

En solo 30 minutos ya estoy listo y salgo de casa para subir a la bicicleta pedalear hasta el lugar, llego exactamente a las 19:29. Seco mi rostro con la toalla e ignoro el hecho de que este traje me quede grande, solo necesito ir allá y sorprenderlos con mi ingenio e inteligencia y obtener el trabajo.

Entro al lugar y en minutos me guían a una mesa vacía, hundo mis cejas porque estoy a la hora, y hasta vine corriendo como si formara parte de la fórmula uno para no llegar tarde y me encuentro con que nadie me espera.

Me siento de mala gana y un poco enojado, por la falta de educación de las otras personas, me preguntan que deseo tomar y pido agua, después de esa maratón estoy sediento, aparte de sudado y cansado, así que decido sacar mi celular y hacer una videollamada a mis amigos.

— Martin —saluda Ben

—Oye pensé que estabas muerto —rio a las ocurrencias de Tim

—Dormí todo el día —

— Yo no, pobre vida de pobre. Hay que trabajar — Ben se queja

—Pues yo si dormí, me levanté hace una hora —

—Oye Martín habla Tim —¿Esa es una corbata? —cuestiona y sonrío

— Así es chicos, no van a creer lo que me pasó — ellos se acercan a la pantalla con curiosidad y yo me preparo para contarles lo de la llamada misteriosa

Pero algo llama mi atención.

La puerta se abre y entra una mujer, pero no solo eso, es una mujer hermosa. Su cabello cae en ondas y es largo, es alta, esbelta y debo admitir que dejo de escuchar a mis amigos hablarme porque ya ni los veo, solo veo a la mujer que entra y camina por el restaurante como si fuera la dueña del mundo. Lleva un traje moderno, color blanco, que le moldea la silueta y la hace ver más impactante, y es ahí donde me doy cuenta:

Esa mujer la misma del bar.

Su mirada choca con la mía y me sonríe, me pongo de pie de inmediato, pero como soy tan torpe, choco con la mesa y el agua que bebía cae en mi pantalón, justo en la entrepierna causando un solo revuelo. Miro el desastre en mis pantalones y luego a la mujer que se acerca a mí con una sonrisa, agarro una servilleta y tapo el lugar, aunque de nada sirve porque la servilleta es mucho más pequeña que el gran manchón que tengo.

— Hola — me extiende su mano, la tomo y con la otra sigo tapando mi entrepierna - Soy Elise Remington —su mirada baja a mi entrepierna y hace una mueca

No puede ser.

Trágame tierra.

Y seguimos con esta historia, la amo ya que veremos al chico sumiso y a la jefa empoderada y dominante. Gracias por leer, chao

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