capitulo 5

Llegamos a una sala pequeña, solo tenía unos cuantos estantes con libros y fotos, otros tenían medallas, copas y diplomas

– Mira – me muestra Kat una foto de un equipo con ropa militar y armas – ¿Qué es esto? –

Le digo algo asombrada – este es el equipo de Tácticas de la academia - pero ¿qué hacen? – parecían estar yendo a alguna pelea, alguna guerra - ¿sabes lo que es un equipo de Paintball? Son guerras de pintura – me dice ya a carcajadas – si tu piel ya es blanca ahora pareces un fantasma, ¿creías que era un equipo de guerra? – doy un suspiro de alivio – creo que sí, dime que crees que uno pensaría si le muestras solo una foto de un equipo con uniforme militar? – perdón Alé, te asusté – creo que si –

Mientras me muestra más fotos veo una que me llama la atención – ¿de cuándo es esta? – Kat la mira con pena – de hace 2 años – hace una pausa – este equipo fue del año que me uní, ese día no fui a esa competencia, estaba enferma – toma la foto para verla mejor – la ganaron, pero ese día al volver tuvieron un accidente y la mayoría del equipo murió –

Sin querer salieron lágrimas de mis ojos, no las podía controlar, recordé de nuevo mi accidente – yo salía con él. Apunta a un chico rubio – sobrevivieron 3 pero solo uno de ellos no tubo lesiones más grabes, quedó un par de días hospitalizado y terapia de recuperación, los demás, Jean y Holly, fueron menos afortunados, Holly no volvió a caminar, y Jean - perdió una pierna – complementa un hombre entrando a la sala - el silencio que había era de pena, Kat se limpia una lagrima para que no la viéramos, y Beth la abraza

– este año somos menos que en ese entonces, cada competencia que tenemos los ponemos en una foto para mostrarles que aún estamos de pie en honor a ellos – dice el hombre – hola, soy Carlos, el entrenador de Tácticas – extiende su mano hacia mí – Hola, soy Alexandra, un gusto – ¿La trajiste para que se una o solo para recordar? – le pregunta a Kat – en realidad la traía para otra cosa pero nos siguieron – me mira con las mismas ganas de comerme – ¡Kat! Ya basta deja de molestarla – la regaña nuevamente Beth, y reímos un momento antes de que nuevamente el silencio se haga presente - ¿me puedo unir? –

Los ojos de Kat y del entrenador se iluminan, desde ese año ella es la única mujer en el equipo – me gustaría mucho que estés en el equipo, seria agradable entre tanto gorila – claro que sí, si quieres entrar eres bienvenida –

Me anote con ellos para poder comenzar a la semana siguiente, y le entregue mi ficha de inscripción a la profesora en la hora de almuerzo, ella me miro algo extrañada, ya que no recibía muchas inscripciones en ese equipo a pesar de ser uno de los mejores en la academia

- ¿está segura? Aun puede cambiar – sí, quiero entrar en este, creo que me ara bien algo distinto – ella asiente y nos libera para la última clase.

Casi un mes en la academia y había olvidado que podía tomar actividades fuera del horario, eso me sacó de mi encierro y me ayudó a conocer mi entorno.

Una tarde al terminar las clases, las chicas me insistían que nos fuéramos al centro comercial que hay en el centro, me costaba decir que si, ya que tenía a Tony esperándome cada día, y tenía que llamar para visar, no me gustaba mucho salir.

Al llegar al auto les pido que me esperen, ellas se iban caminando ya que vivían en el campus de al lado de la escuela, eran pocos como yo que no vivían ahí, pero los fines de semana podían salir asique estaban emocionadas

– Tony... las chicas quieren ir al centro comercial, pero… - no te preocupes las puedo llevar – dice con una sonrisa – Chicas, vamos juntas – les digo – claro que no - dice Kat – primero nos tenemos que cambiar de ropa, no iremos así – Kat yo tendría que ir a mi casa – no te preocupes tenemos casi el mismo cuerpo, te puedo prestar algo, dile a Tony que te de permiso, después él te va a buscar, nos vamos en taxi para que no te tenga que esperar – dice Beth con una gran sonrisa – ok le diré –

Era la primera vez que entraba en ese lado del campus, como no dormía ahí no lo necesitaba, era un edificio tan grande como el de las salas de clases, pero este tenía un recibidor con sillones y pequeñas mesas, jarrones grandes con flores, parecía una sala de estar de hotel, subimos a las escaleras para ir al segundo piso, todas hablábamos de distintas cosas a la vez.

Cuando lo veo bajar las escaleras, había sido imposible sacar su cara de mi mente, pasó por mi lado sin mirarme, no creo que se acuerde de mí, me detuve en la orilla de la escalera para mirar hacia donde iba, su rostro parecía molesto – ¿Lo conoces? – pregunta Kat – creo que si – respondo casi en un susurro – él es Mateo, ¿te acuerdas de la foto que te mostré? Es él, - no estaba tan mal al pesar que era el mismo chico que me ayudo el otro día, ahora se su nombre, ¿pero que estaba haciendo en el edificio de las chicas?

Seguimos hacia el dormitorio de Kat, sacó algunas cosas y nos fuimos al de Beth, ambas tenían habitaciones solas - ¿todos tienen habitaciones solas? – pregunto y ellas se echan a reír – No, solo que tenemos ciertos privilegios, nuestras familias son las que dan más aportes a la academia asique quieren que tengamos otros tratos, no es 100% de mi agrado pero que se le va a hacer – dice Beth - a mí me encanta, soy muy desordenada asique puedo tener todo el espacio libre para mí – ríe Kat.

Kat traía una falda negra tan corta como la del uniforme, botas largas hasta el muslo que le hacían juego y una polera blanca que combinaba muy bien, con una chaqueta negra encima, Beth no sabía que ponerse, con razón me pidieron que Tomy no esperara,

- Alé, puedes ponerte lo que te guste, tengo de todo – muy bien – mientras veo que ponerme, Kat me ayuda buscando

– Beth ¿con quién as usado esto? – dice mostrando un babydoll negro con encajes, haciendo que Beth se ruborice y se lo quite de las manos, no pude evitar reír

– no juegues Kat – es muy lindo – le digo – se te debe ver muy bien – me miran entre risas – Alé, tú también, no sigas su juego – no le veo nada malo que uses este tipo de lencería, es muy linda – muy bien chicas, en mi lista de compras de hoy incluiré uno – dice Kat.

Beth termino colocándose un jean a la cadera, una polera rosada que dejaba ver su ombligo y sus lentes de sol, ambas me ayudaron a escoger, me gustó mucho lo que me dieron, una fada similar a la de Kat, solo un poco más larga, y una polera gris que me ajustaba muy bien al cuerpo, de mangas cortas. Kat quería que me viera como ella, asique fue a buscar unas botas similares a las suyas

– si les soy sincera… me siento rara - ¿por qué? Te ves muy linda – para ti siempre me veo linda – le digo a Kat avergonzada – Alé, eres una niña hermosa, no estas acostumbrada a que te lo digan, no necesitas vestirte así para que lo seas – creo que tiene razón- donde vivía antes, todas me trataban como bicho raro, era como si no existiera – les digo sin darme cuenta – la pasaste muy mal ahí – dice Beth – pero tranquila, que no estas con las mismas personas, nosotras te queremos mucho, en este poco tiempo nos has ganado a nosotras y sé que muchos más, solo que nosotras somos más importantes para ti – dice Kat y me hace reír.

Bajando las escaleras escuchamos gritos, parecía una pelea, pero era solo una chica gritándole a todo el mundo – no puede ser, María ya está de malas- dice burlona Kat – ¿será que ahora si termino con ella? – le responde Beth – no era mi asunto asique no pregunté.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo