capitulo 3

cosas eran nuevas, o simplemente no le había prestado mucha atención al lugar donde vivía

– Alé, el piso completo esta comprado a nombre de la empresa de tu padre, no de la tuya, los departamentos rentados alrededor de este son todos nuestros, uno es mío por si me canso de ti –

Me dice con una risa burlona- Diana, ¿no será para ti y tu novio? – le digo devolviéndole la risa y ella se sonroja – hay niña, ¿por qué dices eso? – y entra en la cocina, bellamente amoblada – esta cocina es mejor que la del departamento en Rochter – tienes razón, mi papá sí que se esmeró con estos departamentos – creías que te dejaría vivir en cualquier parte, eso no mi niña, eso no – suspira con un dejo de nostalgia – aparte de ti y Tony, quien más viene, hay muchos departamentos en este piso – le digo mirando por la puerta mientras la cierro – tu padre quiso comprar todo el edificio, pero le dije que no, asique trato de comprar todo el piso, también le dije que no - ¿entonces como dices que todo el piso es nuestro? – era broma, solo compro este y otro más, para Tony y para mí en caso de que en algún momento tengas a tus amigos acá y no te quieras sentir incomoda- enserio son los mejores, solo espero en algún momento tenerlos – le digo mientras la abrazo.

Durante la tarde me dediqué a ir de compras con Tony, necesitaba el uniforme de la escuela, ahí recién me di cuenta que era una academia, claro, lo que me faltaba una academia de más niños bien, solo que acá no sabe quién soy, eso es lo que me he dicho durante esta tarde.

Creo que mi padre se dio cuenta de cómo es la academia y por eso me envió con Tony, mi chofer

Ya lista con todo lo que necesitaba me dispuse para ir al departamento, Tony me esperaba con el resto de mis cosas en el auto. - Tony tengo todo listo, pero tengo una cosa más que hacer, espérame otro poco por favor – le pido y el asiente ya cansado, estábamos en la calle desde casi medio día - gracias – había encontrado una pastelería, se veía todo tan delicioso que no quería dejar de pasar, pero con las bolsas en las manos me fue imposible cuando la vi. Ya con todo en el auto me dirigí a la pastelería, en realidad todo se veía y olía tan bien que me era imposible no poder comprar varios pasteles, al final Sali con una variedad bien grande, tanto que la chica que atendía se sorprendió al ver tal cantidad. Ya estaba camino al auto, por última vez cuando escucho a un chico

– ¡hey! Tú, la de los pasteles –

Me doy vuelta y veo a un chico que corría detrás de mí

- esto se quedó en la caja de la pastelería –

Me entrega mi monedero, no me di cuenta que no lo llevaba, estaba feliz por lo que había comprado, asique no me fije, trate de tomarlo, pero con lo que llevaba me era lago difícil.

– gracias, y disculpa. Lo podrías colocar encima de la caja, no creo poder tomarlo - dime donde vas y te acompaño, si lo dejo encima se te caerá o te lo pueden robar-

me dice con una risa – gracias, pero solo voy al estacionamiento de este edificio, no te preocupes – con todo lo que llevas, mejor te acompaño, así me aseguro que no te pase nada- me vuelve a sonreír.

Me puse nerviosa con él caminando en silencio a mi lado. Era alto mucho más que yo, se veía algo mayor, no voy a negar que era guapo, se notaba que su cuerpo estaba bien trabajado, daban ganas de tocar sus brazos, su cabello completamente negro, algo revuelto, su piel medio morena, ni muy blanca ni muy oscura, parecía que se había bronceado hacia poco, el azul profundo de sus ojos fue lo que más me gustó, podía haberme perdido en ellos, pero tenía que reaccionar, ya parecía que me caería baba de la boca de tanto verlo.

No fue mucho lo que caminamos, no hubo ninguna palabra en todo el camino, hasta llegar al auto, Tomy sale al ver que venía acompañada

– Alé, ¿pasó algo? – pregunta arqueando una ceja – no – respondo de inmediato algo asustada – disculpe señor, es solo que se le quedo esto en la pastelería y la alcance a medio camino para entregarla, pero la vi con todo eso y solo me quería asegurar de que no la fuera a perder de nuevo- le dice mientras se la entrega – muchas gracias joven – le responde – bueno, ya estas con tu padre sin ningún inconveniente más, yo ya me retiro, que tengan buen día – muchas gracias – le respondo mientras Tomy tomaba las cajas para meterlas al auto – te recomiendo tomar Tácticas – me dice y se da la vuelta, no sabía a lo que se refería.

En el camino Tomy se reía solo con la idea de que lo hayan creído mi padre, yo tampoco lo saque de su error asique pensé que la siguiente vez que me lo pudiera encontrar, podría preguntar por él, pero era algo casi imposible, la cuidad de Ramis era muy grande, asique era algo casi imposible.

Todo el fin de semana trate de colocarme al día con materias que eran muy distintas a las que ya tenía, por suerte para mí no era mala en la escuela asique no tomo tanto tiempo, solo algunos trabajos que debería entregar para poder tener al día sin problemas, en mi escuela anterior, la mayoría no estudiaba de forma común, era más que nada aprender a cómo administrar nuestras empresas y lo que es la vida de un “millonario” cosa que no me gustaba, quería ser como los chicos de mi edad, que solo se preocupan por sus estudios, amigos y pasarlo bien, sé que hay muchas realidades en todos lados, la mía era una de ellas pero no me gustaba la atención que tenía solo por mi pronunciada cuenta bancaria.

Comencé a hacer realidad lo que en un momento mi madre quiso, mi padre conmigo nunca fue una mala persona, siempre me ha respetado, me da mi espacio, y como no me va a consentir si hemos perdido tanto.

Primer día de escuela y me siento algo rara, estaba usando un uniforme con una falda algo corta a mi gusto, pero al mirarme al espejo me veía muy bien, no soy de adularme, pero creo que esta vez lo podía hacer. Le pedí a Tomy llegar justo a la hora, no quería tener que hablar mucho con los demás, aparte de que al primer lugar que tenía que ir era a la oficina del director, ya tenía mi plan de estudios, pero no sabía en que sector de esa inmensa academia deba estar, era muy grande.

Llegamos justo cuando sonaba el timbre de ingreso, me esperaba la secretaria del director en la puerta – un gusto Alexandra, mi nombre es Tamara – extiende su mano y yo repito el gesto – mucho gusto - ¿él es tu padre? Esperábamos recibirte junto a tu madre – nos dice mirando a Tomy- no señorita, yo solo soy su chofer, pero lamentablemente la señora Diana ha tenido mucho que hacer hoy por eso no nos ha acompañado – me tuve que aguantar la risa, escucharlo decir “la señora Diana” ni el mismo se lo cree, pero mientras estemos acá, así será en frente de los demás, - entiendo, bueno, entonces Alexandra sígueme para que puedas ingresar a clases sin más retrasos- se da la media vuelta y solo pude despedirme con un gesto, Tomy hace lo mismo y se va.

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