No soy un taxi

Seis meses antes de mi boda

¿Por qué siempre me dejo convencer por las locuras de Ali?, hace 15 minutos el concierto de su grupo favorito terminó, lo sé porque estoy afuera de la entrada esperando a que aparezca, tengo las luces encendidas y estoy escuchando “De Música Ligera” de Soda Estéreo, crecí con esta música, a mis padres les encanta y me han trasmitido su pasión por el rock en español.

Ali, siempre termina involucrándome en sus aventuras extrañas, se le ha ocurrido que después del concierto bajemos a la playa y nos encontremos con algunos amigos, solo que como yo no iba a gastar más de cien euros pagando un boleto de un concierto donde voy a ver un grupo que no me interesa, pues me pidió que la recojiera después del concierto y yo, que soy bien tontita le he dicho que sí.

Mi teléfono suena y cuando voy a revisar si el mensaje es de Ali, alguien abre la puerta del pasajero de mi vehículo.

— Hola — Me dice un chico con un ligero acento americano

— ¿Quién eres tú? — le pregunto — Voy a gritar — él frunce el ceño

— ¿Podrías llevarme al pueblo, por favor? — me dice amablemente.

— No, no soy un taxi — Respondo mientras giro mi cuerpo hacia él, me quedo mirándolo como tonta, las luces internas de mi automóvil se encendieron cuando el chico abrió la puerta, así que puedo ver su rostro y … Guau, de verdad que es guapo, aunque no puedo ver su color de ojos, creo que son muy claros — ¿Podrías bajar de mi auto?

— Por favor — repite — Estoy en un serio problema y por lo que veo tú eres la única que puede ayudarme.

— Mira, un concierto acaba de terminar, seguro muchas personas saldrán en automóvil — le respondo — y si no sales en este instante, voy a llamar al agente de seguridad.

— No, por favor — inclina un poco su cabeza y me mira a los ojos — Necesito que me ayudes.

— Pero si no te conozco — miro mi celular, más por hacer algo, me estoy poniendo muy nerviosa, entonces leo que Ali no va a venir y me pide que nos veamos directamente en la playa, porque se ha encontrado con alguien que va a presentarle a los chicos del grupo que ella admira sobre todas las cosas del mundo, palabras textuales.

— Es que soy idiota — susurro al leer el mensaje, siempre me hace cosas así y yo no aprendo y sigo de idiota ayudándole.

— ¿Entonces sí? — Me había olvidado del chico, lo que en sí es increíble porque primero, es muy guapo y egundo, no lo conozco y podría ser un psicópata violador.

— No — Intento abrir la puerta del carro e inmediatamente él se abalanza sobre mí y la cierra — ¡Oye! — levanto mis manos y trato de pegarme lo humanamente posible al espaldar de mi asiento, siento cosquillas en mi cuerpo y mi vientre hace un movimiento extraño que no logro identificar.

— Lo siento, de verdad — Mira hacia donde está la salida del concierto, empezamos a escuchar el ruido de los automóviles y la gente saliendo — Te juro que no soy un psicópata y que no me interesa violarte.

— Vale, gracias por lo que me toca — Él me mira y al parecer no ha entendido o ignora mi comentario.

— Necesito salir rápidamente de aquí o si no, tendré que vérmelas con …

— ¿Una chica? — Típico — Todo esto es porque necesitas escapar de tu cita. Es algo extremo dejarla sola acá, ¿no?

— Yo no he dicho que alguien deba regresar solo — Vuelve a mirarme, aunque ahora se ve un poco más desesperado, la gente se acerca — ¡Por favor! — Creo que verdad necesita salir que aquí y pues yo también.

No le digo nada y enciendo el auto, pongo la primera, comenzamos a descender, él se sienta correctamente, se abrocha el cinturón de seguridad y me mira.

— Gracias, te debo una — extiende su mano y luego la baja al mirar que estoy concentrada conduciendo, no me gusta conducir de noche, así que trato de no distraerme — Soy Jacob — se presenta.

— Miranda — le respondo y lo miro rápidamente.

— ¿Podrías ir un poco más rápido? — me dice y gira su cabeza para mirar si nos están siguiendo. Algunos vehículos vienen detrás, dos de ellos en una maniobra que para mí es extremadamente peligrosa, nos adelantan.

— La verdad es que no, voy a la velocidad máxima permitida — se inclina y mira el tablero

— ¿A 30 kilómetros por hora? — Me dice impresionado.

— Exacto — lo miro y vuelvo a concentrarme en la ruta — ¿Que esperabas?, estás en un pueblo costero de España, no en una auto ruta alemana — Se toca el mentón y luego suspira — ¿A dónde te llevo? — le pregunto.

— ¿A dónde vas? — me responde con otra pregunta.

— A una pequeña Cala — estoy segura de que no ha entendido — una pequeña playa rodeada de rocas.

— ¿Vas a bañarte en el mar a esta hora? ¿Desnuda? — me pregunta mientras sonríe levemente — Así que eres una aventurera Miranda, me gustas — dice como si me estuviera evaluando — Te acompaño — decide y sonríe abiertamente.

— No creo que te guste ese tipo de planes – le digo y me dirijo hacia la cala — Hagamos algo, yo busco donde estacionarme y tú puedes continuar a pie hacia el centro del pueblo, es superfácil llegar y no está lejos, además este es un pueblo muy tranquilo y no va a pasarte nada — alucina si piensa que voy a bañarme desnuda frente a él.

— Prefiero quedarme contigo — me dice y me indica con su mano una plaza libre para aparcar el coche, no tendremos que caminar mucho, solo bajar las escaleras hasta la cala.

Bajamos del carro y una lámpara ilumina completamente la calle, puedo ver su cara claramente, es alto, delgado, tiene en tatuaje en su cuello, es una especie de rama de árbol entretejida y con espinas y pequeñas rosas rojas, no puedo fijarme en los detalles, pero desde aquí parece muy elaborado, no puedo ver el color de su cabello porque lo tiene cubierto con una gorra, pero creo que es castaño claro y lo lleva más largo de lo normal. Sus cejas son pobladas y lleva un piercing en la del lado derecho, sus pestañas son largas y gruesas y sus labios igual de gruesos y muy besables … ¡Stop! Pero qué diablos estoy pensando, me soplo la cara con mi mano y cuando vuelvo a fijarme, Jacob se está riendo abiertamente.

— Linda — dice, sin sentido — Tú eres…  — me mira y me guiña un ojo — todo lo que necesito — termina susurrando, para luego dirigirse hacia las escaleras mientras yo me quedo mirándolo como una idiota hasta que él extiende una mano y me la ofrece - ¿Vienes? – me pregunta, con la otra mano, saca su teléfono del bolsillo de su pantalón y enciende la linterna, para comenzar a bajar, yo tomo su mano, no quiero pasar rodando como una estúpida, soy un poco torpe y no es extraño que me choque o golpee con las cosas todo el tiempo.

Cuando llegamos a la cala, algunos chicos tienen una fogata encendida y me imagino que están tomando alcohol, ellos nos hacen una seña para que nos acerquemos y como Ali no va a llegar todavía, decidimos sentarnos con el grupo, dos chicos tocan la guitarra y todos están cantando. 

Tienen vasos en sus manos y nos ofrecen dos, aceptamos y compruebo que es tinto de verano y está muy bueno, trato de tomar poco, pues estoy conduciendo.

El tiempo pasa y ellos continúan tocando la guitarra y cantando, Jacob canta algunas de las canciones en inglés y en español, realmente tiene una linda voz, profunda, emotiva.

Tengo la sensación de que las chicas lo miran desde que llegamos y hablan entre ellas.

— Ustedes dos hacen una linda pareja — Nos dice una de ellas, yo la miro y trato de negar inmediatamente, pero Jacob sonríe, toma mi mano, se inclina y me besa levemente en la boca. Siento mariposas en mi estómago.

— Es lo que quiero que ella entienda — responde.

— Si yo fuera tú, estaría comprendiendo otras cosas, en este momento — responde la chica y ella y sus amigas sonríen, yo la ignoro y miro a Jacob.

— ¿Por qué le dijiste eso?  — le pregunto

— Es algo que también quisiera entender — me responde y sigue tomando mi mano que yo intento liberar. En lugar de dejarla ir, empieza a acariciar suavemente mis nudillos.

— Creo que correr tanto escapando de tu cita, te ha hecho daño — le digo y él sonríe.

— No — se gira hacia mí, suelta mi mano y toca mi mejilla — Creo que conocerte de verdad me puede hacer daño o tal vez conocerme te haga daño a ti — sacudo mi cabeza, él me mira intensamente y vuelve a besarme — Esperemos a ver que dice el destino — susurra sobre mis labios.

— El destino dice que estás loco y yo le doy la razón — siento una sensación extraña, como si me faltara algo y solo pudiera conseguirlo con él, pero eso es una completa locura, tengo todo lo que he querido, o bueno, eso creo.

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