Confesiones

Capítulo 5.

El peor miedo de Elisa se hizo presente, ya que Luke estaba del coche y se acercaba hacia donde ella se encontraba, lo miró y una holeada de emoción se dejó sentir, por una parte le preocupaba lo que él pudiera pensar sobre su presencia en la que había sido su casa, y por otro lado la sensación de verlo la hacía estremecer, él la miró, y un gesto de sorpresa se dibujó en su rostro.

-¿Qué haces aquí? -preguntó Luke intrigado.

Ella no sabía que contestar, le daba vuelta a los pensamientos para poder encontrar las palabras precisas.

-Necesitaba respirar aire fresco, estos últimos días han sido muy estresantes -dijo ella.

Luke observó una mueca de dolor en la cara de Elisa y preocupado se acercó un poco más para ayudarla.

-¿Estás bien? 

-Estaba distraída, tropecé y me lastimé el tobillo.

Sin mediar palabras, Luke la tomó en sus brazos y la llevó a la casa, Hana los vio e inmediatamente se ofreció a ayudarlos.

-Elisa se lesionó el tobillo, necesitamos un poco de hielo y una venda, por favor Hana -comentó Luke.

-Enseguida se lo llevo señor, si lo desea puede llevarla a su habitación, todo está ordenado -señaló el ama de llaves con una cálida sonrisa.

-No es necesario Hana, aquí estoy bien -replicó Elisa.

-No seas testaruda, necesitas descansar, tienes el pie bastante inflamado -contestó Luke.

Él siempre fue de pocas palabras pero de acciones contundentes, así que la tomó en brazos y sin previo aviso la llevó hasta la habitación.

Una gran sensación de nostalgia embargó a Elisa, de pronto todos los recuerdos se agolpaban en su mente, en esa casa había sido inmensamente feliz, pero también vivió los momentos más tristes cada vez que Luke tenía que marcharse a sus viajes de negocios.

-¿Y cómo está Ana? -preguntó Luke.

-Ya la conoces, protestando por todo, lo que me preocupa es que no aprende de sus errores, sigue opcesionada con Billy -señaló Elisa.

-Billy ahora está de viaje con su familia, antes de que se marchara hablé con él y le dejé muy claro que no quería que volviera a acercarse a tu hermana, pero tú debes encargarte que Ana no lo busque, si no o de nada servirá todo lo que hicimos -espetó él preocupado.

Elisa estaba conteniendo el fuerte dolor que sentía, su tobillo estaba muy inflamado y le molestaba considerablemente.

-Déjame revisarte, se ve que te duele.

Le quitó los zapatos con mucho cuidado para no lastimarla, y de solo sentir el contacto con su piel una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo, ella estaba allí, en esa casa donde habían pasado los mejores momentos de su vida, se veía tan hermosa, su piel, su cabello, todo en Elisa era perfecto ante sus ojos, el deseo comenzó a apoderarse de él, obnubilando por completo la razón, a Elisa le sucedía lo mismo, cada vez que Luke la tocaba se generaba una explosión en su interior, y tenerlo allí tan cerca, hacía que lo deseara con una pación imposible de frenar.

Movido por todo lo que sentía, Luke pasó de un rose normal con sus manos para palpar la inflamación a intensas caricias, no pudo resistirse más y la besó con frenesí, esos besos contenidos manifestaban todo lo que habían guardado durante esos dos años después del divorcio.

Ella correspondió con las mismas ansias que pedían a gritos ser saciadas.

Su respiración entrecortada rebelaba los instintos que se desencadenaron con el contacto de sus labios, ninguno deseaba detenerse, la pación iba en aumento, los cuerpos parecían adquirir vida propia, los dos estaban reviviendo la emoción que parecía muerta y enterrada, pero que había bastado solo una caricia y el calor del momento para que saliera a la luz.

La magia estaba en el ambiente, y nada parecía importar, pero de repente la puerta se abrió y fue como si la realidad se hubiese presentado de golpe, para recordarles lo que querían olvidar.

-Lo siento, regreso más tarde -dijo Hana apenada por haberlos interrumpido.

-No te preocupes Hana, yo ya me iba -intervino Luke tratando de recomponerse.

Elisa se quedó con una extraña sensación de vacío en el corazón, tenía claro que lo de ellos había terminado, sin embargo con ese encuentro que tuvieron fue inevitable que las ilusiones no se avivaran.

El ama de llaves le había dado una píldora para que pudiese descansar un rato, por su parte Luke se sentía atormentado por lo que acababa de pasar, pues aun cuando los dos lo deseaban el hecho de haber tenido contacto otra vez con ella le había removido todo lo que parecía haber enterrado, Elisa lo trastornaba, siempre fue así, y esta vez sería lo mismo, fue una tortura cuando tuvo que divorciarse de ella, ya que su recuerdo estaba presente a cada instante.

-No pudo resistir la tentación y aprovechó mientras ella dormía para entrar a su habitación, le pareció tan bella, era como un ángel, no entendía como esa mujer hubiese podido serle infiel, y a pesar de que nunca lo constató con sus propios ojos, las dudas lo habían cegado nublando su entendimiento -Elisa despertó, y le pareció un gesto muy lindo que su exmarido se hubiese tomado la molestia de ir a ver como estaba, pues no se esperaba que aún permaneciera en la casa.

-Debes pasar la noche aquí, le diré a Hana que te facilite lo necesario, todavía están aquí las cosas que dejaste -le dijo él mirándola con unos ojos que hablaban por si mismos.

-No creí que aún las conservaras -comentó Elisa.

-Pues ya vez que sí, cuando te fuiste, pensé que algún día vendrías a recogerlas, pero nunca lo hiciste.

-Tampoco tú me buscaste -reclamó.

-¿Y para que querías que fuera a buscarte?, si tú ya me habías olvidado, y estabas con alguien más -dijo Luke.

-Eso es lo que tú quisiste creer, tal vez porque así te convenía, quizás eras tú quien ya tenía a alguien más.

-Como te atreves a decir algo como eso, sabes que yo nunca te fui infiel, a pesar de que oportunidades no me faltaron, pero yo solo veía por tus ojos, estaba loco de amor por ti, pero no fuiste capaz de esperarme, tenías que enredarte con ese imbécil en la primera oportunidad que se te presentó -reclamó Luke lleno de ira.

-Estás tan ciego que nunca te das cuenta de nada, yo nunca tuve nada que ver ni con Tony ni con nadie, no debería decirte esto, pero ya me cansé de que me sigas juzgando como la peor de las mujeres, yo nunca te fui infiel, eso lo imaginaste debido a tus celos enfermizos, me enviaste los papeles del divorcio sin darme siquiera el beneficio de la duda, condenándome a vivir un infierno.

Él estaba en shock, las palabras de Elisa lo habían golpeado donde más le dolía, con lo que le dijo, todas las conjeturas que se había hecho sobre ella, se estaban desmoronando, y en su lugar quedaría una inmensa incertidumbre además de la culpa, porque si ella hubiese sido inocente, jamás podría perdonarse, haber destruido lo más valioso que había tenido en su vida.

 

Luke y Elisa se miraron fijamente, había coraje pero también un profundo deseo entre los dos, Luke la tomó por la cintura y se acercó para besarla, Elisa lo miraba nerviosa, todo estaba dispuesto para que un encuentro muy intenso se produjera entre ellos, cuando de repente el teléfono de Luke sonó y en la pantalla del móvil aparecía el nombre de su prometida, provocando que Elisa se apartara bruscamente. 

 

 

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