Cap:4. ¿Por qué sigue doliendo?.

Los claros ojos de Isabella miraron fijamente a los oscuros de Ava con ondas de perturbación y molestia en ellos.

── ¿Por qué me vuelves a pegar? ──. Inquirió con los dientes apretados.

Ignorando su pregunta, Ava volvió a preguntar: ──¿cuál es tu nombre?.

── Isabella Carson ── . Respondió en un tono neutro y una expresión imperturbable.

Satisfecha al escucharla y ver su expresión, Ava le volvió a preguntar: ──¿Cuándo te enteraste de ambas cosas?.

── Anoche ──. Su voz era fría, volviendo a hacer la misma Isabella fuerte y segura de si misma.

── ¡M4lditos bastardos!. Es culpa de ellos que volviera el cáncer. ¡Pero me van a escuchar!. ¡Juró que les daré una paliza! ──. Sentenció enojada con una expresión aterradora en su rostro.

── Sabes que me la voy a cobrar, ¿verdad?. Y no hagas nada, no quiero que sepan que se sobre ellos.

── Era por tu bien cariño. Además, mientras este presente, ¡jamás permitiré que te compares con esa p*rra! ──. Se defendió Ava al saber que Isabella podría golpearla en ese mismo momento.

── Isa, debes ser fuerte por Jack, más de lo que fuiste en el pasado. Sabes que siempre estaré a tú lado. No estas sola, te acompañare a todos los tratamientos ──. Expresó tomando sus frías manos entre las suyas.

── También debes volver a ejercer tu profesión. Hazlo por ti, debes pensar en ti. Hablaré con mi hermano para que trabajes con él ──. Musito decidida. En esos momentos, Isabella debía empezar a vivir la vida que había dejado a un lado desde el inicio por el bastardo de James.

── ¿Con tu hermano?. ¿Volvió del extranjero? ──. Indagó con algo de curiosidad. Tenía más de diez años que no veía al hermano de Ava. Y probablemente si lo veía en la calle no lo reconocería.

Todos los negocios los manejaba desde el extranjero. Y no muchos, o por decir pocos lo conocían. Era una gran figura pública sin rostro.

── Si y si. Ese ingrato mal hermano siempre hace lo que quiere. ¡Ni siquiera estuvo en el nacimiento de su sobrina!. ¡Ni en su cumpleaños!. ¡Cuando lo vea lo voy a levantar a golpes! ──. Se quejo lleno de ira.

Solo pocas personas sabían que Ava tenía un hermano. Y el cual era él hombre más poderoso en toda la ciudad de Xiangtan. Aunque no fueran hermanos de sangre, se consideraban como tal.

Cuando los padres de Ava murieron en un accidente, ella apenas tenía cinco años.

La familia Cromwell la habían adoptado como su hija ya que ambas familias eran muy cercanas.

Y como Ava no tenía más hermanos o parientes cercanos, decidieron adoptarla. Por lo que ganó un hermano mayor y unos nuevos padres. Los cuales le dieron la opción de seguir usando el apellido de sus verdaderos padres o el de los Cromwell.

Los Cromwell eran los dueños des las joyerías más populares y caras en la alta sociedad. Así como también tenían bajo su poder la compañía de diseños de joyas más grandes en la ciudad y en otras ciudades. Pero su sede principal estaba en la capital.

También tenían compañías en otros países. Además de eso, eran dueños de grandes centros comerciales y hoteles.

Hasta tenían algunas boutique exclusivas donde solo la familia tenían acceso. Ya que en estás, era donde primero llegaban las últimas tendencias en moda. Y de las cuales en algunas ocasiones ella tenía el privilegio de disfrutar al ser la mejor amiga de Ava. Aunque a esta le gustaba manejar un bajo perfil para no ser el objeto de atención de los buitres que querrían llegar a su hermano. Así que, muy poco utilizaba este método para obtener las cosas que quería.

── Sabes que no he ejercido mi profesión en años. No creo que me acepte sabiendo lo estricto y exigente que es ──. Musitó Isabella tranquilamente.

── No te preocupes por nada, ese idiota no puede negarme nada. ≪Y más cuando se trata de tí≫ ──. Afirmó con un brillo malicioso en sus oscuros ojos ──. Sabes que el cumpleaños de Alexia es en tres meses. Quiero que le diseñes un juego de accesorios. ¡Debe ser único y hermoso!. Cuento contigo ──. Agrego guiñándole un ojo.

── Te veo después. Ya debo marcharme.

─ Ava, por favor, no vayas hacer nada ──. Pidió Isabella. La conocía, y sabía que muy seguramente los buscaría para desahogar su ira.

── No te preocupes, no hare nada ──. Respondió tranquilamente con una pequeña sonrisa, la cual desapareció al dar media vuelta transformándose en una expresión fría y oscura al salir del estudio.

── Cariño, ya es hora de irnos ──. Gritó al llegar al jardín.

── Pero tía, ¡aún no hemos jugado lo suficiente ──. Se quejo Jackson en medio de un puchero.

── Para ustedes nunca será suficiente ──. Comentó Isabella al llegar.

── Mami, ¿Podemos quedarnos un rato más? ──. Tanteó Alexia con su voz infantil y consentida.

── No podemos amor. Otro día volvemos.

Los pequeños labios de Alexia se fruncieron llenos de pucheros al escucharla, al tiempo que se despedía de Jackson e Isabella.

── Recuerda llamarme para acompañarte ──. Le recordó Ava a Isabella antes de irse.

Después que la visita se marchará, Isabella llevo a Jackson para que tomara un baño. Para posteriormente almorzar y después tomar una siesta.

....

Mientras tanto, después que Ava se marchará y dejará a su pequeña en la villa, volvió a salir hasta conducir a la compañía de su esposo.

Todos la saludaban respetuosamente, a lo cual ella respondía con una pequeña sonrisa y un asentamiento.

── Sra. Levine, él Sr. Levine se encuentra en la oficina con…

Sin dejar que la secretaria continuara o la anunciara, Ava avanzó sin detenerse con el ceño ligeramente fruncido al ver que era una nueva secretaria. No solo era nueva, también era muy atractiva con una sensualidad en su aura, ⪻¿Será su amante?⪼. Pensó sin poder evitarlo al entrar a la espaciosa oficina de su esposo.

Los dos hombres que se encontraban platicando callaron al ver la puerta abrirse y los segundos la esbelta figura de Ava ingresar con frialdad, la cual se intensificó en sus oscuros ojos al ver al imbécil que estaba con su esposo.

Sus pequeñas manos se cerraron fuertemente, aguantando las ganas de lanzarse a él y darle unos buenos golpes. Al final, no era tan débil como todos pensaban y podían con ese bastardo.

Al ver que algo no anda bien, Matt se levantó de su lugar llegando hasta Ava abrazándola por la cintura. ── Cariño. ¿Por qué no me avisaste qué vendrías? ──. Interrogó con una sonrisa al dejarle un beso en la mejilla.

── Cuñada, que bueno volver a verte ──. Habló James levantándose de la silla.

── No puedo decir lo mismo ──. Respondió Ava fríamente con los dientes apretados.

Los dos hombres se sorprendieron ante las palabras y la hostilidad de Ava. Era sabido que a ella no le agrada mucho James, pero nunca había actuado tan fríamente con él.

── No tomes en cuenta sus palabras. Ya sabes como se ponen las mujeres en esos días ──. Se apresuró a decir Matt.

── No te preocupes, después seguimos la conversación ──. Dijo James para luego marcharse.

Después que quedaron solos, Matt miró fríamente a Ava al decir: ── cuida tu lenguaje, sabes que no me gusta que me hagas quedar mal.

── ¡Me importa un carajo si te hice quedar mal!. ¡¿Sabías que ese imbécil estaba engañando a Isabella y te quedaste callado?!.

Matt se paralizó al escuchar sus palabras. ⪻¿Cómo se enteró?⪼. Se preguntó.

── Cariño, James es mi amigo, él me pidió que no dijera nada. Además; si te decía ibas a decirle a Isabella inmediatamente ──. Se defendió con un tono de voz suave para persuadirla.

── ¡Humph!. ¿Me imagino que tu amigo te estaba dando la noticia que serás tío nuevamente?.

──…Tú… ¿Cómo es qué sabes eso? ──. Preguntó consternado y con un mal presentimiento.

── ¿Qué cómo lo sé?. Déjame decirte que no solo yo lo sé, ¡Isabella también lo sabe!. ¡Fue ella quien me lo dijo!. ¿Sabes qué ese fue el regalo de aniversario que le dio tú amigo anoche?. Jaja… ¡Sorpresa!. ¡Me acuesto con tú hermana y vamos a tener un bastardo! ──. Gritó enojada con sus oscuros ojos llenos de resentimiento al mirar a Matt.

── Ahora me preguntó, ¿esa nueva secretaria es tú amante?. ¿Te estás revolcando con ella o con alguien más? ──. Interrogó, mientras sus ojos adquirían una mirada asesina al ver a Matt levantar la mano con la intención de golpearla.

── Hazlo si te atreves ──. Vociferó con voz helada. Su mirada era desafiante al verlo y su postura inquebrantable. ⪻Solo atrévete, ¡y mira como te destruyó!⪼.

Bajando la mano, Matt se la llevó a su rostro pasándosela por este para calmarse. Debía recordar que había prometido nunca volver a golpearla después que Ava había quedado embarazada y casi pierde al bebé por su culpa.

── Ella no es mi amante, ni ella ni nadie. Solo te tengo a ti y jamás te traicionaría. Tú lo sabes muy bien cariño ──. Musitó al acunar el rastro de Ava y acariciar sus mejillas con sus pulgares.

Ava lo miro fijamente a los ojos, aunque pareciera estúpido, le creía. No porque confiera ciegamente en él, sino porque ella sabía como mantenerlo en la palma de su mano. No por nada le cumplía su obsesión de siempre estar presentable y ser su muñeca de porcelana.

── No quiero verte. No vayas a dormir. Le diré Alexia que estas de viaje cuando pregunte por ti ──. Pidió Ava al soltarse de su agarre y abandonar la oficina.

Aunque Matt quería ir tras ella, sabía que no debía hacerlo.

Solo podía apretar los puños llevado por la impotencia y esperar a que se calmara.

── ¡Eres un imbécil James!. No solo arruinaste tu matrimonio, ¡sino qué estas arrastrando al mío en el proceso! ──. Susurró golpeando la pared fuertemente con ira.

….

Ya habían pasado varios días desde que Isabella sabia de la infidelidad de su esposo. Decir que su matrimonio se estaba volviendo cada vez más frío era poco.

James ya casi no iba a su hogar, siempre se la pasaba “viajando” y nunca estaba en casa.

Isabella había ido a ver a Adam para colocarse en tratamiento. Ava siempre la acompañaba e incluso la llamaba para recordarle que no dejará de tomar los medicamentos.

El cumpleaños de Jackson estaba cada vez más cerca. El pequeño había pedido una decoración con la temática del Spider-Man. Por lo que, actualmente Isabella se encontraba viendo algunos adornos para integrar en la decoración.

Aunque había contratado a una agencia de eventos, quería involucrarse en el proceso. Después de todo, era el cumpleaños de su hijo y quería que todo saliera bien.

Sus marrones ojos con destellos dorados miraban atentamente detrás del cristal una figura de Spider-Man casi de tamaño real que había en una tienda de juguetes. Debía conseguirla. A su hijo y a sus amiguitos seguramente les gustaría mucho.

Cuando se dispuso a entrar a la tienda, una suave voz y una risa llegaron a sus oídos, haciéndola paralizar en el lugar y sentir una frialdad envolverla.

Su corazón empezó a latir frenéticamente en su pecho, mientras era pinchado por miles de alfileres que lo esperaban cada vez que retumbaba. Sentía una inmensa opresión que le estaba dificultando respirar con normalidad.

Apretando fuertemente la correa de su cartera, Isabella dio unos cortos pasos hasta la tienda de bebés que estaba al lado de la de juguetes, y de la cual provenían las voces.

Sus claros ojos cristalizados como la superficie de un vidrio al ser empañado, miraron a una pareja que se veía muy feliz mientras miraban los accesorios de bebés.

── Cariño mira este, ¡es muy hermoso! ──. Exclamó la mujer mientras agarraba una de las prendas con ojos brillantes y encantadores, para posteriormente mostrárselo a su pareja.

── Si, es muy hermoso ──. La respaldo él hombre con voz cálida y una sonrisa, a la vez que llevaba una de sus manos al vientre plano de la chica ─ se vera hermoso o hermosa con todo lo que le compres ─ agregó al final con un tono dulce lleno de adoración.

¿Por qué seguía doliendo?.

¿Por qué sentía que su reconstruido corazón volvía a fragmentarse en miles de fragmentos?.

Ella ya sabía que eran amantes, pero…¿Por qué tenía que volverle a doler?. ¿Por qué tenía que seguir sufriendo por culpa de ellos?.

¿Por qué su estúpido y débil corazón seguía sufriendo?.

Isabella se mordió el labio inferior con tanta fuerza causándose una herida. La mano que sujetaba la correa estaba totalmente blanca de la presión que ejercía.

Los odiaba.

Odiaba a su esposo. Odiaba a su hermana y se odiaba así misma por ser tan débil y poca mujer para retenerlo a su lado.

A ella le había sacado excusas para no acompañarla a comprar las cosas de su hijo. ¡Mientras qué a su amante le dedica todo el tiempo que quería!.

¿Acaso ya no consideraba a su propio hijo como tal?. ¿Ya no era importante para él?.

── Te estoy empezando a odiar con la misma intensidad que te sigo amando James. ¡No sabes cuánto estoy empezando a odiarte!. ¡Juro que si haces sufrir a mi hijo te destruiré a ti, y a lo qué tanto amas en este momento! ──. Sentenció con hostilidad y frialdad mientras los miraba ser cariñosos.

Sus hermosos ojos adquirieron una luz fría y afilada como la hoja de una espada al mirarlos por última ves, antes de dar media vuelta y marcharse dejando una frialdad en el aire.

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