CAPITULO 4

Beth aún no podía creer como su vida había dado un giro de trescientos cincuenta grados al aparecer Zander en ella. Lo último que supo de él fue que envió a un doctor a tomar muestras de sangre a Tadeo. Ella no era ninguna tonta sabía muy bien que eran para hacerles prueba de ADN al niño como él había acordado en Londres. Después mando a buscar a Tadeo para que conociera a su abuelo Theron. Por lo que, le dijo Tadeo de su abuelo lo adoraba mucho por ser su nieto el hijo de su hijo fallecido. De alguna manera ella sabía que este acercamiento tal vez podría tener problemas en el futuro.

Se encontraba en la enorme habitación que le habían asignado pero aún no se acostumbraba al lujo de esa familia tan arrogante. Intento relajarse contra el cabecero de la cama y cruzó los brazos sobre su pecho hasta que se quedó totalmente dormida.

En los sueños Beth corría para alcanzar a Elena pero está cada vez se alejaba más y no podía decirle que la extrañaba. Hasta que sintió una mano calidad que la ayudaba a despertarse.

-Buenos días, señorita James-saludo Rosa

-Buenos días

Rosa la miro con intensidad.

-Tenía una pesadilla, no sabía si despertarla son muy frecuentes- comento ella. A veces dicen que las personas que no pueden dormir bien son porque se enfrentan a su pasado del que no pueden escapar.

-La verdad es que soñé con Elena, nunca he podido aceptar su muerte en estos cinco años. Se me hace difícil no ver los teléfonos esperando noticia de ella. –dijo con tristeza.

Rosa la miro con incredulidad porque nunca conoció a la Elena dulce que podía hacer ese tipo de cosas. Cuando la vio por primera vez le parecía la mujer más despreciable que podía haber y no se equivocó porque termino separando a Zander y Theo. En cambio podía ver bondad en el corazón de Beth nunca trataba a los empleados de la casa con desprecio siempre tenía una sonrisa y cuando hablaba de Elena lo hacía con tristeza era tan transparente. Zander le pidió que la vigilara todos los días y cuando este le había mandado a comprar ropa para que usara en la isla ni siquiera las usaba. Aun no entendía como dos hermanas podían ser distintas porque Beth amaba a Tadeo se desvivía por él. Por eso cuando Zander le pidió que le dijera como se comportaba Beth le dijo la verdad es una persona humilde y honesta.

-Rosa, crees que puedas quedarte con Tadeo hoy-comento Beth sacándola de sus pensamientos.

-Claro, para mí es un placer –sonrió ella

-Gracias, voy a alistarme para ir a trabajar-explico ella. Pero puede que hoy me demore un poco dile a Tadeo que regresare para jugar con él.

Rosa estaba sorprendida por lo que ella le estaba diciendo nunca hubiera pensado que cuando salía en las tardes dejándole el cuidado del niño era para trabajar, le había dicho a Zander que lo abandonaba por las tardes, por eso el pido que la vigilara de cerca.

-Trabajaba en una floristería antes de llegar aquí con Tadeo en Londres pero como quebró tuvimos muchos problemas por eso apenas llegue aquí decidí ir al pueblo a buscar un trabajo y lo conseguí, sé que no voy a estar mucho tiempo en esta fortaleza y para no perder el tiempo decidí aprovecharlo con la carrera que estudie.

-¡Oh, entiendo!, exclamo Rosa.

Beth le restó importancia a la manera como la veía Rosa sabía muy bien que estaba sorprendida porque ella trabajaba. Nunca ella ha vivido con lujos y este no era el caso por más dinero que tuviera jamás podría acostumbrarse a esa vida.

El ruido del helicóptero interrumpió el ambiente tenso que se había formado entre Rosa y Beth.

-¡Tio Zander! Llego –grito Tadeo emocionado.

-Rosa ve con Tadeo para recibir a Zander por favor-murmuró ella.

Salieron dejándola sola, Elizabeth estaba muy nerviosa porque no sabía cómo iba ser el encuentro entre ella y el hombre que le había quitado el sueño desde que estuvieron en la isla.

-¡hola!

Allí estaba él impecablemente guapo vestía con un suéter color verde que mostraba ese hermoso cuerpo de un Dios griego, combinando con un pantalón largo en blanco que mostraban toda su masculinidad y unos zapatos negros. Su mirada se posó en ella como la de un león cazador.

-¡ho....la! –tartamudeó Beth

-Tenemos que hablar Beth..dijo él finalmente

-De que quieres hablar-preguntó ella

-Del futuro de Tadeo

-Zander accedí a venir hasta Grecia con Tadeo pero eso no significa que él y yo nos vayamos a quedar aquí-dijo ella con la mirada fija en los ojos azules que desprendían fuego con solo verla hacia que todo el cuerpo se le estremeciera de deseo. –Esto te lo digo porque quiero aclarar las cosas antes de que te pongas pesado como siempre.

-Se lo que accediste pero debo recordarte quienes somos y donde estas-dijo él con arrogancia. Al final conseguiré lo que deseo porque nunca podrás compararte a mí.

-Y como piensas conseguirlo- dijo ella con los dientes apretados. Porque legalmente soy la madre de Tadeo te guste o no.

-¡Exacto!-exclamó Zander. Por eso encontré una solución en la que nunca podrás impedir que mi padre y yo formemos parte de la vida de Tadeo.

- ¿Cuál? –pregunto Beth

- ¡Tú y yo nos vamos a casar!

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