¿Como es que esto me está sucediendo a mí? Se pregunto Eva mientras lloraba y suplicaba por su vida. Ella se encuentra encerrada en un frio oscuro cuarto, llena de pánico y presa del temor al imaginar que su vida pronto a va acaba, ella morirá de una forma horrible y no podrá ni siquiera despedirse de su familia.

—¡Ayuda! Déjenme salir ¡Alguien que me ayude por favor! — grito, pero nadie venia a ayudarla o escuchaba su suplicas, toda su vida estaba pasando frente a sus ojos mientras el cuarto se estaba llenando de agua lentamente, ya el aguaba le llega a la cintura lo que la está haciendo entrar en pánico.

Mientras ella lucha por su vida trata de buscar la manera de escapar de ese lugar, pero por más que lo intenta no puede lograrlo, está atrapada y no hay ninguna salida para ella, y mientras más lucha por su vida la fuerza en su cuerpo se va evaneciendo y el cansancio la está venciendo cada vez más. De pronto cuando el agua ya casi la había cubierto por completo y cuando se iba a dar por rendida dejando ir su corta vida escucho la voz de un hombre que le hablo desde afuera.

—Si quieres vivir, sabes lo que tienes que hacer.

—Estás loco, ¿acaso estas dispuesto a matarme para lograr tu propósito?

—Lo estoy, y también estoy dispuesto a llevarme a quien sea por delante si no acede a lo que te le pido, incluso podría acabar con tu pequeña familia. O acaso crees que no sé dónde vive tu madre y tu pequeña hermana. — lo escucho decir y el terror se apodero aún más de ella. Mientras que el agua empezaba a llegar a sus hombros ella recordó el momento aquel cuando todo comenzó.

Desde hacía dos años Eva había estado trabajando en una tienda departamental en diferentes áreas como asistente de aquellas clientes VIP que llegaban a la tienda y necesitaban la ayuda de las chicas que trabajan en el lugar para hacer sus compras. Este mundo esta divido por diferente clase sociales y por jerarquías, donde los pobres de bajo nivel servían a los más ricos y ese era su trabajo servirles a aquellas personas que eran superiores a ella. Ese día como los demás ella llegó a trabajar como todas las mañanas, ese día en especial asistiría una cliente importante a la tienda y esta sería atendida por su compañera Elizabeth quien se encargará de guiar a la clienta y ayudarla.

Mientras estaba organizando algunas cosas de una estantería su compañera llego quejándose de un fuerte dolor abdominal.

—¿Qué sucede? — le pregunto preocupada ya que se veía en su rostro que de verdad la estaba pasando mal.

—No sé, creo que la cena de anoche me cayo mal y he tenido fuertes dolores estomacales.

—Vallamos al área de descanso y ahí te daré algo para tu dolor.

—No creo que pueda atender a la clienta de hoy, ella debe estar a punto de llegar y no creo que con este dolor que tengo pueda darle un buen servicio y tengo miedo de perder mi trabajo. — le dijo lamentándose de la situación, ya que no atender a un cliente podría traerle problemas con su empleo.

—No te preocupes yo me encargare de ella. —Eva se ofreció ya que Elizabeth es una buena amiga y la quiere ayudar.

—Gracias eres muy buena, ya solo te queda poco tiempo trabajando aquí y aun así siempre te portas muy bien y eres buena amiga. — le dijo su amiga, ya que Eva fue aceptada en una constructora como pasante de arquitectura y esperaba que eso le ayude en un futuro y obtener un buen puesto como arquitecta. 

Ella la ayudo a ir al área de descanso y luego de darle un medicamento para el estómago volvió a su área de trabajo, ahí le informo a su jefa que ella seria quien atendería a la clienta, Eva ocupo el puesto de su amiga y espero que la clienta llegara.

No paso mucho tiempo para que la clienta VIP llegara apara ser atendida, su jefa fue a usarla y le indico que la clienta la estaba esperando en la sala de espera.

—Yo seré la persona quien la estará asistiendo. — le dijo cuando llego al salón y al mirarla todo se detuvo a su alrededor, dicen que es grosero quedarse mirando a una persona a la cara por mucho tiempo y aun mas sin conocerla, pero por más que lo intentaba no podía quitar su vista de ella.

—Dicen que en la vida todos tenemos un doble, pero nunca pensé encontrar a alguien tan parecida a mí. — dijo la clienta mientras la miraba cada vez más sorprendida por su apariencia tan idéntica a la suya.

—Eva, ya tienes lo que busca. — le dijo un hombre que acaba de entrar al lugar. El cual al igual que ellas se quedo sorprendido al verla a las dos.

Desde que conoció a esa mujer y al hombre que la acompañaba ese día su vida cambio y ahora ella se encuentra a punto de morir.

—Te queda poco tiempo antes de que el agua suba y te cubra por completo, se una buena chica y acepta mi propuesta. — le dijo. Mientras Eva seguía luchando por su vida, la desesperación y la impotencia la inundo por completo, ella no sabe qué hacer y no tiene más remedio que rendirse y caer en su juego.

Tratando de encontrar aire en el poco espacio que queda sin que este cubierto por el agua, ella grito, grito de dolor y desesperación, para luego caer en sus garras.

—Acepto, hare lo que me pides. — grito antes de que el poco espacio que hay en ese lugar se cubriera con el agua y no hubiera vuelta atrás.

Pero nada sucedió, el lugar seguía lleno de agua y nadie la estaba rescatando, ella seguía ahí en su miseria y poco a poco se fue quedando si oxigeno y fue perdiendo la conciencia mientras se sumerge en el agua.

El agua empezó a descender rápidamente y alguien entro en el agua y la estaba sacando de ese lugar, solo pudo ver el rostro de ese hombre malvado antes de quedar inconsciente.