Capítulo 3 parte II

Porte al caminar, mirada fija en un solo punto, cada paso firme y sus brazos levemente sueltos, pero sin perder fuerza en ellos. Esa sonrisa tan burlona adornaba su cara, su reflejo estaba frente a él. Movió su cabeza para ambos lados admirando su pelo, se había acostumbrado a verlo siempre blanco, pero no dudaba que ese color natural le hacía resaltar más sus facciones, en especial sus ojos. No sería Mendax si nunca elogiara su persona en el espejo.

Fijo su vista a los barrotes. Todo era lúgubre, frío y solitario. Esto le hacía recordar a un pequeño análisis que leyó hace un par de años y decía: “El peor tormento que le puedes dar a una persona es alejarlo de todo aquello que conoce. El ser humano por naturaleza es sociable. Al no encontrarse con eso en su exterior, el cerebro crea maneras de socializar provocando que la persona se vuelva loca”.

Lo demás derivada del porque los reos están en esta clase de lugares. La tortura psicológica es la mejor de todas.

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