Capítulo 4. Te daré tu espacio

       Una tarde Alissa se dirigía de lo más animada a la casa de Sebastián para invitarlo al cine, a él siempre le gustaron las películas de terror y ella estaba dispuesta a soportar la ansiedad que esa clase de filmes le provocaba, ¡todo sea por él! 

-- ¡Hola, Sebas!!—exclamó Alissa al entrar a la habitación con una clara actitud de coqueteo.

 – hola, Alissa… Pensé que no vendrías hoy—contestó Sebastián sin un ápice de interés.

 -- ¡¿Te gustaría ir al cine?! Están estrenando una película de terror y he escuchado que está espeluznante, ¡Vamos!

 – no tengo ganas, Alissa, no tengo ganas de ver una película—

-- ¡entonces vamos por un café! —contestó Alissa animada, con la intención de convencerlo a como dé lugar.

-- ¡¿Qué parte no entiendes, Alissa?!—la respuesta de Sebastián sonó hosca y su mirada se aferraba a la de ella cómo queriendo desaparecerla

– estoy cansado de que te la pases detrás de mí como si fueras mi niñera, me siento acosado, no me dejas respirar, Estoy harto de verte todos los días de que me quieras convencer que somos la pareja perfecta, ¡me tienes cansado! —gritó Sebastián y Alissa solo se quedó como petrificada ante tal reacción

 – necesito que me des un tiempo para poner en orden mis ideas, ¡por favor Alissa! ¡Dame tiempo! Necesito que te vayas, que no me llames, no me mandes mensajes, ¡solo quiero estar solo!, Por favor Alissa ¡vete! —el dolor agudo que Alissa sintió en el pecho a medida que escuchaba las palabras del hombre que hacía apenas unos meses le estaba proponiendo matrimonio se sentía como si le enterrara un cuchillo en el pecho una y otra vez hasta que las lágrimas empezaron a correr por su rostro que de inmediato trató sin éxito de limpiar, no había manera de parar su llanto

 -- ¡Discúlpame Sebastián! – dijo Alissa con un hilo de voz –No sabía que te sentías de esa manera, te daré tu espacio, como me lo estás pidiendo, solo quiero que sepas que te amo y… Lo siento… ¡De verdad lo siento! —Echó a correr desconsolada, desorientada y con tanto dolor que ni siquiera sabía que rumbo estaba tomando, solo caminaba por las calles y lloraba sin entender ¿Qué había hecho mal? Para que la tratara de esa forma, para que la lastimara con esas frías e hirientes palabras, se sentía destrozada y de cierta forma fracasada por no poder hacer que Sebastián se volviera a enamorar de ella, eso dolía y dolía mucho.

     La lluvia se hizo presente y Alissa seguía vagando sin rumbo hasta que finalmente llegó a la casa de su mejor amiga, no tenía ánimos de llegar a casa de sus papás y tener que darles explicaciones de su estado, su amiga Renata la recibió con tal asombro que ni siquiera se atrevió a hacer preguntas y de inmediato se dedicó a atender a su amiga, Alissa se echó a llorar en su hombro y Renata solo la abrazó

 -- ¡tranquila Alissa! ¡Todo va a estar bien! Ven vamos a qué te quites esa ropa mojada que te vas a resfriar, -- Renata la llevo a su cuarto a que tomara un baño, le acercó un pijama y se retiró a la cocina a prepararle un té y algo de comer, cuando Alissa apareció ya estaba más tranquila.

 -- ahora sí amiga ¿Que te pasa? ¿Qué es lo que te tiene tan mal?, Sabes que puedes confiar en mí y que estoy para ayudarte en lo que haga falta—Alissa le contó todo lo que estaba pasando y su amiga no hacía más que darle ánimos y tratar de que se relajara para que pudiera dormir.

Al día siguiente regreso a su casa y no mencionó nada a sus padres, dejó de asistir a las terapias y se limitó a continuar con su rutina con la esperanza de que en cualquier momento llegara un mensaje o una llamada de Sebastián y sufrir día tras día por no recibir noticias de él.

Renata hacía hasta lo imposible por sacar a Alissa de la depresión y no dejaba de inventar salidas, idas al cine, de compras, lo que sea era bueno, un domingo estaban tomando una copa de vino en casa de Renata y llegaron los amigos de ambas para pasar el rato y es que Renata era la mismísima reina de la fiesta y lo que era una simple reunión de amigas terminó en un recorrido por los mejores bares de la ciudad.

--vamos Alissa no seas aguafiestas ¡no te vas a ir! —dijo Renata cuando Alissa se trataba de escabullir para que no notarán que se retiraba.

 -- no puedo amiga, mañana tengo un compromiso con mis papás

—solo quédate un rato más y…-- fueron interceptadas

-- ¡Holaaa, Alissa! ¿Qué milagro que te dejas ver por estos lugares? —de repente se encontraron con Carlos un muy buen amigo de la escuela que siempre gustó de ella en secreto y que verla después de tanto tiempo significó un enorme gusto

-- ¡Qué tal, Carlo! —contestaron las chicas al unísono.

 -- fue un gusto saludarte Carlos! Pero ya me estoy yendo, en otro momento me gustaría que nos juntamos para tomar un café—dijo Alissa queriendo dirigirse a la salida del lugar

– de ninguna manera, Alissa quédate solo un rato más mira que es muy temprano todavía —Carlos no pensaba dejarla ir y aprovecho para estar junto a ella en todo momento, bailaron y tomaron unos tragos, hasta que finalmente Alissa se empezó a sentir muy mareada y decidió retirarse sin que nadie se diera cuenta, pero Carlos no la dejaría ir así, se acercó y le comunico que la llevaría a casa, ella asintió y salieron juntos del lugar, el aire fresco le jugó una mala pasada a Alissa y se sintió peor, vomitó todo lo que podía tener en el estómago y cuando llegaron a su casa no dejaba de llorar y Carlos la consolaba, solo eso era suficiente para él, pero en un arranque de valentía la tomó por la cintura acercándola a él y le plantó un ardiente beso, el beso que tantos años había añorado y que ahora robaba, sin duda no era lo más adecuado, pero era algo, el gusto no duró mucho y hasta la borrachera se le bajó a Carlos al sentir la cachetada que Alissa le acomodó luego de zafarse de su agarre.

 -- ¿¡que te pasa Carlos!?-- -- perdóname Alisa!! ¡Por favor!! No sé qué estaba pensando, te juro que esto no se va a repetir ¡Por favor perdóname! –

-- no se volverá a repetir Carlos, ahora será mejor que vayas a descansar—Alissa no tenía ánimos para discutir y simplemente se despidió y optó por dejar atrás ese episodio.

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