Tercer libro: Capítulo 16.

La calma siempre era el presagio de la tormenta. Emma lo sabía, de ahí nacía su profunda preocupación.

En dos semanas que habían transcurrido, no había sabido nada de Leonardo. No era que quisiera hacerlo en realidad, pero le preocupaba que él se encontrara planeado algo en su contra, algo más de lo que sabía que tenía planeado. La desesperación que había visto en los ojos de Leonardo, no había sido poca, era la suficiente como para pensar que él se atrevería a aparecerse en el mismo hospital a llevársela, pero nada de aquello había ocurrido. De hecho, Liam había sido dado de alta, y Emma no había sabido nada de Leonardo.

Por un instante, ella pensó en que quizás existía la posibilidad de que él se hubiese dado por vencido. Anhelaba que algo así sucediera.

—¿Te duele aquí, mi amor? —preguntó Emma, con los labios cargados de dulzura.

Liam negó.

—No me duele nada cuando estoy contigo.

Una sonrisa torpe ornamentó el rostro de Emma, pero esta se fue suprimiendo cuando empezó a recordar to
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo