Capítulo VI

–¿Estás segura de querer comprar eso? Es enorme –viendo que Danielle paga con la tarjeta de crédito un set de dibujo profesional

–Sip, tiene de todo para dibujar desde colores, tizas pastel, lápices de dibujo, gomas para borrar, mira tiene hasta un tajalápiz eléctrico, mira la guía tiene portaminas y sus respectivas minas de reemplazo, tiene hasta plumas de dibujo ¡que lindo tiene muchos marcadores de colores! –sonriendo– ¿crees que el señor James se enoje? –sonrojada hasta las orejitas

–¿Qué te dijo James?

–Que podía comprar lo que quisiera, siempre y cuando le avisara y llevara los recibos de compra

–¿Le avisaste? –Danielle niega con su cabecita– entonces es mejor que se lo digas, bueno ahora está en una junta pero puedes enviarle un mensaje de texto

–Sí mejor le digo –saca el celular que compró y escribe un mensaje a James– “Señor James, espero no incomodarlo pero estoy con Lady Spencer en el centro comercial y estoy comprando un set de dibujo profesional, enseguida le envió la foto” –le toma una foto a la caja y la envía, al poco tiempo recibe un mensaje– “de acuerdo Dani, no olvides llevarme el recibo de compra, si quieres puedes ir de nuevo a la cafetería del edificio y pedir algo, y antes de que lo olvide esta noche iré a tu habitación…” –se sonroja en el acto

–¿Qué pasó?

–Nada, me dijo que no había problema –entrega la tarjeta de crédito y la cajera se queda mirándolo– yo…etto…

–Mi padre quiso que mi hermanita menor tuviera su propia tarjeta, no se preocupe si necesita el documento de alguien mayor le puedo facilitar mi identificación –entregando su identificación a la cajera, quien asienta y pasa la tarjeta– vamos Dani

–Sip hermana –sonriendo toma la caja, más dos blocks de dibujo que le obsequiaron y salen hacia la empresa– gracias por no dejarme morir con la cajera

–Por nada Dani –sonriendo– no es normal ver a una niña de diecinueve años con tarjeta de crédito, ni siquiera a los adolescente ricos nos dan esos privilegios ¿te dijo algo más James?

–Dijo que si quería ir a la cafetería del edificio podía, quiero anillos de calamar los que hacen ahí son deliciosos

–Bien, vamos entonces pero antes tenemos que ir a la tintorería por tu morral –sonriendo, mientras maneja su auto

De regreso al edificio pasan por la tintorería donde reclaman el morral que ha quedado como nuevo, al llegar entran y se dirigen a la oficina de James, al pasar ven a Carla llorando y Suzane hace una sonrisita puesto que a lo mejor James hizo algo, dejan las cosas, salen y suben a comer, durante una hora hablan y se divierten, luego se dirigen a la oficina de James dónde Danielle sigue dibujando hasta que llega James…

Entrando a su oficina ve a Danielle sentado dibujando, se acerca con mucho sigilo y toma a Danielle de la cintura– ¿Cómo te ha ido? –besando la mejilla de Danielle

Danielle sonrojada asienta con su cabecita – bien, estoy terminando este dibujo ¿Qué le parece? –mostrando un dibujo a lápiz de la antigua Roma

–Me sorprende tú talento ¿y Suzane?

–Dijo que tenía que atender unos despachos de su madre ¿Por qué?

Tomando asiento frente a Danielle– ¿Qué paso con Carla, por qué te hizo llorar? –Danielle se sonroja en el acto– dime

–Yo…etto…ella me dijo cosas muy hirientes y tomó mi morral y lo arrojó al piso –sonrojada– debe pensar que soy muy sensible o llorona ¿verdad?

“La verdad pienso que esa inocencia tuya te hace más apetecible” para nada Dani, bueno ya le di una lección a esa mujer “la verdad fue divertido hacerla creer que me la iba a coger, solamente para amenazarla nuevamente” bien tengo que revisar unos informes ¿quieres hacer algo?

Danielle sonrojada no quita la vista del enorme estante de libros– quiero ver los libros del estante ¿puedo?

–Puedes, pero cuídalos algunos son más antiguos que tú y yo juntos –Danielle asienta con su cabecita y se dirige al estante

“Vamos a ver, vamos a ver” –sus ojitos se abren como platos al ver un libro en pasta dura, sobre cardiología– “Cardiología en el siglo XVII” –toma el libro y al sacarlo de este cae un pequeño cuaderno– ¿Qué es esto? –lo toma y solamente tiene el nombre del hombre que más admira en el mundo– Señor James…

Mirando sobre su laptop– ¿Qué pasa Danielle?

–Esto estaba en este libro, solo tiene el nombre de su padre –entregando el cuaderno

–Gracias Danielle eres muy amable –tomando el cuaderno y guardándolo en un cajón de su escritorio– bien tenemos una hora antes de irnos a la mansión, por favor no hagas ruido –Danielle asienta con su cabecita se sienta en el sofá del despacho y empieza a leer

Al salir del edificio ambos suben al auto se James y se dirigen de vuelta a la mansión; al llegar los recibe Max y se dirigen al comedor para cenar, luego de eso Danielle se dirige a su habitación dónde decide ver un documental en el enorme televisor; mientras James está en el despacho revisando el asunto de su media hermana; cuando termina se dirige a su habitación, se cambia de ropas y cuando entra a la habitación de Danielle la encuentra dormida en el sofá…

–Se acerca con mucho cuidado a Danielle y la besa en los labios; sintiendo como le corresponde– Dani ¿te dormiste esperando por mí?

–Yo…etto…no me fijé en la hora lo siento –sonrojada hasta las orejitas, James se acerca y la toma en brazos– ¿Qué…que pasa Señor James?

–Hoy quiero intentar dos cosas nuevas contigo –la lleva a la cama y la acuesta con mucho cuidado– ¿puedo? –Danielle asienta con su cabecita

“Tengo que hacer todo lo que me pida, hasta ahora no ha sido agresivo ni nada de eso conmigo; entonces…” ¿Qué tengo que hacer? –sonrojada, James se apodera de sus labios, sintiendo como lo toca sin miramientos, como suelta su overol

–¿Te gusta Dani?

Danielle asiente con su cabecita, mientras James le quita por completo el overol y la camisa, al hacer eso, se cubre el pecho– po…por favor no vea mi cicatriz –sonrojada

Sintiendo más vergüenza de que vean su cicatriz de que un hombre vea por primera vez sus pechos cubiertos por aquel sostén blanco con flores.

–Te dije que no iba a decirte nada por tu cicatriz –toma las manos de Danielle y deja descubierto su pecho– no se nota mucho Dani –besando todo el pecho de Danielle, mientras con sorprendente habilidad suelta el sostén de la chica, dirigiendo sus labios hacia los pezones de Danielle– “niña maravilloso, dulce y deliciosa tienes que ser mía, mía y de nadie más” ¿te gusta, quieres que continúe?

“No puedo creer que esto en verdad me guste, se supone que esto no está bien…solo hago esto porque necesito el dinero” s…si me gusta, me gusta mucho Ahhhh, Ahhhh –sintiendo como James lame sus botoncitos rosas, los succiona, los muerde con suavidad– “oh no va a pasar de nuevo” –sintiendo como cierta humedad se apodera de su entre pierna – Ahhhh, Ahhhh

Me gustan mucho tus gemidos Dani, sigue gimiendo para mí –susurrando sugerentemente a Danielle– Danielle tócame –Danielle se sonroja en el acto– quiero sentir tus tímidas e inexpertas caricias en mi cuerpo, vamos Dani –besa a Danielle en los labios y siente como las manos de la niña lo toca con mucho, mucho pudor– eres una niña, muy obediente –sintiendo las piernas de Danielle aferrándose en su abdomen– y por eso esta vez te voy a ayudar acá abajo…

–Eh, pero ¿de qué habla…? Ahhhh, Ahhhh –sintiendo como James ha introducido su mano en su ropa interior y acaricia lentamente su intimidad– es…espere Señor James…

James levanta la mirada y ve que los ojitos de Danielle están ahogados en lágrimas– Shhhhh, no llores mi hermosa morena si quieres que me detenga solo dímelo; no te pienso forzar a nada –Danielle esconde su carita en su pecho– dime Dani ¿quieres que me detenga?

–N…no quiero, es que se siente extraño, incluso algo doloroso eso es todo –sollozando, levanta la mirada y James la besa en los labios

–Es bueno que me digas eso –Danielle se queda mirándolo– porque así sabré ser más delicado contigo –liberando la entrepierna de Danielle de su ropa interior dejando ver que está completamente húmeda– niña dulce voy a enseñarte muchas cosas

James acaricia ese delicado botón sin abrir, presionando con cuidado y disfrutando de los suaves gemidos de la joven – estás tan deliciosa Dani

–Pero…yo…Ahhhh, Ahhhh

–Deja al adulto encargarse de esto Dani –susurrando en el oído de Danielle, tocando aquella intimidad de la niña hasta que siente como se estremece, se arquea, y estalla en su mano– que buena niña –besando la frente de Danielle– “no voy a pedirte que me satisfagas a mí; pero si voy a pedirte que me des un buen entretenimiento” –toma a Danielle en brazos y la lleva hasta el baño

–¿Qué…qué pasa? –sonrojada hasta las orejitas

–Sé que esto sonará muy pervertido de mi parte –llenando la tina con agua caliente– pero quiero que te des un baño para mí, que te toques para mí –Danielle se sonroja por completo, pero asienta con su cabecita

“Esto es muy vergonzoso, pero en verdad…en verdad me gusta esto” –se despoja de su ropa interior, tenis y calcetines, se sumerge en la tina; al girarse ve a James con su bata abierta y se percata de que está completamente excitado por debajo de su bóxer– “¡por Dios, ¿ese hombre es real? Es muy bien dotado!” ¿así está bien?

–Si por bien te refieres a lo que estás viendo en medio de mis piernas, te puedo decir que te ves muy apetecible –Danielle se sonroja en el acto, ve como James se acerca y se sienta al borde de la tina– no solo quiero ver como el agua resbala por esa piel de porcelana –tomando el mentón de Danielle y la acerca para besarlo– tócate para mí…mi hermosa morena –observando como Danielle, se sienta en el borde de la tina frente a él, mira un sonrojo muy dulce en las mejillas de la niña mientras separa sus piernas y masajea su monte de venus para complacer al hombre que la observa como si de una bestia llena de lujuria se tratase

“Esto es lo más extraño que he hecho en mi vida, pero ¡¿Por qué me gusta?!” –mordiendo sus labios para reprimir sus gemidos, para evitar nombrar al hombre que está enfrente de ella tocándose– ¿Qué…que hace Señor James? Ahhhh, Ahhhh “estoy ardiendo por dentro, me voy a morir” –James se quita la bata, se mete al agua acercándose a Danielle y besando sus labios; mientras toca el pecho de Danielle, pero sin dejar que Danielle continúe autocomplaciéndose– Ahhhh, Ahhhh

–¿Te…te gusta dulce niña? –Danielle asiente con su cabecita, tratando de reprimir sus gemidos– no te reprimas, canta para mí –abrazando a Danielle y metiéndola en la tina– no quiero que te enfríes, pero debo suponer que estás ardiendo por dentro ¿verdad? –mientras besa el pecho de Danielle

–S…si, usted tiene la razón Ahhhh, Ahhhh –sintiendo como James masajea su clítoris al mismo tiempo que él besa sus pechos, hasta que vuelve a estallar en el agua, enturbiando el líquido transparente y cálido– “él siempre me hace sentir bien, tengo que hacer lo mismo” –se anima a besar a James y con mucha timidez lleva su mano a la entrepierna de James y lo toca sintiendo que ese hombre era monstruosamente bien dotado– ¿le…le gusta Señor James?

–Sí Dani me gusta mucho –estremeciéndose con las caricias de esa chica, sintiendo mayor placer que el proporcionado por otras parejas– eso niño dulce, me gusta como lo haces Ahhhh, Ahhhh, que niña tan maravillosa Dani mírame –Danielle levanta la mirada y lo besa en los labios– aumenta tus caricias –Danielle lo masturba con frenesí

“En verdad lo disfruta y yo también, me gusta…me gusta hacer esto” ¿le complace Señor James? –James asienta con su cabeza

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