Capítulo II

–Bien, te entiendo –poniéndose de pie– vámonos

–¿A dónde? –poniéndose de pie y tomando su morral de gato

–Cuando lleguemos lo sabrás, por cierto ¿en dónde vives?

–En el condado histórico ¿Por qué señor Spencer?

–Eres mi mercancía –Danielle se queda pasmada– así que desde hoy vivirás en mi mansión –Danielle se sonroja en el acto

Más sonrojada que un tomate– Eh, pero señor Spencer…

–¿Qué pasa Danielle?

–¿Qué voy a hacer con usted en una mansión?

–Ya veré que se me ocurre; bien vámonos –pagando la cuenta y saliendo con Danielle

Danielle sube al auto de James y se dirigen a un centro comercial, al llegar James le entrega una tarjeta de crédito haciendo que Danielle se sonroje…

–¿Qué pasa?

–¿Para qué es la tarjeta señor Spencer? –sonrojada

–Bien cómo te dije en el restaurante eres mi mercancía, pague mucho por ti y no quiero que estés de inútil en mi casa –Danielle asienta con su cabecita– así que ve a una tienda y compra ropa –Danielle abre sus ojos como platos– aparte de comprar ropa informal compra trajes, te voy a presumir ante mis amistades…

–¿Por qué?

–¿Acaso no es obvio? –Danielle niega con la cabeza– ¿Por qué estaría en una agencia de acompañantes, y te compraría si no deseara la compañía de una bella dama?

–En…entiendo señor Spencer “este hombre tan atractivo dijo que soy bella, por Dios ¿Qué me he imaginado?”

–Ve y compra la ropa yo te espero, luego vamos a tú casa por el resto de tus cosas –guiñando el ojo

Danielle entra primero a una tienda donde compra varios overoles, camisas y boinas que hacen juego, y de paso compra vestidos, para agradar a James, luego se dirige a una tienda de ropa más formal donde es asesorada y compra varios vestidos de gala y largas gabardinas; al salir de la tienda se dirige a una tienda de comunicaciones donde compra un nuevo celular, para hablar con James, al salir ve que varias personas toman sus bolsas y las suben a una camioneta…

–No te preocupes, ellos van a llevar las cosas a mi mansión y se acomodarán en tu nuevo cuarto, bien vamos a tu residencia –Danielle sube en el auto con James y se dirigen al edificio de departamentos, al llegar Danielle baja, entra al edificio, llega al departamento, deja una nota escrita para Sophie y toma sus cosas en una maleta a decir verdad tiene poca ropa– ¿eso es todo?

Sonrojada– sí señor Spencer, la verdad tengo pocas cosas

–¿Por qué?

–Al morir mi papá, el departamento en que vivíamos pasó a embargo más la mayoría de mis cosas –James toma la maleta y la coloca en el portaequipaje

–Bien solo queda una parada antes de que volvamos a la mansión

Al llegar al destino final Danielle se queda pasmada, es la universidad más prestigiosa de Coventry…

–¿Esta es…?

–Dijiste que querías estudiar medicina ¿no? –sonriendo

–Pero hasta dónde sé el semestre tiene un valor de al menos cinco mil libras –sollozando

James toma con mucha delicadeza el mentón de Danielle y esta se sonroja en el acto– y creo que puede valer más el semestre, lo que quieres estudiar es lo más noble que hayas podido escoger; así que yo voy a financiar tu carrera. Por lo tanto espero que seas una estudiante aplicada ¿entendido? –Danielle asienta con su cabecita, le entrega otra tarjeta de crédito– toma ve y paga el semestre, compra lo que necesites para tus clases –le entrega una tarjeta– esta es la dirección de mi empresa, al salir toma un taxi y te diriges allá, y le dices a mi secretaria que has ido a verme ¿entendido? –Danielle asienta con su cabeza– bien no demoremos más –le da un beso en los labios a Danielle dejando a la chica pasmado– ve…

Danielle sale del auto; y se dirige a la facultad de medicina dónde pide el formulario, el recibo de pago y paga con la tarjeta que le ha dado James, recibe su horario de clases y se dirige a la tienda de la facultad donde compra una bata, los libros que necesitara en el semestre y compra una caja de esferos de colores y colores, puesto que en sus tiempos libres le gusta dibujar. Al terminar de hacer todas esas cosas, sale de la universidad entre la mirada de varios estudiantes puesto que con la forma de vestir de Danielle y la maleta tan tierna que tiene parece una dulce niña más pequeña que su edad verdadera, al llegar a la oficina la secretaria de James lo observa con desprecio…

–Bu…buenas tardes –la mujer de unos veintidós años levanta la mirada y observa a Danielle como si fuera poca cosa– el señor Spencer me pidió que viniera a verlo

–Lord Spencer – dejando a Danielle en shock – no se encuentra en el momento así que puede largarse por donde vino “m*****a mosca muerta ¿Qué quieres con MI James?”

–¿Se demora en llegar? Él me dijo que tenía que venir a su oficina

–No tengo ni idea, mejor retírese –toma el teléfono– antes de que llame a seguridad para que la corra a patadas –en ese momento sale James– Lord Spencer…

–Danielle ¿hace cuánto que llegaste? Carla ¿Por qué no la anunciaste?

–¿Danielle, usted…qué edad tiene? –Danielle se sonroja en el acto – yo…

–Más tarde hablare seriamente contigo, Danielle por favor pasa. Carla pide que traigan dos capuchinos –Carla asienta con la cabeza, mientras Danielle entra a la oficina– disculpa a esa mujer, desde que tuve un desliz con ella se creen con derecho para entrometerse en mi vida, toma asiento…

–No…no se preocupe señor Spencer debí decirle mi nombre –sonrojada toma asiento, y ve como James toma asiento en frente de él

–Dime ¿Cómo te fue en la universidad?

–Me fue bien –sonriendo– ya tengo mi horario de clases y compré las cosas que necesito para mis clases –con las bolsas a un lado de la silla– y de paso compre esferos de colores y una caja de colores –sonrojada

–¿Para qué? –sonriendo

–Porque a mí me gusta el dibujo –sonrojada– si algún día le parece le muestro mis dibujos “¿Qué dije? Debí sonar como una niña”

–Me parece bien –en ese momento entra una muchacha con los dos capuchinos– gracias Suzane, antes de que salgas cierra las persianas y si dice algo Carla ya sabes que decir

–Si Lord Spencer –hace una reverencia, cierra las persianas y sale–

–Bien Danielle pásame todos los recibos de tus compras y tu horario de clases –Danielle coloca al frente su morral de gato y lo abre– ahora que noto tu morral es lindo, pero ¿no te parece muy infantil?

Danielle más roja que un tomate se aferra a su morral– yo…etto…mi papá me lo regaló cuando cumplí los quince años, mi papá estaba muy enfermo pero aun así trabajo turnos triple para comprarme este morral, aunque siento que fue mi culpa que empeorara su salud –sus ojitos se llenan de lágrimas– lo…lo siento –secando sus lágrimas– ni siquiera usted me preguntó esto; por eso lo cuido mucho y lo uso así me digan cosas o me molesten en las calles –James se pone de pie y se acerca a él, se coloca a su altura– ¿Eh?…

–No es malo que demuestres tus sentimientos –secando con cariño los ojos de Danielle– no llores Dani…bien antes de que olvide porque te he pedido que vengas a mi oficina, necesito los recibos de todo lo que compraste hoy

–Si señor Spencer –saca todos los papeles y se los entrega más las tarjetas de crédito

–Las tarjetas puedes conservarlas y usarlas en lo que quieras eso sí; sí es para comprar alguna tontería primero me avisas ¿de acuerdo? –Danielle asienta con su cabecita, James toma los recibos más el horario y los escanea– ten te devuelvo el horario, los recibos los voy a conservar para tener un preciso registro de tus actividades bancarias, así que lo que compres si no puedes venir para darme los recibos los envías por correspondencia solo di que vienen para acá

–¿Para qué escanea mi horario señor Spencer?

–Porque tengo que saber tus horarios de entrada y de salida, para así llevarte a la universidad y recogerte –Danielle se sonroja en el acto– mira Dani te ves tan linda y dulce que se pueden aprovechar de eso para hacerte tu vida de cuadritos en la universidad, así que si te ven conmigo, si saben que eres la protegida y amante de James Spencer te dejaran en paz desde el primer día –sonriendo

–¿A…amante? –sonrojada hasta las orejitas

–Sí Dani, si no te quisiera por amante no te hubiera comprado pero tengo que saber controlarme no he olvidado que eres una niña por cierto ¿Cuándo cumples los diecinueve?

–En dos semanas Lord Spencer

James se coloca de pie y se acerca a la joven tomando la silla en que está sentada – especifica el día –girando la silla en la que está Danielle–

–El trece de agosto –sonrojada, James frena la silla y la besa en los labios– “es mejor que no sepa, que él fue mi primer beso”

“Este niña ni siquiera ha besado a un chico” perfecto ya sé que día cancelaré mis citas, bien Danielle sal y dirígete al jardín que queda en el último piso del edificio allá hay una pequeña cafetería, pide lo que quieras ya saben que vas de mi parte, me esperas hasta que salga

–Si señor Spencer –está por salir cuando James lo toma de la mano– ¿pasa algo señor Spencer?

–Si Dani, no me llames tan formalmente no soy tan viejo solo tengo veintiocho años –sonriendo, besa a Danielle en la frente

Danielle tomas sus bolsas sale y sube el ascensor hasta el último piso del enorme edifico corporativo, al llegar se dirige a la cafetería donde pide un jugo de manzana, varios anillos de calamar y varios onigiri de atún mientras toma asiento y disfruta de su comida gratis, James va a hablar seriamente con su secretaria Carla…

–Bien Carla, pasa y toma asiento

Carl entra sonriendo, con su blusa un poco abierta para mostrar más su escote– ¿Qué deseas James?

–Primero que te cubras y segundo que dejes de comportarte como si fuéramos algo, no somos nada que te quede claro; te he dicho hasta el cansancio que yo no estoy interesado en tener pareja que si me involucre contigo sexualmente fue porque estaba pasando por un momento sensible de mi vida

–¡¿Lo dices por esa niñita verdad?!

–Si fuera así ¿Qué te importa? –Carla se queda pasmada– solo lo diré una vez, Danielle tiene libre acceso por este edificio si me vuelto a enterar de que le estás negando el paso tendrás problemas

–¿Crees que no sé qué esa mocosa es menor de edad? Me pregunto ¿Qué pasaría si las autoridades se enteran de eso? –James se pone de pie y le toma el brazo– ¡¿Qué te pasa?!

Apretando con fuerza el brazo de Carla y le da una mirada que le hiela la sangre – y yo me pregunto ¿Qué pasaría si se enteraran de que falsificaste tus títulos universitarios, que solo eres una prostituta barata que se escapó de su proxeneta? –Carla se queda pasmada– sí Carla yo averigüe toda tu vida; sé que escapaste de tú casa a los trece y desde entonces fuiste una prostituta, también sé que fuiste secretaria de mi padre, porque creíste que él te haría Lady Spencer, y sé que pagaste con sexo los títulos de la universidad. Así que no me amenaces, porque yo puedo decir perfectamente que solo “compré” a Danielle para sacarla de esa vida de perdición

–¡Te juro que me las vas a pagar!

–Eso ya lo veremos –suelta el brazo de Carla– más te vale no meterte con Danielle o te va a pesar; lárgate –toma su abrigo y sale–

Al llegar al último piso de su enorme edificio, James encuentra a Danielle dibujando en una de las hojas de su cuaderno…

–¿Qué haces Dani? –Danielle se sonroja

–Estaba haciendo un paisaje coralino –sonrojada le muestra el dibujo a medio colorear– ¿le gusta señor Spencer?

–Te dije que no me llamaras tan formalmente –Danielle se sonroja aún más– bueno espero que te acostumbres a no llamarme así vamos Dani tengo que mostrarte dónde vivirás a partir de hoy; por tu pregunta sí me gusta mucho el dibujo tienes talento

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