Al final del camino vemos la luz, el cual Alejandro avanza para llegar. Al salir la luz del atardecer ilumina el lugar, mis pulmones se le hace difícil respirar por la altura en que estamos. Lo que más sorprende es que el lugar está cerrado por un tipo de cristal. Es como si hubiese existido un pueblo aquí, hay estructuras antiguas, iglesias, hogares, entre otras cosas. —Rayos, es más grande de lo que cuentan. — comenta uno de los muchachos de Alejandro fascinado por el paisaje. Vamos a un lugar que tiene un gran símbolo de los puntos cardinales. Estos señalan grandes estructuras maltratadas. Miro con curiosidad donde siento una energía. De la nada escucho risas que provienen de una estructura. —Mierda, brujas. — gruñe Alejandro sacando sus garras en posición de defensa. —Hace tiempo que no teníamos invitados. — se escucha como dice una sin aun salir de la estructura griega. —Y lo mejor es que no son normales. — comenta otra seria saliendo de la estructura sin mostrar su rostro po
Abro mis ojos desorientada, con nauseas y dolor de cabeza. He aceptado varias cosas en mi vida que en unos días anteriores no hubiese aceptado ni aunque estuviera loca. Pero solo tengo que cumplir lo que me han encomendado y volveré a casa para prepararme e irme a la estudiar a la universidad a tener una vida normal. Me levanto sin equilibrio haciendo que me sienta rara. Miro lo que son mis manos y me encuentro con unas patas de diferentes tonalidades. Niego varias veces, creyendo que aún estoy durmiendo por lo que mi bisabuela me dio de tomar la anoche. —¡No puede ser! — camino hacia el agua para ver mi reflejo. —¡Ah! — grito escondiendome de mi propio reflejo en el agua critalina, pero de mi hocico solo sale un chillido agudo. ¡Ya no tengo un rostro plano! Observo que mi rostro está inundado de pelo de diferentes tonalidades. Mis orejas se mueve hacia al frente y hacia atrás ya que me asusto de mi reflejo pero a la vez se ve curioso. —Mm ¿Qué pasa? — escucho
Las flores de primavera se hacen ver por el valle, nunca había visto tantas flores en mi corta vida. La manada de mi familia hablan amenamente, todo está en paz. Es la primera vez que estaré tan cerca de la manada. Observo como los cachorros corren en su forma lobuna jugando mientras los adultos hablan entre ellos en su forma humana. —Iris. — alzo mi mirada hacia la procedencia de la voz que ha dicho mi nombre. No me siento confiada al estar tan cerca de la que se supone sea mi manada. Solo estan la familia de mi madre y ellos dan miedo. Me pego más a la persona que está a mi lado y aprieto su mano que está entrelazada junto a la mía. —Dime mami. Por alguna razón mis padres no permitieron que me acercara mucho a mi manada cuando era más pequeña. No recuerdo por qué pero siento que hice algo como para que ahora quieran que me acerca a ella o más bien que saque al lobo que tengo dentro. —Obsérvalos con detenimiento tal vez así aprendas a sacar a tu lobo in
Diez años después: Doy varias veces con el lápiz sobre el libro de física mientras estudio. Estiro mi cuello y mi espalda por las tantas horas que he estado sentada. Me fijo en el embace donde tengo hecho mi nuevo experimento. Pienso en quien puedo usar mi nuevo experimento, pero en realidad en esta casa tengo más de una persona en la que puedo probar mi hipótesis. Tomo un trozo de carne que tengo en un plato y dejo caer mi mano esperando a que llegue una presa. A los pocos minutos escucho como la puerta de mi cuarto se abre sin hacer mucho ruido y como alguien olfatea la atmosfera persiguiendo el exquisito olor que emite la car
—Es hora de ir a la escuela. — exclamo levantándome llena de energía. Llego a mi escuela que es para "normales", tengo que admitir que en todos lados encontraré seres del mundo que los humanos no conocen. Camino entre los estudiantes con agilidad, tantos olores juntos hacen que no use tanto mi sentido del olfato. Pero puedo lograr distinguir la presencia de una joven particular y familiar. —Iris. — escucho como me llaman haciendo que mire hacia la procedencia de mi llamado. —¡Iris! — grita la peli roja, al vez que la ignoro para seguir con mi misión esencial en el día de hoy. —¡Ay, no me ignores! —¿Qué quieres, Carly? — cuestiono deteniéndome haciendo que choque conmigo y le saco un gruñido. —A mí no me gruñes,
Respiro agitada por la carrera que he hecho para encontrar a mi bisabuela. No sé dónde está... Me detengo, miro por todos lados, no la encuentro. Siento como mi cabeza empieza a doler gracias a que la luz de la Luna toca mi piel, tal vez si he sido maldecida por ella. Escucho un aullido haciendo que reaccione nuevamente, tiene que ser mi bisabuela. Corro lo más rápido posible con lágrimas bajando por mis cachetes húmedos. —¡Iris, vamos levántate! — exclama mi madre haciendo que salga de la pesadilla que me atormenta casi todas las noches. Escucho como abren la puerta de mi cuarto haciendo que el olor de la persona que la ha abierto entre. Cierro rápido mis ojos para que mi hermano menor crea que sigo durmiendo. Este me toca con la punta de su dedo, como si fuera lo suficiente para despertarme.
Observo el edificio hecho de ladrillos viejos y con una torre que tiene un gran reloj. No ha cambiado nada este lugar desde que me fui. Sigue siendo un lugar oscuro, húmedo y lleno de secretos. Siento como alguien me observa a lo lejos haciendo que me gire encontrándome con un monte inmenso. Llego a ver como el monte se mueve solo logrando que me sienta algo mareada, que raro es esto. No siento ninguna presencia... Muevo mi cabeza haciendo caso omiso y sigo mi camino hacia la escuela de licántropo. Mientras más me acerco siento una mezcla de olores... ¿Qué olores? Apesta a otros lobos. Toco mi mochila, espero que no huelan el paquete que tengo. Lobos fuera de la manada de mi familia me olfatean buscando mi esencia. Desde niña no tengo olor o aroma como ellos lo llaman, según ellos. De por si nací con un aroma que no es igual a los licántropo normales. Los miro por enc
Miro por las afueras de la escuela verificando que nadie esté cerca. Al ver que no hay nadie salgo de mi escondite para ir al monte. "Tengo que lograr que dejen de dar clases pero ¿Cómo?" Mientras me adentro más en el monte pienso en lo que puedo lograr hacer con solo una camisa.—Tengo que pensar esto bien. — me digo a mi misma sentándome en el suelo húmedo del monte, con mi mochila sujetándola como si fuera mi vida.Me acuesto en el suelo y cierro mis ojos para pensar mejor. "Debo de lograr que los alfas puedan olfatear la esencia, pero no debo de ser yo la que acerque la camisa." Frunzo mi ceño imaginándome cada cosa que puedo hacer. Hago un sonido de desespero abriendo mis ojos dándome cuenta que esto no será tan fácil como lo había creído.Escucho un riachuelo a lo lejos, me levanto y sigo el sonido encontrándome un hermoso paisaje. El agua cristalina fluye tan libremente y puedo olfatear lo pura que es. Lo peces nadan como si estuvieran danzando.—Mama mira peces. — me llegan imá