Capitulo 2

Me despierto un poco desorientada, siento un dolor intenso en mi cuerpo, veo a mi alrededor y me puedo dar cuenta que estoy en un cuarto oscuro. Tengo las manos atadas al frente, trato de moverme, pero es inútil. Mis pies están atados con una pequeña cadena a un tubo, la figura de mi tía aparece con un látigo en la mano. Esta habitación la reconozco, siempre me trae al sótano, acá me trae ella cuando mi conducta no es la correcta y me deja sin comer. Solo donde estoy en un delgado y desgastado colchón ya oscuro con una taza al frente donde coloca un poco de agua o comida. Siempre me coloca las cadenas para que no escape, y siempre escucho los sonidos que hacen los ratones, el sonido de la gota de agua que cae de las tuberías.

Puedo observar algunas partes de mi cuerpo, solamente lo cubre un panty, del resto estoy completamente desnuda. Tengo tanta sed, ella se acerca lentamente y me cubre la boca con un trapo para que no hable, sus ojos solamente demuestran odio, un odio que nunca entendí y no entenderé. Solamente escucho su risa cuando camina para colocarse detrás de mí, trato de pensar en que está pasando, pero no puedo, siento el ardor del cuero pegado a mi piel, no pasa mucho cuando me da otro latigazo. El sonido de ese látigo negro de piel suena en todo el sótano, las lágrimas comenzaron a salir, uno tras otro y el sonido rebota en las paredes haciendo eco. Es un ardor insoportable, siento como un líquido caliente brota de mí, me imagino que es sangre, el ardor y el dolor sigue allí presente.

Veo algo distorsionado.  a un chico que tiene en la mano un frasco con un líquido blanco el cual ella toma para colocarse frente a mí.

— ¿Sabes qué es esto querida? — Sonríe— Es un poco de alcohol para limpiar tus hermosas heridas— Niego con la cabeza entre lágrimas— Debiste pensar en eso antes de querer escapar— Dice para segundo después sentir que me quemaba viva. Sentí cuando vertió el líquido en mi espalda, con las heridas abierta, el ardor y el dolor eran insoportables, no puedo soportar tanto dolor y simplemente todo se volvió negro.

— Mami tengo miedo— Dice una niña sentada en su cama.

— No tengas miedo Vale, siempre estaré contigo.

— No me gusta la oscuridad.

— Todo estará bien hija, te dejaré la luz encendida, recuerda que en cada oscuridad siempre habrá una luz que te ilumine.

Veo esa imagen de lejos, trato de acercarme a mi mamá, pero todo se comienza a desvanecer y volver al mundo real. Veo que sigo en el sótano, pero esta vez sin las manos atadas. Veo mi cuerpo y está vendado, no sé cuánto tiempo tenga acá o sin comer solo veo en una esquina una taza con agua. Recuerdo que era la taza de los gatos de mi tía y lo acercó a mí para tomar agua, siento que abren la puerta y la veo bajar con un plato en la mano, se acerca a mí y su mirada sigue llena de odio, vierte lo que tiene en el plato al suelo frente de mí, tomo un poco y como, la verdad la debilidad de mi cuerpo, hace que casi no pueda moverme.

— Come cariño, cómo lo que eres, como una perra— Es lo único que dice antes de marcharse.

 No sabía cuánto tiempo ya había transcurrido desde que estoy en este sótano, no podía ver nada solo me quedaban mis recuerdos lo débil de mi cuerpo por horas sin comer o agua ya era notoria, ganas de vomitar, cansancio, sueño, a mi mente solo llegaban los momentos felices con mis padres y la verdad es que todos lo fueron, no me di cuenta hasta muy tarde, recuerdo una navidad de hace ya 7 años

Flash black

— Papi, Papi quiero colocar la estrella en el arbolito

— ¿También el niño en el pesebre?

— Si me queda muy lindo

— Hermoso te queda— dice mi mamá— ¿Ya le pediste un deseo de navidad?

— Sí que quiero crecer rápido y tener un novio como mi papá

— Oye ¿por qué no pides otra cosa? — dice mi padre colocando los adornos en el árbol

— Porque no papi y tú mami ¿Que perdiste?

— Algo muy especial— me muestra una medallita con una media luna plateada— siguiendo el deseo de tu papá

— ¿Una medalla?

— No hermosa— dice mi papá encendiendo las luces del arbolito y se acerca a nosotras— pedí que siempre, pero siempre seas feliz y si pasas por malos momentos recuerdes que acá estamos nosotros

— ¿Y si estoy lejos y no me ven?

— Estaremos en tu corazón— dice mi mamá— porque está medallita nos recuerda a ti

— ¿A mí?

— Si mi pequeña Vale — dice mi padre— para tu mamá y para mi eres la luz que refleja la luna para guiar nuestros caminos, no importa lo lejos que estemos o lo oscuro y difícil que sea el camino siempre serás nuestra luz

— A si como la luna— dice mi mamá— por más oscuro y frío de la noche ella siempre da sus resplandores, nos protege y nos brinda su luz para encontrar el camino, pero claro que no lo hace sola, siempre tiene a su lado estrellas que la ayudan por eso tú papá pidió eso y yo pedí que seas una persona bondadosa, que luche por lo que ama, que seas fuerte y nunca te rindas— me coloca la medalla

— Gracias— los abrazo y suena la puerta— llegaron los invitados yo abro

Fin del flash black

Nunca imaginé que todo lo que ellos me decían tenía tanta razón, los extraño mucho

Narra Amado

Mi vida creo que es sencilla gira en torno

A mis negocios, mi madre se preocupa por mí por la razón es que a mis 24 años aún me he casado y sinceramente me gusta estar como estoy si quiero sexo solo llamo a cualquier amiga y listo.

Primera razón por la cual no casarme: todas a las cual conozco son de la misma clase, siempre se interesan primero en mi billetera o en la de mi padre

Segunda razón: No quiero lidiar con las preguntas ¿Quién es ella?, ¿Para dónde vas?, En fin, todas clases de pregunta

Tercera y la más sencilla razón: Simplemente no quiero

Pero mi padre está muy delicado de salud su nombre es Nicolás el un hombre maravilloso, su sueño es que quiere ver a sus hijos feliz, la segunda cosa que debe motivarse a casarme es que solamente heredare las empresas si estoy casado, así que tengo que ir en búsqueda de una esposa que me convenga a mí, voy al club o bar que mi hermano siempre me insiste desde que se inauguró no he entrado acá, la verdad me parece bizarro pagar por sexo, no vengo vestido con nada de trajes, ni nada que represente mi posición económica, tendría a todas las mujeres encima tratando de complacer a unos de los duelos de este lugar

Me siento en una mesa y pido un trago, veo a las chicas bailar, a las otras entregados tragos y alguna en las piernas de hombres, sigo en lo mío cuando una chica no tan alta de 1.55, tenía unos tacones negros, que hacían juego con su traje de conejo, su cabello era negro y largo

— ¿Se te perdió alguien igual a mí?

— Rio— para nada solo que no había visto un conejo tan pequeño

— ¿Me dices enana? — pregunta mientras toma un sorbo de su trago

— Enana no solamente dije pequeña

— No veo ni lo grandioso en ese comentario

— ¿Tienes mucho trabajo hoy?

— No le debería importante, créame que acá hay muchas chicas con la cual gastar su dinero

— Primeramente, no tengo tanto dinero, segundo no te estoy contestando

— ¿Entonces?

— Veo que estás a la defensiva solo estoy hablando, vine acompaño a mi jefe, Mucho gusto mi nombre es Amado

— Hola, soy Valeria

— ¿Valeria? Curioso el nombre, ¿Quieres que te invite algo?

— Ella mira a dirección de las puertas donde están los camerinos— debo irme un gusto en conocerte

Debo decir que no me impactó tanto su cuerpo, lo que me impactó un poco que a pesar de decirle que no te no tenía dinero se quedó conversando conmigo diferencia de muchas que le dije lo mismo

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