NARRA AMY

Me levanto a las cinco para alistarme, a las seis ya lista desayuno con Harry y mi hermano que llegó a les cinco y media.

-Y dime Harry, cómo fue que llegaron a un acuerdo para casarse – dice Jasón ignorando por completo mi mirada asesina.

-Pues, ella neces – Harry empieza a toser por el codazo que le di en el estómago, no le había contado la verdadera razón de por qué nos casamos a Jasón, y si Harry se la cuenta estoy segura de que Jasón se reusaría a recibir el dinero.

-oh, pero miren la hora ya tenemos que irnos, si nos demoramos más nos dejara el avión.

Jasón se me queda viendo raro por no dejar que Harry terminara de hablar y por evitar el tema, pero al final lo ignora.

A las siete en punto partimos hacia el aeropuerto camino a Alemania.

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Abordamos el vuelo hacia Alemania, lo único que hice fue dormir.

El capitán avisa que vamos a aterrizar, y hay que abrochar los cinturones de seguridad.

En Alemania hace mucho frio, Jasón y yo vamos bien abrigados, pero Harry vino en traje, tuvimos que ir a una tienda en el aeropuerto de Múnich a comprarle abrigo, guantes, gorro y botas.

Alquilamos un auto, y fuimos en busca de un hotel para este mes que estará lleno de sorpresas como dijo Jasón.

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- Y cuando iremos a visitar a mis suegros - dice Harry.

Jasón y yo solo nos miramos y soltamos a reírnos.

-oye, pero si son tus suegros falsos - dice Jasón con una voz graciosa.

- entonces si le contaste - me dice Harry reprochándome.

-Claro, entre nosotros no hay secretos - dije echándole una rápida mirada a Jasón.

-entonces cuando nos acostemos, también se lo dirás - yo lo único que hago es abrir los ojos a hasta no más poder.

- no, tranquilo, Amy no hay necesidad de que me cuentes eso - dice Jasón con cara de horror.

- ni pensaba hacerlo.

Ya era tarde, y en el hotel donde estamos solo había dos habitaciones disponibles, Jasón dijo que él no quería dormir solo, en verdad a él no le gusta estar solo y aparte me hizo el favor.

Por la enfermedad de Jasón, a él le da miedo morir cuando duerme.

La anemia ferropénica es una enfermedad sanguínea en la que el problema en los glóbulos rojos no se da a causa de un error genético que hace que no se produzcan, sino porque el cuerpo no tiene suficiente cantidad de hierro, por lo que los glóbulos rojos no están sanos.

Por ello es tan importante incluir hierro en la dieta, pues es un mineral imprescindible para formar los glóbulos rojos. Los síntomas son los mismos que los de la talasemia, aunque, la causa es diferente.

Al no estar originada por un defecto genético, sí que es posible curarla. Puede ser debida tanto a un déficit de hierro en la dieta o a la dificultad para absorberlo. Sea como sea, el tratamiento consiste en incluir en la dieta alimentos ricos en hierro o en tomar suplementos. Él tiene miedo de que en la noche los globos rojos empeoren su estado y le pase algo mientras duerme.

Cuando me enteré, me enoje cuando me dijo que no les diría a nuestros padres.

Menos mal no es una enfermedad mortal, si no se cuida.

Al final termine yendo con Jasón a la habitación, la otro queda para Harry, que se me olvido despedirme.

NARRA HARRY

Luego de que Amy, me dejará solo en la recepción, me toco ir solo a la habitación del hotel.

Al entrar a la habitación, sacó una pantaloneta y una camisa de la maleta, voy al baño y luego me cambió, me acuesto.

Le mando un mensaje a Amy preguntándole que era lo que le había divo a su hermano sobre nuestro acuerdo.

Ella respondió que solo le dijo que era un acuerdo, para que yo pudiera obtener la empresa y ella conservar su trabajo, me dijo que por nada del mundo le dijera el resto del acuerdo. Le pregunte qué porque no podía contarle si eso lo implicaba a él, y no me contesto más, apague el cel y me arropo.

Me pongo a pensar en cómo antes no me había dado cuenta de lo bella que es Amy, esos ojos grises que tiene y que irradian frialdad, pero también nostalgia y alegría, y esa mirada cautivadora.

Casi no dormir de pensar en toda la belleza de mi querida esposa, que hasta ahora la empiezo a notar y ya estaba amaneciendo.

Me levanté, miró el cel y le envió un mensaje deseándole un feliz día a mi esposa y que nos encontráramos en la recepción para desayunar luego iríamos a donde mis suegros, se siente raro decirle esposa, ya está acostumbrado a decirle señorita Amy o Evans, luego fui directo a la ducha.

Ya listo bajo a la recepción a buscarlos.

Me siento a esperar mientras reviso las noticias.

- Buenos días Harry - reconozco esa voz donde quiera que vaya, es Amy.

- buen día Amy - dijo volteando, Jasón finge estar tosiendo, para hacer saber que él también está aquí - buen día a ti también Jasón.

- buenos días cuñado - el sonríe victorioso.

- bueno vamos a desayunar que me muero del hambre - Dijo Amy frotándose el estómago y haciendo caras exageradas. Nunca la había visto expresarse tanto, normalmente solo hablábamos del trabajo con una expresión muy seria

- tierra llamando a Harry - escuchó la voz de Jasón graciosa.

- sí que pasa - es lo único que digo.

-que, que vas a pedir para desayunar? - me dice Amy, ella sabe que estaba perdido en mis pensamientos.

-un café bien recargado, y un cruasán. - le digo al camarero, y luego vuelvo a caer en mis profundos pensamientos.

-Yo quiero unos panqueques con miel y un chocolate- dice Jasón, Amy lo mira raro y le dice.

-Si sabes que ya estás muy grande como para comer eso-

-no me importa, en vez de criticar lo que como, mejor pide lo tuyo- le dice Jasón.

-Yo quiero un batido de fresa, mora y banano, con un brezel-