CAPITULO 2

Entro a mi cuarto que tiene una cama pequeña, un closet portátil con cierre, un baño que creo se hizo quitando el único closet que ese lugar tenía así que apenas si hay espacio, al otro lado mi cocina en realidad es una hornilla portátil un pequeño refrigerador una tostadora que conseguí en una tienda de segunda mano como prácticamente todo lo que tengo, y un pequeño lugar donde lavar los pocos platos que ocupo, una mesita pegada a la pared y dos sillas, esa pequeña mesa donde tantas veces trabajé por horas en mis proyectos de la universidad, una repisa con un par de platos y unas tazas que ni siquiera son del mismo tipo pero hacen su trabajo cuando las necesito, un par de ollas pequeñas un sartén, un hervidor de agua y algunos utensilios, aprendí en la vida que con eso tengo suficiente no es mucho lo que puedo cocinar aquí mas que unos huevos, cuando me da la locura una pasta o un arroz, las pocas cosas para cocinar que tengo las conservo en una gaveta que la madre superiora me regaló, en mi mesita de noche la pequeña cajita donde siempre antes de dormir guardo mi medalla y un par de fotografías una junto a la hermana Camila y la madre superiora y otra junto a Vale y Nelson a pesar del poco espacio debo decir que me he organizado para tener ese cuarto en orden, todo tiene un lugar, claro que no hay mucho, tal vez lo de mas valor es el laptop que me compré y que me costó casi tres años el terminar de pagarlo pero en realidad lo necesitaba de hecho ni siquiera he comprado un televisor y apenas si llego a una pequeña radio que de vez en cuando enciendo aunque por música sólo necesito a mis vecinos del segundo piso y su bachata a la hora de despertar.

Después de cerrar la puerta de esa pieza miro a mi alrededor y pienso en que yo podría diseñar tantas cosas desde espacios grandes a pequeños y es en los lugares donde por falta de espacio donde hecho a volar mi imaginación, incluso en mis proyectos trabajo con materiales desechables, ojala alguien creyera en mi lo suficiente como para invertir ahora que ya tengo un título, podría ayudar a tantas personas que se encuentran en situaciones como la mía.

Respiro profundo, miro el famoso bolso  que he querido abrir por horas y debo reconocer que siento miedo, se supone que es una gala así que el vestido debe ser largo deberé usar tacos y no soy muy experta en ese tema, quiero ver el vestido y al mismo tiempo sigo con miedo, busco el único espejo que tengo aparte del que esta en el baño para verme nuevamente el peinado y el maquillaje y mis uñas se ven tan lindas casi no puedo creer que esta sea yo, me digo en voz alta que si alguien me ollera pensaría que estoy loca —¡Está bien Aurora ya es hora abre ese bolso! —respiro profundo y saco un vestido hermoso color rojo de satín sin hombros pero con una especie de adorno en tul rojo que cae en el brazo tiene un corte en la pierna la parte superior parece como un corsé me pregunto como usaré eso, hay medias, zapatos en un tono dorado y un pequeño bolso que combina con los zapatos, incluso la ropa interior correcta para el vestido y en el fondo del bolso una cajita que decía “mi madre dijo que usaras esto con el vestido será el toque perfecto” abrí la caja y era un collar hermoso y unos delicados aros en una pequeña cajita que decía Swarovski, pongo todo sobre la cama y miro el vestido una y otra vez y pienso «¿Y si mejor no voy?, me voy a sentir que ese no es mi lugar, de seguro ese Willy y sus amigos estarán ahí y tratarán de molestarme, mejor le llamo a Vale y le digo que muchas gracias pero…»

Y como si Vale pudiera escuchar mis pensamientos me llama y cuando escucho el teléfono hasta pego un salto del susto y escucho apenas contesto.

—¡No te estarás arrepintiendo! mira que todo esta listo don Carlos pasara por ti —dijo Vale.

—Vale, ¿estás segura de esto? Mejor mañana o pasado me cuentas como estuvo todo —respondí rápidamente pensando que esa sería mi mejor oportunidad para evitar todo.

—Escúchame bien es nuestra graduación y esto es mas que eso quieres por fin realizarte en tu trabajo —dijo Vale, que se notaba muy seria y eso no es normal en ella.

—Bueno si —dije yo con timidez mientras seguía mirando el vestido.

—Entonces mi reina es hora de mostrar quien es la que está detrás del mejor proyecto de esta promoción y de paso nos contratas a Nelson y a mí.  

—Sabía que había algo detrás de todo.

—Seamos honestos nosotros participamos en él, pero tú siempre has tenido las mejores ideas, aunque cuando estamos los tres no puedes negar que somos dinamita.

—No puedo negar eso, sólo que todo esto me pone muy nerviosa.

—Solo relájate, Nelson, y yo estaremos ahí cuando llegues, él vendrá por mí.

—Está bien y que Dios me pille confesada.

—Quisiera saber donde encuentro a alguien con menos pecados que tú así que dale todo saldrá bien además piensa ¿cómo sería poder trabajar para la competencia del famoso Joseph English?… Se le caería la corona de saber que alguien rechaza una oferta de trabajo suya y aunque no lo creas su sobrino es su mayor competidor y según sé estará ahí esta noche.

—¿Lo has visto alguna vez?

—Sí, aunque dicen que cambió mucho y que se acaba de mudar para hacerse cargo desde las oficinas centrales aquí en New York, la última vez que lo vi él tenía como 18 años y yo tal vez unos 11 por lo que recuerdo ninguna chica lo miraba porque el pobre no era muy agraciado, aunque dicen cambió bastante.

—Siento que voy a estar como perdida en ese lugar.

—Nena no estarás sola y cuando quieras le podrás pedir a don Carlos que te lleve de vuelta …vamos amiga todo será mejor si estamos juntos por favor, por favor, por favor y puedo seguir así tú lo sabes.

—Está bien, aunque con este vestido voy a parecer Jessica Rabbit.

—Es decir vas a acaparar todas las miradas.

—Si dices eso me arrepiento.

—No tranquila nadie se dará cuenta que estás ahí … don Carlos estará ahí en menos de dos horas.

—Estas segu…

—Estoy segurísima nos vemos hasta más tarde arrivederci, sayonara, chao chao, hasta la vista baby… nos vemos más tarde …adiós.

—Pero…. No lo puedo creer está loca me cortó la llamada —digo mirando el teléfono y escuchando el tu tu tu en el auricular, observo la cama con todas las cosas que saqué, el vestido, el bolso, las joyas y los zapatos —¡Oh no! yo mejor comienzo a practicar los zapatos ¡AHHHHHH!  

Me siento en el borde de la cama abro nuevamente la caja de los zapatos saco las medias así que las uso y me pongo los zapatos, juro que tengo miedo, miro mi celular y busco  en línea como caminar con tacos, trato de pararme derecha y dar unos pasos aunque no tardé mucho en casi terminar en el suelo así que es hora de comenzar a practicar ida y vuelta en ese pequeño lugar desde la cama a la sala que en realidad con 20 pasos  tengo para llegar de un lugar a otro, puse el teléfono a una distancia y me gravé caminando, volvía a ver lo que  había hecho  y así nuevamente por  más de media hora hasta que al fin ya podía caminar sin tambalearme y eso era un tremendo avance para mí.

Me senté un rato, practiqué eso, busque en línea información desde como sostener una copa los tipos de vino que podría tomar o si podía pedir algo sin alcohol de ser posible miraba mi peinado el maquillaje aun estaba perfecto las uñas igual faltan solo 20 minutos ya para que don Carlos llegue… miro el famoso vestido respiro profundo y digo —Dios ayúdame a que pueda  usar esto y  no haga el ridículo, lo tomo le bajo el cierre y finalmente me pongo el famoso  vestido de  Jessica Rabbit me miro en el pequeño espejo que tengo abro la puerta del baño me saco los zapatos y me subo a una silla para verme en el espejo aunque sea desde la distancia  y pienso mal no me veo es más diría yo que me sorprende lo bien que me veo, debo reconocer que estoy a la altura de Jessica Rabbit.

Vuelvo a ponerme los zapatos y caminar nuevamente mi pieza tiene una entrada por el costado de una casa antigua a la que le han acomodado departamentos por todos lados, no es fácil vivir aquí en la Gran Manzana así que me considero afortunada de tener este lugar que a pesar de todo esta limpio, 4 familias más viven aquí, dos ocupan el segundo piso y dos más comparten el primer piso junto a mí, sólo espero que no haya nadie mirando cuando salga vestida así.

Una última mirada al espejo reviso mi bolsa y me aseguro de que los aros y el collar estén bien no quisiera perderlos en ese momento suena mi teléfono don Carlos está en la puerta debo salir rápido ese auto no pasará desapercibido en este lugar, tomo mi bolso guardo las llaves y salgo, los niños de una de las familias del segundo piso están jugando afuera y se quedan como congelados viéndome caminar hacia el carro ambos sin poder cerrar la boca,  mis vecinos del segundo piso también me ven, la señora Silvia  no esta ya que fue a visitar a su hijo y no volverá  en una semana, veo que un tipo casi choca  por quedarse viendo cuando se abre un poco el vestido y muestro las piernas, veo el carro donde me espera don Carlos que esta en la puerta y en esos momentos tengo la sensación que está a media cuadra de mí, un chico va caminando con su novia y cuando él me vio ella simplemente le dio una cachetada, me apuré lo mas que pude y entré en el carro don Carlos simplemente se reía viendo toda la escena que sólo tardo un par de minutos pero que sentí como si hubiese sido una hora.

—Señorita Aurora buenas tardes —dijo don Carlos mientras cerraba la puerta del auto.      

—Muy buenas tardes don Carlos muchas gracias por venir por mí, aunque no sé cómo estará todo en ese lugar.

—Tranquila señorita usted se ve muy bien estoy seguro de que todo estará bien, don Nelson ya va en camino con la señorita Vale de hecho ellos ya deben estar llegando.

Después de manejar casi 45 minutos por el tráfico a esa hora don Carlos se estaciona en la puerta del lugar me persigno y pido a Dios y los ángeles que me acompañen en esta que considero sinceramente una locura y sigo pensando «¿En qué estaba yo cuando dejé que Vale me convenciera? Ni siquiera sé cómo pasó»

Don Carlos se baja del carro y se da la vuelta para abrirme la puerta, me bajo y siento como las miradas de mas de uno se clavan en mí, justo en esos momentos veo a Vale y Nelson que llegan al rescate.

—Que bueno que ya estás aquí imagino que el tráfico estuvo pesado —dijo Vale mientras tomaba mi brazo y me invitaba a entrar aunque una persona de seguridad pidió la invitación así que abrí el bolso y se la entregué Nelson también camino junto a Vale que en realidad se veía espectacular con un hermoso vestido negro muy sexy sin hombros y con bastante brillo en toda la parte superior, casi sin darme cuenta cruzamos la recepción tratando de no mirar a nadie hasta que llegamos al salón principal, mis ojos recorren rápidamente todo el lugar, reconozco a casi todos los compañeros de nuestra promoción, en un momento suena una canción que tiene un significado muy especial para Vale y Nelson y van a bailar mientras yo les digo que disfruten tranquilos mientras me quedo en una esquina donde no tarda en aparecer nada mas ni nada menos que Willy.

—Pero ¿qué tenemos aquí?, ¿por qué no nos habías deleitado antes con todo esto Aurora? —dijo Willy con un tono que me molestaba mientras me miraba de pies a cabeza.

—Hola y adiós —respondí

—No seas así de mala, ¿Qué tal si vamos por ahí a pasarla bien los dos …solos?

—Perdón ¿Qué? … ni que tuvieras tanta suerte.

—La suertuda serías tú.

—Me puedes dejar en paz ya te dije que no.

—Estoy dispuesto incluso a ser generoso.

—Te advierto que sino te vas todo el mundo aquí será testigo de una cachetada que te voy a dar.

—No te atreverás —dijo mientras me agarró del brazo.

—Suéltame idiota.

—Vamos sólo será un rato y te aseguro lo pasaras bien.

Justo en el momento en que ya le voy a dar la cachetada escucho la voz más sexy y varonil junto a mí.

—¡La señorita dijo no!… y creo que en más de una vez así que primo mejor déjala tranquila que si no te da la cachetada ella te la doy yo.

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