Capitulo 5

Ricardo regresa a la habitación donde Fernanda le pide perdón — Soy una estúpida, cuando estoy en situación de estrés siempre se me borran cosas de la cabeza y olvide lo que sucedió, sé que suena estupido pero es así y me siento muy avergonzada porque me salvaste aún cuando no tenías nada que ver conmigo — ella agacha la mirada, se siente muy mal por el escándalo en especial porque Ricardo fue quien le salvó la vida.

— No te preocupes, lo importante es que estás bien, porque no mejor disfrutamos del desayuno creo que después del golpe con el libro me merezco una compañía — Ricardo saca de su clóset una camisa y se la pasa a ella para ser honesto se ve hermosa y le da algo de morbo ver sus piernas salir.

Los dos se comen el desayuno, para sorpresa de Fernanda todo esta delicioso

— Por fin se que eres, todos han dicho que eres muy misterioso pero ahora me doy cuenta que ¿Eres chef verdad?— es la única explicación que encuentra ella para una comida tan deliciosa que siente bajo por su garganta y le dio un poco mas de luz.

— Si, algo así — Ricardo no le da mucha información de el, que esto pasara no significa que deje de pensar que ella puede ser una espía.

Después de ese delicioso desayuno y de miradas entre tímidas y coquetas, ella decide ir a su departamento no sin antes volver a agradecerle con un abrazo.

En la puerta del Departamento de la chica hay un oficial de policía buscándola —¿Fernanda Baldrich?— pregunta el hombre mientras ella cruza los brazos.

— ¿Que necesita?— pregunta ella nerviosa mientras agarra la mano de Ricardo que intenta disimular sus nervios, el no tiene una relación precisamente de amigos con la ley.

— Ayer un hombre llegó malherido a nuestra estación, quién lo llevo dijo que lo habían golpeado por intentar abusar de una chica en esta dirección, además los vecinos reportaron ruidos en este piso y quiero saber si usted es esa chica y quiere presentar algún denunció — el policía tenía una libreta en su mano para apuntar todos los detalles.

— Si soy yo, pero quiero que todo se maneje con discreción no es nada fácil para mí está situación — Ella se sentía llena de miedo, sabía que Joseph no iba a buscar a su padre pues indudablemente la defendería y acabaría con su familia con tal de hacer respetar su honra, pero tampoco quería que la encontrará y perder la libertad qye había logrado.

— El nos dijo que cooperaria si no le decíamos nada a su ex suegro pero al nombrarlo lo involucró ¿Puede darme los datos de su papá?— pregunta el policía.

— Mi papá está fuera de la ciudad es un hombre que viaja mucho porque es vendedor pero el es mi tío, créame que solo lo dijo porque le tiene miedo a la reacción de mi padre pero no pasó nada — Fernanda mira a Ricardo y le guiña el ojo.

Ricardo no sabe que decir, obviamente está mentira es algo que no espera pero debe aceptar que le sirve para cubrir su fachada ante el policía 

— Así es, créame que no es necesario que llame a mi hermano, ese tema lo hablaremos como una familia para que él no sufra un ataque cardíaco, está muy enfermo y si le da esa noticia de esa manera créame que lo enviara al hospital, yo me encargare con mi sobrina de hacer lo necesario para que ese joven pague su condena — Ricardo le da la mano al policía que sonríe pero se le hace familiar su rostro, no le hace caso a su intuición y le pide a Fernanda que se diriga a la estación para hacerse los exámenes físicos y levantar la demanda, pero ella tiene miedo, no solo porque sabe que se volvera un escándalo mediático si no porque sabe que su padre la va a encontrar y su vida solo será el nuevo Chisme de la élite.

El policía se despide, pero Ricardo solo siente que sus dudas están encaminadas ¿Porque mentiría? Pero además porque cada vez que los dos están juntos ella parece involucrarlo más en su vida y en sus asuntos, son cosas que no tienen sentido y mucho menos que no sabe cómo explicar.

Cuando el hombre se va, los dos se dirigen a la casa de Fernanda, obviamente el desastre es inminente pero Ricardo tiene que sacarse esa duda de su corazón, quiere saber porque ahora cargara con el título de tío de una joven que no conoce si no hace tan solo un par de semanas pero parece que vino a darle mil vueltas a su mundo que ya estaba quebrandose

Ricardo la jala del brazo y la empuja contra la pared con cuidado dejando solo un pequeño espacio entre los dos, Fernanda manda saliva mientras observa la posición dominante de el hacia ella, odia admitir que le gusta estar de esa manera con él y su respiración se agita.

—¿Porque dijiste esa mentira?¿Quién eres?— le pregunta en un tono amenazador pero que al final resulta ser algo seductor al punto de erizar la piel de la joven que se muerde el labio.

— Lo siento, no quería involucrarte más pero tenía que salir del paso con el policía no quería que los nervios me ganarán y dije esa mentira — ella se siente avergonzada con lo que sucedió no quiere que el piense que ella es mentirosa o una aprovechada de esta situación.

— ¿Porque no le dijiste el nombre de tu papá? Imagino que no quieres proteger a ese idiota después de lo que te hizo — Ricardo está perdido viendo la respiración agitada de la chica y como su rostro se pone rojo, le encanta tiene que empezar a admitir que le gusta.

— No quiero que el se entere de nada, mi relación con mi papá no es la mejor del mundo, no me apoya en mi proyecto y me quiere obligar a estudiar algo diferente a mi pasión, no quiero que me vea de nuevo — Ella no podía decirle que su padre era uno de los hombres ma ricos y poderosos del país, no quería confiar en nadie ese secreto no quería que la mirarán como la hija de Santillán.

Ricardo asiente con la cabeza pero se siente intranquilo con lo que está pasando, no quiere creerle siente que ella esconde algo más pero no le dice nada, prefiere fingir que está de acuerdo con ella.

Ella suspira nerviosa, quiere salir del encierre en que el la tiene sometida pero a la vez quiere seguir con el, ese beso sigue metido en su cabeza, Ricardo se da cuenta que está situación le gusta a Fernanda, la ve ruborizada, observa como sus pezones se ven tras la camisa que él usa, está excitada y quizás el también un poco pero debe actuar con inteligencia no puede dejar llevarse de sus pasiones cuando todo parece indicar que ella es una espía pero su corazón quiere besarla seguir con lo que empezó en la ducha.

— No me queda de otra que ser tu tío, creo que tendré que espantar a varios galanes de mi sobrina — él le da una caricia en le mejilla mientras intenta acercarse para besarla, hay algo de excitante en esa mentira.

— Ya te puedes ir, tengo que organizar la casa es obvio que lo que pasó aquí no está bien y no quiero tener que recordar esa noche — Fernanda se aleja, ella no quiere estar enamorado de nuevo, no quiere llevarse una sorpresa como con Joseph.

— Déjame ayudarte, yo dañe la puerta además te quiero ayudar a quitar las manchas de sangre del piso, es mucho trabajo para ti, además creo que la señora Gisela te puede cobrar la puerta, estoy extrañado que no tenga dicho nada sobre ello — Ricardo se acerca a la puerta para arreglarla, está caída y sabe que fue por el golpe que él le dio en medio de la desesperación por entrar a la habitación para salvarla a ella ,tenía que hacer algo antes que le hicieran daño a la joven.

— Muchas gracias, la verdad tú ayuda es vital en este momento — Fernanda suspira nerviosa, ella nunca ha tenido que hacer grandes quehaceres, lo poco que sabe lo aprendió en estos meses y siente que la ayuda de Ricardo sera viable, aunque tiene miedo que se dé cuenta que ella no sabe hacer nada.

Fernanda entra a la habitación, la puerta se queda abierta y ella se desnuda para colocarse algo de su ropa, Ricardo se muerde el labio al verla de nuevo de esa manera, está perdiendo la cabeza por ella se está convirtiendo en una obsesión que se le apodera del racionamiento.

El hombre empieza recoger la basura del suelo, vidrios y demás que quedaron después del forcejeo, decide que es momento de aprovechar su ventaja y averiguar quién es realmente Fernanda ahora que está en la privacidad de su casa.