Capitulo 1

Tres meses..

Fernanda ha pasado todo un caos desde que dejó su casa, muchas veces ha querido regresar quiere dejar todo atrás pero sus dos principales motivaciones son su amor por el arte a la actuación y segundo las ganas de demostrarle a su padre que no es una inútil, la rabia que siente por la manera en la que la que le quito su apoyo solo es el impulso para seguir.

Recuerda que cambio el sushi y los platillos de alta gama por hoy dog y refresco, la ropa fina por ropa de segunda, ya ha vendido sus joyas y ropa, depende del trabajo que consiga de aquí en adelante.

— Hola Fernanda, tienes que ir hoy a clases y cancelar la mensualidad atrasada, lamento informarte pero ya el profesor me dijo que no te puede recibir, sabe que es muy estricto con lo del pago — explicó Camila que quería apoyarla pero no podía hacerlo con dinero, ella tenía sus propios gastos

— Lo se, hoy me harán unas fotos para un calendario algo hot, mi representante dice que es trabajo y en este momento necesito el dinero — explica mientras cuelga.

Fernanda consiguió un pequeño representante sin mucha experiencia y con pocas estrellas dentro de su catálogo, esperaba que a tres meses viviendo en la ciudad alguien vería su talento y ya estaría posicionada, pero se da cuenta que es un sueño, en los castings ha conocido mujeres que llevan mucho tiempo buscando una oportunidad de ser parte del teatro o del cine, tener un representante aunque algo perdido y fracasado es por lo menos un paso.

Boris, su agente, le pide colocarse ropa algo sexy pues el fotógrafo está interesado en ver la parte más sensual de ella para que sea parte del calendario — Se que no es un gran trabajo, pero piensalo hoy eres la estrella de un calendario mañana estarás en los póster de Broadway — el hombre tenía mucha Fe en ella pero sabía que un hombre como él no lograría mucho más por ella que esto.

Fernanda recibió el pago del fotógrafo, esto le serviría para abonar a la mensualidad y por lo menos comprar algo de despensa y pagar el alquiler, estaría tranquila por un par de días y es frustrante saber que lo tenías todo y ahora no tener nada.

—¿Me puedes dejar solo con ella? Es la única manera de encontrar inspiración — fueron las palabras del fotógrafo mientras admiraba la indiscutible belleza y elegancia de Fernanda.

Las fotos iniciaron bien, nada fuera de lo normal mientras ella posaba, se sentía incómoda su lado sexy era algo que no le gustaba explotar pero tenía que hacerlo.

Aquel hombre se acercó a ella, le acomodaba la ropa y el cabello pero Fernanda sentía que él estaba acariciando su cuerpo más de lo normal, quería creer que eran los nervios era la primera vez que tenía una sesión de fotos así, supuso que era la manera del hombre de acomodarán la imagen que deseaba.

— Yo creo que ya lo sabes pero eres una mujer muy bella, un hombre podría pagar lo que fuese por una noche contigo — dijo el hombre mientras se acercaba más con su cámara, Fernanda se sintió de inmediato incómoda.

— No me interesa que nadie me pague más que por mi trabajo — fue su respuesta clara y concisa, mientras mantenía la rabia en calma pero quería estallar.

— Si te gusta llegar a la meta lentamente por supuesto, pero si quieres ver las estrellas en este mundo tienes que empezar a ceder, tienes todo, la sensualidad, la belleza, ¿Eres buena en la cama?— el fotógrafo la miró fijamente con morbo.

Fernanda quería llorar, solo se levantó de la sesión para colocarse la bata, vestirse e irse

— No vine para esto — fue clara. 

— Yo te puedo entrenar, déjame una noche no solo te conseguiré un contrato con un productor de Broadway créeme que después de una noche conmigo vas a llegar a Hollywood — el hombre la empujó contra la pared mientras intentaba bajar la tira del vestido que le hizo ponerse de seda color rojo para besar sus hombros.

—¿En serio?¿Puedes hacer eso?— preguntó ella emocionada mientras el sonreía asintiendo con la cabeza.

Fernanda la tomó del cuello fingió darle una patada en los bajos y se burló de él — Con razón dicen que el camino de aquí a la cima puede ser asqueroso —.

La mujer salió de allí furiosa y con ganas de llorar, Boris se acercó para saber que había pasado pero ella de inmediato lo alejó de su vida, no quería que nadie se acercara a ella, se sentia mal del trato que había recibido.

Llegó a su casa, no quería saber nada de nadie, fue uno de esos días grises pero escucho a sus vecinos susurrar y llamarla al chisme — Vecina ¿Sabias que hoy visitaron al misterioso del 302?— decía la anciana Gisela, la mujer que la había recibido en el edificio.

— Yo creo que ese muchacho es un fugitivo, un hombre que se ve viene de buena familia no tiene porqué encerrarse de esa manera y quizás hoy vino su complice a entregarle su parte del botín, creanme que me dejó de llamar Arturo y me cambio el color del cabello a un rubio platino si no es así — Arturo era el chico del apartamento 202 algo simpático y extrovertido.

Fernanda solo reía con los dichos de los vecinos, subio a su departamento pero por un momento se quedó mirando a la puerta de enfrente, era verdad que el vecino era extraño se le había visto pocas veces, la curiosidad la hizo acercarse un poco más a la puerta para intentar escuchar algo que le ayudará a resolver el misterio así que puso su oreja sobre la puerta.

En ese momento la puerta se abrió y ella cayó al suelo — Lo siento... Lo siento — dijo ella sin saber cómo explicar lo que acaba de pasar — Me confundí de puerta... Estoy borracha.... Si es eso estoy borracha y me confundí — salió de allí casi corriendo hasta la otra puerta, se asomó por la mirilla y lo vio bajar con la basura, solo lo hacía una vez a la semana.

Fernanda se sentía con muchas dudas sobre ¿Quién era el? Pero en especial como un hombre tan guapo podía ser tan misterioso, era alto, de cabello negro, un cuerpo escultural y una mirada atrapante.

<<¿Será un vampiro? >> Fue una de las tantas dudas que pasaron por su cabeza que la hacían escuchar estúpida a ella misma.

Ricardo ve la mirada de sus vecinos reunidos en medio de la sala de bienvenida que la verlo fingen hacer cosas rutinarias como mirar todos al tiempo una bombilla

— Si hay que cambiarla — finge Arturo.

Ricardo ya se está cansado de la actitud de los vecinos pero debe seguir en este lugar escondido, su teléfono suena y sube rápidamente a su departamento — Por favor Andrés, dime qué tienes buenas noticias, no se nada de mi mamá y de mi hermano, la angustia me está matando —.

— Cálmate, lo primero es que tenías razón, el accidente fue provocado, ya le hicieron las pruebas al automóvil y alguien quiso matarte ese día alterando los frenos — Andrés sabía que está aclaración era importante para su amigo que se estaba volviendo loco.

— Por supuesto, tuvo que ser Bellucci, no le va a perdonar nunca que no me case con su hija, tienes que proteger a mi familia hasta que pueda salir de esta casa — Ricardo le da un golpe a la pared, sabía que el mundo de la mafia no perdona una deshonra como la que él le hizo a la familia Bellucci —¿Que averiguaste de mi vecina?—.

— Ya investigué, no he encontrado nada de ella del pasado, solo que está estudiando actuación y que es lo que llamarías una "Niña fresa", no creo que tienes que preocuparte por ella — Andrés sabe que su amigo está ansioso con esta situación.

— Quizás tienes razón, pero ella llegó un día después que yo, es una coincidencia muy grande además tú mismo lo dijiste, es una chica muy bella y linda además se nota que tiene clase como para vivir aquí — Ricardo sabía reconocer a una mujer de buena clase social, le parecía extraño todo.

— Créeme que si esa mujer es una espía yo soy el presidente del país, tienes que calmarte por ahora la prioridad es tu familia — explica Andres que debe colgar.

Ricardo lanza el teléfono por los aires, no ha dejado de pensar en su vecina desde ese primer día, la recuerda en el suelo intentando inventar mil excusas para no aceptar que lo estaba espiando, pero empieza a meditar si entonces no ha podido dejar de pensar en ella por otro motivo, sonríe pensando en esa escena graciosa y mirando tras la mirilla la puerta 301.