ÂżAmigos esta vez?
Narrado por Reyzel— ¿Jefe, necesita algo? — pregunta haciéndose la que no dijo nada, me cuesta no rodar los ojos incrédulo.
— No te hagas la que no me reconociste — levanto una ceja, ÂżElla creĂa que Ă©l era tonto o quĂ©?
— Si, te reconozco — dijo resignada — pero creà que tú a mà no, dadas las circunstancias en las que terminamos.
— Eso fue hace muchos años, ya lo olvidé — le resto importancia.
— Yo no — susurro — ÂżNecesita que le traiga algo? — claramente ella querĂa salir corriendo.
— No, solo que me aburrĂ de que solo me estuvieras “observando” todos los dĂas — enfatizo las comillas, mientras ella se puso blanca al verse descubierta — descuida, no me preocupa, ÂżquĂ© tal si nos sentamos y hablamos? — le propongo siendo amable, queriendo compartir con ella, no sĂ©, lo que sea.
— ÂżPor quĂ©? — pregunta dudosa — deberĂas de odiarme.
— Eso pasó hace muchos años Keira, ya no somos los mismos y además no es bueno mantener un odio para siempre, eso te daña — digo con seguridad, es lo que me enseñó mi madre a perdonar y no vivir con eso en el pecho, daña..
— Tienes razón — estuvo de acuerdo.
Caminamos en un silencio cĂłmodo a pesar de que ella estaba nerviosa, pero no incomoda con mi presencia como habĂa visto con otros hombres.
Nos dirigimos a un banco que habĂa cerca de la cancha de tenis, nos sentamos, ella se acomodo en la otra esquina del asiento, lo más alejada que le permitĂa estar.
— Quiero disculparme, sé que dijiste que ya estaba olvidado — empieza hacerlo de nuevo, trato de interrumpirla, pero no me deja — déjame hablar, por favor, necesito decirlo, en todos estos años ese momento me ha mortificado.
— Está bien — acepto porque se ve que necesita hacerlo, a veces necesitamos darle un cierre a las cosas, ella lo necesita..
— Cuando lleguĂ© de nuestra cita, ese fue el mejor dĂa de mi vida — mira al cielo y sonrĂe, es una vista hermosa — mi madrastra me intercepto, me dijo que solo eras un pobretĂłn, que no deberĂa de andar contigo, que no veĂa futuro en ti, y yo te defendĂ, juro que lo hice, ya que para mĂ no era de suma importancia tu procedencia, solo me importaba lo que tĂş sentĂas por mĂ y lo que me hiciste sentir. Ella no se quedĂł conforme con mis palabras, pero no siguiĂł discutiendo, yo creĂ que ella lo dejarĂa asĂ, estaba segura de que no nos molestarĂa nunca más — suspira y se nota que le duele el recuerdo — pero el dĂa antes de verte la escuchĂ© hablando por telĂ©fono con una amiga, oĂ como ella pretendĂa romper lo que estaba empezando entre nosotros, ella iba a acusarlos a ti y a tu mamá de robo, sabĂa que si lo hacĂa mi padre le creerĂa, ya que Ă©l no se metĂa con eso, asĂ que preferĂ hacer esa actuaciĂłn, era mejor desilusionarte que verte en la cárcel, terminar lo poco que comenzĂł entre nosotros, para que asĂ no le hicieran daño a ustedes — se limpia una lágrima que se le escapĂł, aunque trata de disimular — luego de eso me fui a la universidad, pero tiempo despuĂ©s mi padre se divorciĂł de ella, porque lo estaba engañando con otro hombre y se dio cuenta de ello cuando la descubriĂł en su propia cama — sacude su cabeza incrĂ©dula — volvĂ al siguiente año a España, pero no te encontrĂ©, no volvĂ a saber de ti nunca más.
No sabia ni que decir, todo fue prácticamente para salvarnos, aunque ya hace muchos años que no le tengo rencor, saber la verdadera razón hace que me sienta mucho mejor ahora.
— Hace años que dejĂ© de tener rencor por lo que sucediĂł, porque tu madrastra, aunque fue muy cruel, tenĂa razĂłn, como era en ese tiempo no hubieras tenido una buena vida a mi lado, asĂ quĂ© olvidemos todo, ÂżquĂ© tal si somos amigos? — le propongo.
— ¿Quieres ser mi amigo? — me pregunta claramente sorprendida.
— Si, claro, ¿por qué no?
— No sé, ahora somos diferentes, nuestras posiciones se invirtieron — se nota que está preocupada.
— No me importa eso — solo me gustarĂa tenerla más cerca, pero ella no debĂa saber eso — ÂżTerminaste la universidad? — cambio de tema.
— No, me falta un año para terminarla.
— ÂżQuĂ© pasĂł? — se puso tan tensa que parecĂa que se iba a romper — si no quieres contarme no hay problemas, iremos poco a poco, no puedes confiar en mĂ de un momento a otro, Âżque estabas estudiando?
— Una licenciatura en GastronomĂa, quiero convertirme en una gran Chef.
— Sabes — comentĂł el joven pensando en una idea — ÂżquĂ© tal si te encargas de mis comidas? tendrĂas que llevármelas a la oficina y a cambio te ayudo a terminar la universidad. — ya no se ni lo que pido.
— ¿Estás seguro? — ella estaba completamente asombrada con mi actitud, pero creo que más lo estaba yo mismo.
— Yo necesito tener una mejor alimentación, y tu terminar la universidad, ganamos los dos, es buen trato, ¿qué dices?
Keira se quedó viéndome, se que mi pedido es extraño, pero ni yo mismo sé lo que hago, pero no me arrepiento de lo que estoy pidiendo.
— Está bien, trato hecho.
— Pues, mañana mismo empiezas.
— Si, jefe.
SonreĂmos, y vi claramente en sus ojos como se iluminaron, algo que no estaba cuando empezamos hablar.
Hay mi Keira, qué fue lo que te sucedió.
Pero hare todo lo necesario por darle la felicidad que necesitaba aunque sea como amigo, no me puedo engañar a mi mismo, ella es y siempre será mi primer amor, nunca hubo un segundo, no volvà a enamorarme de nadie mas y ella ha vuelto, ¿será que podremos tener algo más? ¿Me aceptará a mi?
Alguien del PasadoNarrado por KeiraCreĂ que cuando Ă©l me viera me dejarĂa sin trabajo inmediatamente, porque se que aunque pasaron muchos años, estaba segura que Ă©l me tenĂa rencor, pero me sorprendiĂł cĂłmo se comportĂł conmigo.En estos largos cinco años que llevo vagando por diferentes estados, nadie me habĂa ayudado, incluso este trabajo en la mansiĂłn de Reyzel fue pura suerte, pero que me eligiera como la persona que se encargarĂa de su almuerzo, tanto prepararlo como llevarlo a la empresa, fue más impactante.Todo mi mundo cayĂł en desgracia por una mala decisiĂłn, no se para que fui a esa fiesta, pero lamentarme no cambiara nada, no hará que la beca que tenĂa vuelva, no hará que mis padres vuelvan a quererme, asĂ que lo Ăşnico que tengo que hacer es aprovechar las pocas cosas que puedo obtener.Reyzel no tenĂa una cocina oficial en casa, la mayorĂa de las comidas de Ă©l eran traĂdas de sus hoteles, enterarme de eso me hizo sentir aliviada, porque no querĂa quitarle el trabajo a nadi
Una Nueva Amiga Narrado por Keira¡Hay Dios! ÂżY ahora quĂ© hago?En las semanas que tengo viniendo no me habĂa topado con Ă©l, ahora tengo miedo de ir y verlo y que todo se vaya al carajo, pude escabullirme de la empresa sin que me viera, pero hoy tengo miedo de verlo, y tengo que llevar la comida.AsĂ que me armo del valor que no tengo, coloco mi cabello estratĂ©gicamente para que no se vea mi rostro y entrĂł.Llego a la oficina sin problemas y sin verlo, coloco todo lo más rápido posibles, sin que me vea desesperada, cuando termino salgo despidiĂ©ndome del jefe.Veo al asistente de Reyzel y como ha sido muy amable conmigo se me ocurre la idea de preguntarle a Ă©l sobre valentin.— Hola Ivan, ÂżcĂłmo estás? — lo saludo con cariño — cuando lleguĂ© no estabas en el escritorio.— Keira — dice alegre — estoy muy bien, estaba buscando unos papeles en recepciĂłn.— Tengo una pregunta, sino es molestia — digo avergonzada.— Puedes preguntarme lo que quieras cariño — es tan mono, que me hace sonreĂr.
Un Comienzo Narrado por Reyzel No puedo creer hasta dĂłnde pueden llegar las personas, atacar a una joven solo porque quiere estar con ella. Tratar a una mujer como una puta porque es de baja economĂa es despreciable. Me pregunto si mi madre viviĂł esas insinuaciones, no recuerdo haberlo visto nunca, pero no siempre andaba con ella, tampoco quiero pensar que a mi mamá le hayan hecho daño alguna vez, o que la hubieran forzado, prefiero seguir recordándola como la mujer fuerte que era, porque si me entero de que alguien haya intentado hacer esa bajeza con mi progenitora, no sabrĂa de lo que serĂa capaz de hacer para destruir a esa persona. Le doy un vaso de agua a Keira, dejándola sentada en el sofá que tengo en mi oficina, saliendo a resolver la situaciĂłn, ya que los policĂas habĂan llegado. — Señor Durand — me saluda el oficial a cargo — ÂżMe puede explicar que sucediĂł? — EncontrĂ© a este… hombre, si es que se le puede llamar asĂ, maltratando a mi empleada en el ascensor, anteriormen
Extrañamente juntosNarrado por KeiraNo sĂ© en quĂ© estaba pensando para confesarle a Reyzel que todavĂa estaba enamorada de Ă©l, no entiendo que locura transitoria se me entro en la cabeza, pero el beso que me está dando vale completamente la pena.Incluso el haberme quedado con Catherine ayer haciendo un trabajo muy importante para encontrarlo celoso hoy, fue impresionante.Lo hizo tan dulcemente, lentamente, tengo miedo de que todo esto desaparezca como la Ăşltima vez, que algo o alguien venga y lo arruine.Tengo ante mĂ, con sus manos aferradas a mis caderas, al Ăşnico chico que he amado, ningĂşn chico me cautivĂł lo suficiente para tener una relaciĂłn, tal vez eso fue lo que influyĂł en lo que me sucediĂł.— Quiero que salgas conmigo cuando termine el dĂa de trabajo.— ÂżEh? — digo aturdida, pero luego entiendo sus palabras — si, claro, quiero salir contigo — acepto con una sonrisa, la cual Ă©l me devuelve, es tan guapo.— Te recogerĂ©.— Está bien, te espero.Luego de eso salgo de la oficin
ÂżSomos felices?Narrado por KeiraMe sentĂa tan feliz en mi pequeña relaciĂłn, no podĂa creer lo que estaba sucediendo, por primera vez me sentĂa importante, sentĂa que pertenecĂa a un lugar, por lo menos al lado de Rayzel ya no estarĂa sola.TenĂamos cortos encuentros en diferentes lugares, nos entregamos el uno al otro, mi deseo por Ă©l era incontrolable y querĂa que nuestra relaciĂłn fuera más seria, que dejaramos de escondernos, porque nadie en sabia de nuestra relaciĂłn, Ă©l me dijo que luego se verĂa mal si nos veian juntos, yo solo querĂa gritarle al mundo que habĂa encontrado una oportunidad con mi primer y Ăşnico amor, asĂ de feliz estaba.Nunca me ha dado un beso cuando iba a llevarle el almuerzo ni nos Ăbamos juntos a los lugares, aunque el me decĂa que estaba ocupado y que era mejor si llegaba directo allá, lo comprendo, tambien me dijo que no querĂa que los empleados pensaran mal de mi, pero el no sabia que ya eso pasaba, que mis compañeros cambiaron, se que el me esta protegie
Nada dura para siempreNarrado por Reyzel— No sabĂa que tenĂas a una chica para traerte el almuerzo — escucho a Valentino cuando entra a mi oficina sin tocar, como siempre.— Si, la contratĂ© hace menos de dos meses — me mira extrañado — ella ha venido prácticamente todos los dĂas, Âżno la viste anteriormente?— La verdad, es que no — Pienso que eso era muy raro con lo mujeriego que es su amigo, siempre se daba cuenta primero de cualquier cara nueva aunque solo fuera visitarla.— Y tambiĂ©n tengo una relaciĂłn con ella — digo rápido, a Ă©l no podĂa ocultarlo, total en cualquier momento se darĂa cuenta — nos conocimos cuando Ă©ramos jĂłvenes y llegĂł a mi casa de casualidad. — Oh, ¡Wow! — Ă©l estaba sorprendido — Keira es una chica muy linda, con razĂłn captĂł tu atenciĂłn.— ÂżCĂłmo sabes su nombre?, Âżya hablaste con ella? — me tenso, Âży si mi amigo me la quitaba? era un cazador en toda regla.— No he hablado con ella — suspiro —, y no solo conozco su nombre, hace algunos años atrás coincidimos e
Entre tanto dolor hay una esperanzaNarrado por KeiraCuando crees que tu vida ha cambiado, que ya no te harán más daño, que encontraste al amor de tu vida, o en este caso, a un amor que con el tiempo nunca se olvida, un amor que me marcĂł tanto, pero como no todo lo que brilla es oro, y el pasado siempre regresa, es por eso que aquĂ estamos.— ÂżDe… de quĂ© estás hablando, Reyzel? — tartamudeo confundida.— ÂżTe harás la idiota ahora? — toma de la copa que tiene en la mano, se nota por su tono que ya lleva rato haciĂ©ndolo — ÂżNo es a lo que estás acostumbrada? — yo estaba en shock total, tanto por la actitud de Reyzel como por la presencia de Valentino — Tan inocente que te ves — dijo con desprecio — Y tan puta que eres, ÂżVerdad hermano?— Si, muy puta — concuerda el desgraciado, si tuviera valor le cantarĂa sus cuarenta.— AsĂ que, Âżempezamos el trĂo? — vuelve a decir al que consideraba el amor de mi vida y el cual confĂa más en su amigo que en mi.— Yo… Nicolás… — no me salĂan las pala
Y pasaron tres años…Narrado por Reyzel¡Mierda! ¡Mierda! ¡¿CĂłmo pude equivocarme tanto con alguien?!Mi suerte nunca falla, siempre las oportunistas y las putas como ellas caen solitas, ÂżMe cegĂł tanto el ser mi primer amor?, al parecer sĂ, sin tomar en cuenta que en diez años es mucho lo que una persona puede cambiar.Ella nunca volviĂł a aparecer por la mansiĂłn, ni por la empresa, simplemente desapareciĂł, podrĂa decirse que huyĂł, la mayorĂa que ha querido engañarme luchan un poco más por su inocencia.Han pasado tres años y la Ăşnica vez que la vi, fue cuando se graduĂł en la universidad, mi corazĂłn masoquista hizo que fuera, asĂ que en un rincĂłn lejano la vi, con un hermoso vestido color lila, se habĂa ganado una medalla con una de las mejores calificaciones, quise acercarme, pedirle una explicaciĂłn, o que por lo menos me contara su versiĂłn de la historia, o no sĂ©, pero la acompañaba un hombre que no se le despegaba, me enojĂ©, ya ella habĂa conseguido a su prĂłxima vĂctima, seguro que