04. No Seré Una Sumisa

Killer Voice

Capítulo 04

 Luisa Allen 

Hoy se supone que es mi día de descanso, pero no, no es así como no tengo trabajos de la univeridad o algún parcial pendiente pensé en buscar departamento. Y bueno por obvias razones le pedí a Marcos que me ayudara.

Anoche fue una completa sorpresa, él confesó todo lo que sentía durante no sé cuánto tiempo, lo único que puedo decir y pensar con toda certeza es que él me hablaba con el corazón en la mano —literalmente asi lo sentí — él nunca me dice mentiras ese ha sido un pacto que ambos decidimos cumplir  sin importar lo que sea —Digamos la verdad, aunque nos lastime— aunque si lo miran bien ambos rompimos ese pacto por la misma causa, mentir sobre nuestros sentimientos, creo que era una situación que tratamos de evadir todo el tiempo, no dañar la amistad de años era nuestra mayor fuerza para resignarnos y olvidar o más bien ocultar nuestro amor del uno por el otro.

Le dije que pasara por mi a las 11 para que nos pueda rendir un poco el tiempo, ya había hablado antes con una asesora de alquileres para que me diera unas muestras hoy y tener una idea de el terreno donde me mostraría los apartamentos y ver si me conviene o no alguno de esos, en estos momentos eso es lo más importante no quiero estar ni tan lejos ni tan cerca.

La mañana ha pasado un poco lenta, más de lo previsto comúnmente lo que la hace más aburrida, solo estoy en mi móvil viendo videos y fotos en I*******m, además que sigo a ciertas celebridades, escritores, y demás.

Quiero tener una vida un poco más normal, ¿Porqué es tan difícil ser una joven del común? A veces no encuentro la respuesta a ello, pero otras pienso y digo no la tengo por que así la vida lo decidió, todo a mi alrededor decidió que yo viviera mis días trabajando, mis tardes en clases, y en la noches solo vivo para estudiar hasta la madrugada y dormir solo unas cuatro o cinco horas diarias, eso es completamente agotador.

Apenas logran ser las 10 de la mañana, aún falta una hora. —Luisa— Escucho a mi madre gritar desde la sala, —Qué se te ofrece— Respondo con mala gana, esperando a escuchar su irritante voz y saber que estará necesitando la señora de la casa.

—Necesito algo importante que decirte, quiero que bajes ya mismo. No podía creer, algo importante que extraño, tengo curiosidad así que bajaré. — Ya bajo— Digo mas calmada que anteriormente.

Tomo una bocanada de aire para respirar profundo y no perder mis cabales al hablar con ellos por qué de seguro mi padre se encuentra ahi abajo también esperando por mí y decir quien sabe que barbaridad. Abro la puerta de mi cuarto para dar pasos afuera de este; camino con pasos firmes sobre la escalera y llegar a ellos una vez más.

—Ya estoy aquí, ¿que necesitan decirme?— Pregunto tranquila, no quiero dañar mi buen humor.

—Hija queremos decirte algo súper importante para todos nosotros, pero sobre todo para ti. —Habla con una sonrisa de mil y una alegria, que habrá sucedido para qué esté asi de feliz.

—Cuéntame que sucedió que eso tan bueno para mi y para todos, no comprendo lo que dicen.

—Toma asiento. —Dice mi padre todo serio como siempre lo ha sido.

Me siento en aquel sofá negro que se encuentra en ésta sala junto a la gran televisión donde solo hablaban de política, —nunca ve algo distinto, aburre con todo lo de su politica— él baja el volumen de aquélla irritante voz para que nuestras conversaciones se pudieran escuchar o los gritos si terminaba mal. Ahora que lo pienso Edward no se está aquí, ya esto no pinta nada bien.

—He estado hablando con el señor Raúl Hilton, el jefe de mi área de trabajo y está buscando a alguien para que esté con su hijo Daniell, él es un año mayor que tú y es estudiante de Derecho, es un buen partido para ti, además así lograré ganarme a la familia de el por completo y obtendremos mejores ganancias y todos seremos felices. ¿Qué opinas?

—Ustedes me están hablando en serio.

— Muy en serio jovencita. Habla mi madre en un tono nervioso.

—Me he quedado escuchando hasta el final por decencia pero no saben ni lo que está saliendo por su boca. Cómo pretenden que yo salga con alguien que no conozco, que no me gusta, y sobre todo para que tengas una buena posición en tu trabajo, no me hagan reir si es ahora que ganas bien y no me ayudasen nada por qué debería ayudarte yo a ti. No sean patéticos yo no haré nada de lo que me están pidiendo.

—Yo no te estoy pidiendo, te estoy ordenando por qué en ésta casa el que manda soy yo y lo que yo diga eso eso se hace y punto. —Exclama aquel lleno de furia en sus ojos y se hace notar en su voz.

—Tu crees que me convenceras diciéndome que eres el hombre de la casa, pues no, te equivocas yo no como de eso, tu no me das nada solo esté techo donde duermo, por qué ni la comida me dan solo por que quiero ser una mujer independiente y emprendedora.

—Luisa, respeta a tu padre. Reprende mi madre con voz nerviosa, común en ella, nunca puede apoyarme.

—Mamá sabes que no me gusta discutir contigo por qué sé que eres así por culpa de él, así que por favor no te metas. Esto es entre el y yo.

—Marc, por favor no pelees con ella.

—Que Marc ni que nada, usted se sienta y se calla, como dijo ella no te metas si sabes lo que te conviene.

—Mamá mejor ve y acompaña a Edward para que no baje y nos vea discutiendo.

— Hija, por favor no pelees con él.

—Tranquila, ya me sé defender muy bien de sus amenazas. No te preocupes.

— Mira niña mocosa mas te vale que hagas lo que te estoy diciendo o te abstendrás a las consecuencias causadas por tu desobediencia.

—Desobediencia, deberías agradecer tener una hija como yo, responsable e independiente que no necesita de un hombre para salir adelante, pero como tú lo que quieres es a una sumisa, pero sabes papá te jodes, por que yo esa vida que lleva mi mamá contigo no la quiero vivir ni regalada y ni en un millón de años, eso es vivir de manera miserable.

—Miserable, esa es la vida que tendrás por no dejarte guiar de nosotros, te estoy consiguiendo un buen partido con el hijo de mi jefe, con ese joven no tendrías que vivir una vida llena de miseria, no tendrías que pasar hambre. ¿Qué te cuesta hacerte novia de él?

—Si me cuesta y mucho por qué estoy enamorada de otra persona, aquel joven no me interesa y listo se acabo no haré nada de lo que dices.

—El amor no te servirá de nada jovencita verás que te arrepentirás de tu decisión.

—Como se nota que no me conoces, estoy enamorada de mi mejor amigo.

—Te apuesto a que él es otro mediocre al igual que tú eres una completa malagradecida.

—Cómo se nota que no conoces nisiquiera a mi mejor amigo, por cierto se me olvidaba él también es mi novio así que baja a tu jefe de la nube que se elevo que con su hijo no me voy a meter.

—Si no harás lo que te digo tendrás que irte de ésta casa.

—No se preocupe señor que lo iba hacer aunque no me lo pidiera. Sabe que justamente la supuesta hija inútil que usted cree que tiene consiguió dinero a punta de trabajo para conseguie un departamento y largarse de este maldito infierno.

—Que esperas que no buscas rápido y te largas de una buena vez, eres igual que tu madre unas...—No lo dejo terminar la frase para hablar yo en ese instante.

—Unas qué, con razón la pobre cambió su forma de ser y de pensar si tú todo lo resuelves a gritos o a los golpes no sé porqué mi madre no te denuncia, eres un poco hombre.

—Me haces el favor y me respeta jovencita.

—No, no me callaré, por qué si me callo seré una sumisa más de este mundo y de ésta familia.

—Eso es lo que deberías hacer agachar la cabeza y decir "Si señor" a todo lo que te diga, pero no, tienes que querer hacer lo que te da la gana.

—Pues como ves que soy una mujer muy empoderada, y estoy orgullosa de ser así, porque a hombres como usted es que hay que demostrarles que las mujeres no son sólo para cocinar y servir en la casa, somos mucho más que eso y un día se dará cuenta que los hombres doblegaran su orgullo por mujeres como nosotras por que sin nosotras las mujeres ustedes los hombres no son nada.

—Ustedes son las que sin nosotros no son nada no pueden sobrevivir ni un día solas allá afuera.

—Como se nota lo equivocado que estás, la mujer que esta frente a tus ojos a sobrevivido sola desde sus 18 años y ya tengo 20 he sobrevivido dos años allá afuera porqué no conté con un buen padre, fue todo lo contrario me topé con alguien de la prehistoria.

—Jovencita de mierd*** —Dice mientras levanta su mano derecha para pegarme.

—Qué me vas a pegar hazlo adelante y verás que yo si te voy a demandar, no soy para nada idiota como Sara —mi madre— que no se atreve a denunciarte o contradecir lo que dices, conmigo... ¡te equivocaste!

—Mejor desaparece no te quiero ver, eres detestable por eso nunca quise tener una hija hembra las detesto más que a cualquiera tú nunca te acoplas a mi manera.

—Sabes qué, mejor me largo. Tengo cosas mucho más importante que hacer y mi novio ya me está esperando. Adiós que te valla bien diciéndole la noticia a tu querido jefe y a su hijo invisible que nunca conoceré que no voy a ceder ante ustedes. —Río fuertemente— Que te valla bien querido padre cuidado te da un infarto mira como tienes la cara roja pobre, llama a mi madre Sara a que te atienda. —digo en tono de burla— Mi novio me espera y no lo haré esperar por ti jamás, nunca lo haría. Por qué él si es un hombre de verdad no como tú que sólo eres hombre por lo que llevas entre tus piernas. «Si es qué aun te sirve»

Al terminar de decirle eso salgo por esa puerta blanca que da salida hacia la calle y lo veo a él en ese auto que lo hace lucir tan bien me encanta todo de él jamás lo cambiaría por dinero y mucho menos para ayudar a mi padre que no me ha dado nada durante los últimos dos años, no se preocupa nisiquiera si estoy comiendo o no, no le importa cómo voy a la universidad, o cómo me encuentro de salud, a él no le importa nada de mí, por que deberia yo importarme por él.

Ellos no merecen ni uno solo de mis esfuerzos por salir adelante no pueden exigirme cuando ellos lo tienen todo mientras yo solo paso hambre y necesidad por qué el dinero no me alcanza, pagar una universidad no es fácil pero ellos no saben ni quieren saber como yo he logrado llegar a cuarto semestre en la universidad sin pedirle un solo peso a ellos.

A él no le importa nadie más qué él mismo, solo se preocupa por sí mismo por nadie más es un completo idiota como puedo llegar a odiarlo tanto. Detesto su forma de ser y de pensar, actúa cómo un completo imbécil.

Odio a Marc con todo lo de mi ser y a la vez en el fondo lo quiero como mi padre pero el odio que él está haciendo crecer dentro de mi por sus acciones estan consumiendo cualquier cariño que sienta hacía él dejando solamente aquél odio y resentimiento.

— Yarenis Guzmán —

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo