◇ Primer ataque 3 ◇

Desde el aire podemos ver a toda clase de personas en fila, aterrizamos, no puedo creer la cantidad de gente que hay.

—Creo que Abu Yaria está muy ocupada el día de hoy—.

—Ya lo creo Semyazza, en la madrugada hubo un ataque y esto es el resultado de ello—.

—Si nos hubieran dejado protegerlos no hubiera ocurrido esto—.

—Así es, pero ellos tomaron su decisión y ahora lo pagan caro, soy su luna suprema y me duele verlos aquí—. Nos desplazamos hasta llegar al gran portón.

Al vernos las puertas son abiertas. —Pase princesa esto es un caos, que digo caos es un desastre, no pararon de llegar desde las cero dos horas—.

—El alpha y la luna también están aquí—.

—Si ellos están haya, fueron decapitados —. Me giro hacia donde apunta y veo al alpha y a su luna.

Me desplazo y quedó cerca de ellos. —Lamento muchísimo esto alpha Emelec—.

—No es su culpa, ¿dónde nos llevarán?, ¿es usted unos de los ángeles de la muerte? —.

—No, soy yo su luna suprema—.

—¿Luna que hace aquí? —.

—Soy un demonio como ya lo saben y puedo estar en los dos reinos—.

—Lo siento tanto luna me deje convencer, no tengo nada en contra de lo demonios—.

—No importa alpha Emelec arreglaré esto—.

Voy al portón y entró, el lugar es un poco acogedor no es nada comparado al Reino de los demonios, puesto que los que vienen aquí son los muertos.

Al llegar con Abu Yaria ella levanta su cabeza a la velocidad de la luz, se levanta y de pronto está cerca de mí.

—Te estaba esperando, dime qué voy hacer con toda esta gente la mando al Seol o espero—. Daleo la cabeza. —Lo digo porque ninguno de ellos estaba en la lista de los muertos, sus vidas aún no concluyen, pero alguien tomo la decisión de enviarlos aquí—.

—Comprendo, ¿Qué se puede hacer en esta situación?

—Lo primordial sería mandarlos de vuelta, pero ellos ya entraron al mundo de los muertos, aunque no era su tiempo—.

—Puedes dejarlos aquí hasta que solucione esto en el mundo de los mortales y sobrenatural—.

—No tardes—.

—Espero hacerlo lo más rápido posible—.

—Si no puedes hacer nada no me quedará de otra que mandarlos al lugar que les corresponde—.

—Gracias Abu Yaria—.

—No hay de que mi niña—.

—¿Cuántos son?

—No te gustará la cifra, pero te la diré fueron cinco mil en total incluyendo a niños—. Algunas lágrimas se me escapan.

—Como puede ser tan cruel—.

—Lo sé, ni tu padre era así—.

—Juro que lo voy a encontrar, voy arrancarle el corazón en vida—.

—Nos vemos, sé que vas estar muy ocupada buscando a ese hechicero—.

—Si nos vemos—.

Vuelo de vuelta al inframundo. —Déjame acompañarte en la búsqueda de ese hechicero—.

—De acuerdo Semyazza—. Abro el portal y lo cruzo.

Al llegar al bosque me desplazo hasta la mansión precisamente al despacho de mi lobo.

—No sé como sucedió alpha Cristian—. Esta en una reunión virtual.

—Todo esto es por no dejar a los demonios en sus tierras—. Refuta el alpha William.

—No esto fue obra de ellos para hacernos creer que existe ese tal caballero de la noche, estoy seguro que todo esto es obra de esos malditos engendros—.

Me acerco a Darían y a Joseph. —Sigan pensando eso y sacando conclusiones que somos los demonios que estamos atacando, vean por sus manadas, estén alerta que este enemigo podría ser uno de ustedes—. Me giro y salgo de ahí.

Voy al salón y espero pacientemente a mi alpha, sé que él no piensa mal de nosotros, pero los damas sí.

—Amor lo siento—.

—No importa tenemos que partir cuanto antes —.

—¿Partir a dónde?

—Ya no quieres ir—.

—A donde vayas iré—.

—Iremos a Brasil, ya se dónde está el alquerre del hechicero—.

—Tenemos que encontrarlo cuanto antes no quiero más muertos—.

—Lo sé no te imaginas todo lo que vi, el alpha Emelec y su luna fueron decapitaos por ese monstruo—.

—Yo también quiero ir—. Dice Joseph.

—No Josh tienes que quedarte por si se da algo—.

—Es que no puedo quedarme aquí sin hacer nada—.

—Lo se amigó, pero necesito de tu presencia aquí—.

—Está bien—.

Vamos a la habitación de juego.

—¡Mami!

—Hola mi princesa ¿cómo te portaste?

—Bien—. Empieza a jugar con sus manitas.

—Me estas mintiendo—.

—No mami solo pinte a chalé—. Miro a Zarek y Sonrió.

—Vaya que linda marca es mucho más bonita que la marca real no crees—.

—Si mami, mucho más bonita—. Sonrió y le doy un beso.

—Mamá y papá tienen que hablar con ustedes—.

—¿Que sucede mami? —. Pregunta Yandar.

—Tu mamá y yo tenemos que hacer un viaje, pero no podemos llevarlos—. Nos miran con rostro triste.

—Se quedarán con el tío Remiel—. Lo miró.

—Si y podemos jugar a las princesas—. Lo mira haciéndole ojitos.

—Si no me queda de otra—. Contesta Remiel con voz tronadora.

—Tengo que arreglar unas cuantas cosas, partimos esta noche—.

Voy a la habitación y arreglo una pequeña maleta con las cosas de Darían y mía, espero que nos tome dos días máximo.

Cenamos en familia, luego nos despedimos de los niños.

Partimos al aeropuerto, ya en el subimos al Jet, Semyazza también nos acompaña, podríamos desplazarnos hasta Brasil, pero sería muy agotador para mí, además que debería hacerlo junto a Darían y eso requiere mucha energía.

Horas después llegamos al aeropuerto de Brasil, el alpha Maicon nos recoge, nos lleva a su manada para así en la mañana ir hablar con el hechicero Zajarí.

Aunque nadie lo ha visto desde hace siglos, según dice el alpha Maicon.

—Vou começar minha busca amanhã (Empezaré mi búsqueda mañana) —.

—Vou enviar alguns dos meus homens con você lua (Voy a enviar algunos de mis hombres con usted luna)—.

—Eu agradeço alpha Maicon (Se lo agradezco alpha Maicon)—.

—Eu vou te levar para o seu quarto (Los llevaré a su habitación)—.

—Obrigado (Gracias)—. Le sonrió.

Al llegar a la habitación el sé retira. —Mañana empezaremos la búsqueda de ese hechicero espero y nos quiera ayudar—.

—Crees que si exista ese hechicero—.

—La esperanza es lo último que se pierde amor—.

 —Tienes razón mi luna—.

Nos acostamos a dormir con la esperanza de que si se encuentre aquí y que nos quiera ayudar...

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