◇ Rechazo a los demonios 1 ◇

Entro a casa sigo los gritos de Carlos, contra él es qué la tiene mi niña, pero él se lo busca la molesta demasiado y ella como no sabe defenderse, hace lo imposible para hacerlo pagar y con decir esto no quiere decir que se lo aplaudo, pero él no aprende.

—Mami dile que me baje—. Dice el llorando, está suspendido en el aire pegado al techo.

—Isis que hiciste—. Solo escucha mi voz y sale corriendo y un humo negro envuelve su cuerpo. —¿Como paso esto? —. La nana, Briana y Hannah me miran, mientras Maikel, Yandar, Jasbier, Vallolet y Zarek están en una esquina sonriendo, los miro severa, sus sonrisas sé borran.

—Ya sabe luna lo de siempre, Carlos la molesto e Isis se cansó y solo escuchamos los gritos—. Mientras ella me explica lo bajo.

—Yo no le hice nada—. Se defiende hipando del llanto.

Carlos tiene cinco años, es hijo de Hannah y Nicolás.

—Hablare con la princesa, a ver qué me dice—. Me desplazo al jardín. —Sal de donde estés pequeña demonía, si no sales te voy a encontrar y estarás en graves problemas—. Digo mirando a los rosales.

Veo su melenita castaña, ella sale con la cabeza inclinada y sus manos convertidas en puño.

—Él me estaba moletando, Make le dijo que no me meletara y él no hicho cacho—. Me agacho a su altura. —No me degañe mami—.

—Amor ya hemos hablado de esto no es así—. Ella asiente. —Y sabes que no debes usar tus dones en contra de nadie a menos que estés en peligro, no es así—.

—Pedo mami él molesta mucho y no me gusta—.

—Lo se amor, pero no debemos usar nuestros dones en contra de nuestra gente—.

—Donde está mi princesa hermosa—.

—Papi—. Sale corriendo, me levanto y giro hacia ellos.

Darían la empieza a llenar de besos, lo miró molesta.

—¿Que sucede amor? —. Pregunta sabiendo bien porque estoy hablando con Isis. —¿Qué hiciste? —. Suspiro.

—Calo me estaba moletando, y yo lo pegue al techo—. Una gran sonrisa se le dibuja a Darían, lo miró.

—Mi princesita sabes que no debes hacer eso—. Ruedo los ojos.

—Si papi, pedo si él me moleta que hago—. Hace ademan con las manos.

—Simple decirle a la nana, Briana y a su mamá —. Respondo.

 —Ya mi amor ella es aún una bebé—.

—Si, pero eso no significa que ella va hacer esas cosas con el que la moleste, espero no se repita Isis de acuerdo—.

—Si mami—. La miro con los ojos achinados.

Y ella me da su mirada de angelito batiendo sus pestañas espesas. Y con eso nos convence siempre, entramos a casa, donde está Hannah y Nicolás regañando a Carlos…

—¿Que vamos hacer con nuestra pequeña demonía? —. Le pregunto a Darían me meto la cama.

—Darle una hermanita—. Lo miró.

—No estoy de broma Darían—.

—Y yo no estoy bromeando mi amor— Lo miro perpleja. —Anda si dame otra princesita, mi luna—.

—No Darían aún no—.

—¿Por qué? —.

—Hasta que no se acabe esto no tendré otro hijo—.

—Eres injusta mi luna—.

—Lo injusto sería estar embarazada y no poder pelear a tu lado—.

—Aun tu padre no da con ese maldito—.

—Lo sé ya quiero que esto acabé—. Me recuesto en su pecho, beso sus hermosos pectorales, empieza a gruñir.

—Mi luna no respondo—. Sonrió.

—No te detengas—. Me subo sobre él y lo beso.

Me gira quedando él arriba, sabe que cuando estoy sobre él me gusta dominar la situación. Sus besos me hacen volar…

Día siguiente.

—¿Mami ya te vas? — Pregunta Maikel.

—Si amor, ¿por qué? —.

—Papá quería hablar contigo—.

—Lo sé dije que lo llamaría cuando me desocupe—. Roberto llega hoy al igual que otros Alphas. —Quieres ir con él no es así—. Asiente. —Hablare personalmente con él, mañana es la cumbre de los Alphas y él debe llegar hoy—.

—Si, dijo que ya iba a subir a su Jet—.

—Okey nos vemos luego, y cuida de tu hermana para que no haga de las suyas de acuerdo—.

—Si mamá, te quiero—.

—Y yo a ti mi pequeño hombrecito—

—¡Mamá! —. Lo lleno de besos.

—¡Mami! —. Exclaman mis otros dos nenes.

—Buenos días mis monstruitos, como amanecen—.

—Bien ¿ya vamos a desayunar? —. Pregunta Yandar.

—Si mi amor vamos por tu papá y hermanita—. Bajamos al comedor donde esta Joseph Briana Jasbier y Vallolet en brazos de su padre.

—Buenos días—. Saludamos al unísono.

—Buenos días Emi—. Nos sentamos y empezamos a desayunar…

Nos despedimos de nuestros hijos y vamos a la empresa de Darían.

Al llegar empezamos con la reunió, al terminar me despido de Darían y voy a mi próxima reunión.

Al caer la tarde regresó a casa ya Darían está en ella, me acerco a ellos Maikel está con su padre tienen un mes que no se ven y eso es porque Roberto también está entrenando junto con sus guerreros y los voluntarios, que son algunos humanos mate de algunas lobas, y uno que otros vampiros y eso es en cada manada.

Después de cenar vamos a nuestras respectivas habitaciones.

Día siguiente.

—Amor te voy acompañar a la cumbre—.

—No es necesario—.

—Si lo es y voy como la luna suprema y la princesa de los demonios—.

—No podré refutar verdad—. Me acerco a él, paso mis manos por su cuello.

—No y lo sabes—.

—Está bien—. Sonrió y le doy un beso.

Salimos de casa tomados de la mano, voy porque tengo que defender a los demonios. Algunos me miran con indiferencia, hasta creo que ya me acostumbré a esas miradas.

—Buenos días Luna—. Saluda Josué y no crean que es él padre de Yandar, no es uno de los ancianos del consejo.

—Buenos días, Josué—. Él es uno de los pocos que si cree que el caballero negro si atacó a la manada luna dorada.

Entramos al gran salón donde se llevará a cabo la reunión. Tomo asiento al lado de Darían.

Los Alphas van entrado uno a uno, nos saludan con una reverencia. A los minutos el salón está lleno de Alphas y la reunión empieza. Luego de una hora de debate empieza la disputa.

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