Capítulo 3 Encuentro Parte II

Un bosque, el resplandor del sol, una niña, las risas, nuestros pasos acelerados mientras nos persiguen, unas últimas palabras  acompañadas de un suave beso en la mejilla  yacen enterradas en mi  subconsciente y de repente emergen 

-vuelve a tu hogar- ella corre hacia atrás hasta perderse completamente  

¿Otra vez el mismo sueño? ¿Qué habrá sido de aquella chica? 

-no es  un sueño querido-interrumpe una voz extraña proveniente de una figura familiar  

-¿diosa? - la mire extrañado

-acabo de devolverte tus recuerdos- explica

-o sea que… ¿todo esto ocurrió en serio? 

- sí,  y la chica que viste debes recordarla, por ahora eso es lo que necesitas saber, luego de  tu ceremonia  hoy en la noche cuando hayas  alcanzado la madurez, serás capaz de sentirla una vez que ella este lista 

-¿sentirla? ¿Solo yo? O sea que esa chica es…

El tiempo fue escaso, manteniendo intacta su curiosidad ¿Quién era la chica? ¿Porque debería recordarla? ¿Por qué decidió la diosa en persona devolverle sus recuerdos sobre ella? Y ¿Por qué solo el sería capaz sentirla? La frustración lo embargaba y gruesas gotas de sudor corrían a lo largo de su frente y espalda, era difícil creer que acababa de tener una visión con la diosa, se tomó unos segundos para atar cabos y de repente una descabellada idea le cruzó por la cabeza, esa chica ¿Será mi mate? No puede ser, ella según recuerdo es… es…  naaaa es imposible, debe ser un error, seguramente la diosa debe estar tratando de decirme otra cosa y así con aquella idea relativamente tranquilizadora volvió a conciliar el sueño  

-mateo hijo ¿estas despierto?, mira que ya es pasado el mediodía, al menos deberías bajar a almorzar, deja que vea a tu padre se va a enterar, ¿Cómo es que estas así en este día tan especial?

¿Almorzar? ¿Ya es tan tarde?-pensó para sus adentros 

-¡voy má!-respondió con voz ronca

La mansión estaba en pleno apogeo las criadas caminaban agitadas de un lugar tras otro como laboriosas hormigas, el patio se encontraba adornado con arreglos florales, incluso había pequeñas decoraciones en las sillas que combinaban con los adoquines del piso, las mesas estaban bien ubicadas, de tal forma que todos pudieran observar el acontecimiento cómodamente, había abundante comida y la casa anexa que funcionaba como alojamiento para huéspedes estaba llena de invitados que no cesaban de llegar para mostrar su apoyo al heredero Alfa

-¡y aquí estas!- dice Oreus mientras coloca su brazo sobre el hombro de su cachorro -¿ya comiste?

-si

-pues anda con tu madre que esta como loca buscándote para probarte trajes y no sé qué otras cosas mas 

-¿otra vez?

-pues sí, no sabes cuánto ha esperado para ver tu ceremonia así que andando, nadie decepciona a mi luna, ni siquiera tu –dijo empujándolo en dirección  a ella 

El resto de la tarde trascurrió tal y como se había previsto incluso los nervios de Mateo, que para el final de la tarde se habían  apoderado completamente de él, aun así tanto las pruebas  de  vestuario como el saludo y recibimiento de los invitados fue un éxito, finalmente  dieron las 11:40 pm, faltaba poco y el evento culminante seria la trasformación.

-ya es hora- me avisa una de las sirvientas 

Apenas la escucha comienza a caminar en dirección patio, al llegar se sitúa justo al frente de todos , Oreus y Brisa caminan hacia el y en un susurro le expresan lo orgullosos que están de tenerlo como hijo, de repente  la luna que hasta el momento se encontraba escondida sale de entre las nubes , su luz se refleja directamente  en el lugar donde está parado Mateo, y lentamente comienza a sentir un dolor punzante en todo el cuerpo ,sus sentidos se agudizan de golpe, logrando escuchar hasta el más mínimo detalle kilómetros a la redonda, su respiración se vuelve agitada, mientras los músculos se tensan, de inmediato cae al suelo y sus huesos empiezan a crujir como si estuvieran acomodándose, acto seguido comienza a cubrirse de un pelaje abundante, abre los ojos y lo abruman un conjunto de sensaciones nuevas acompañadas de una voz peculiar

-hola compañero, mi nombre es Luke 

-hola Luke soy Mateo 

-Lo sé

-¿lo sabes? 

-sí, digamos que la diosa me eligió para ti  

-¿te eligió dices?

-exacto pero de eso hablaremos después, ahora mírate o mejor dicho mírame, ¿no soy hermoso?

Si bien los presentes no salían de sus caras de asombro, a Mateo le resulta difícil entender la razón, hasta que se mira en un espejo cercano, pestañando una y otra vez con admiración,  Luke es un lobo blanco, y eso es algo que no se ve todos los días, según los ancestros los lobos blancos hasta el momento casi extintos ,se caracterizaban por ser Alfas dominantes, valientes y fuertes por excelencia, habían protagonizado en su gran mayoría las victorias del pasado gracias a su inmunidad a la magia, y eso lo convertía en la pesadilla de todo mago.

Acto seguido se escucha un aullido y los demás se unen a él en respuesta  transformándose, Luke se emociona y sale a toda velocidad hacia el bosque encabezando la corrida, a pesar de no tener el control Mateo pudo experimentar una sensación de libertad que le sentaba de maravilla, nunca antes había sentido tanta cercanía con la naturaleza.

-oye Luke- se dirigió a él mientras disfrutaba por primera vez inmerso en sus emociones- hoy en la madrugada tuve un encuentro con la diosa, ella mencionó a una chica ¿sabes quién es?

-si pero no puedo decírtelo hasta que llegue el momento

-se puede saber ¿qué momento es ese?

-aún no está lista para conocernos pero te aseguro que cuando lo haga no la dejaremos ir jamás, será nuestra  

Concluyendo  el ritual se despide de los invitados y regresa a casa. Se tenía que decir y se dijo, Mateo un chico que se caracterizaba por ser apacible estaba un poco asustado por las palabras de su lobo, o más bien preocupado, primero lo posesivo que había demostrado ser, algo natural para los de su casta, así que por lo visto le tocaría a la parte humana mantener a raya el instinto  y segundo ¿Qué clase de mate le  había asignado la diosa como para armar tanto misterio?  Sin lugar a dudas este memorable  día había rendido lo suficiente en todos los aspectos. 

Los meses pasaron volando y ya había trascurrido casi un año desde la primera trasformación. Como es lógico Mateo estaba por concluir satisfactoriamente  su entrenamiento como  heredero  y se le habían asignado nuevas responsabilidades, entre ellas la supervisión de las tropas que cuidaban la frontera de la manada, el cargo admitía ciertas libertades, así que ya era costumbre el brindarse de vez en cuando como refuerzo para el turno de noche, se pudiera decir que  más que una guardia, para él era un paseo que le permitía disfrutar de la tranquilidad y los sonidos que el espeso bosque le ofrecía.

A pesar de todo, esa noche fue… un tanto diferente, la Luna no brillaba sola como otras veces, a su lado estaba Polaris 

-espera ¿Qué es ese olor? se siente tan dulce vainilla con un toque de menta, es ella, la encontramos, rápido,  rápido déjame salir que se  aleja, la perdemos-  Luke comienza a removerse inquieto dentro de él, así que sin más alternativa se trasforma dándole paso al impaciente lobo, su emoción fue tal que ni siquiera  se inmuto al atravesar la barrera y adentrarse cada vez más en tierras desconocidas, en otras palabras territorio Delariun. Siguieron corriendo a tal velocidad que las  patas apenas tocaban el suelo para impulsarse, cuando de repente una flecha le roza cerca, muy  cerca, Luke gruñe en respuesta pero aun así continúa la marcha

-creo que nos vendría bien descansar un poco, recostémonos en ese arbusto-digo al notar que disminuye la marcha 

-pero la siento, está tan cerca-gime lastimosamente mi lobo

-aun así debemos ser prudentes, estamos en terreno enemigo, te imaginas si la manada enfrenta una guerra a estas alturas

-¡tonterías! ¡Al diablo la guerra!- gruñe enojado– la manada no estará completa sin ella, ni nosotros tampoco, está cerca puedo sentirla. 

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