Los amantes

En el restaurante Camilo y Romina interactuaban como en los viejos tiempos, el joven Ceo Madrigal de vez en cuando colocaba su mano en la mejilla de su hermana, Romina le compartía de su comida dándole pequeños bocados en la boca, el Ceo Apolo estaba hirviendo de furia, cómo se atreve a serme infiel con el imbécil de Madrigal? 

Los azules ojos turqueza de Apolo destelllaban una rabia desorbitada, jamás en su vida ninguna mujer se había atrevido a hacerlo cornudo, mucho menos con su enemigo comercial, ambos se detestaban en demasía, Apolo fijó su mirada en su esposa, ella parecía muy feliz sonriendo al lado de Camilo pero está ofensa no se iba a quedar así, oh! claro que no!

—Dime Camilo cómo se encuentran nuestros padres? —preguntó Romina mientras llevaba una pajilla a su boca para beber su limonada

—Ellos están bien Romi, todavia siguen tristes por qué siguen con el dolor de tu muerte, pero una vez que le contemos que regresaste del más allá su tristeza se irá, ellos entonces volverán a ser los de antes! 

—Si, eso.... no creo prudente que les contemos así como así Camilo, quién va a creer una historia tan imposible como está? 

—Encontraremos la manera de explicarles , tu no te preocupes por nada mejor cuéntame cómo te a ido con Apolo, has logrado tener un acercamiento con él

—Todavía no Camilo, Apolo es un hueso muy duro de roer, me está complicando mucho las cosas, Romina dejó escapar un desalentador suspiro

—Tendría que estar ciego si no le gustas a ese imbécil! eres bellísima y una gran chica, cualquier hombre se sentiría afortunado de tenerye de esposa! Camilo alzaba un poco la voz resaltando la belleza de su hermana

—Si, si, de que me sirve todo lo que dices si no puedo hacer que de enamore de mí el único hombre que me interesa, parece que a sus ojos solo fuera un fantasma, que digo si efectivamente Apolo ama el  fantasma de la Romina pasada más que a nada en el mundo

—Por qué no dejas eso por la paz Romina? —Camilo tomó la mano de su hermana, —no necesitas contarme para darme cuenta que la estás pasando mal, estoy seguro que Apolo está siendo cruel contigo, no tienes por qué soportar sus malos tratos

—Está bien Camilo, solo necesito un poco más de tiempo, él se dará cuenta que nadie va a amarlo más que yo, te aseguro que no le quedará más que rendirse a mis encantos—, sonrió Romina 

—Está bien Romina como quieras, voy a respetar tu decisión, pero quiero que sepas que pase lo que pase siempre vas a contar conmigo, yo siempre voy a velar por ti! —Camilo abrazó a su hermana con todo el amor de hermano, no sabía cómo había sido posible que ella volviera de la muerte pero lo que si sabía es que su regreso había llenado de luz de nuevo su vida por qué el día que la perdió su corazón se había quedado vacío 

Cuando Apolo los vió no lo soportó más, ordenó a su chófer qué se fueran del lugar, no sabía cómo Camilo se había logrado liar con su esposa pero los dos se iban a arepentir

—Romina por cierto, Camilo sacó de la bolsa de su camisa una tarjeta plateada, toma! no quiero que pases necesidades, si el miserable de Apolo no cumple con las obligaciones como esposo tu podrás comprar tus propias cosas, el nip es tu mes y tú año de cumpleaños 

—Gracias Camilo!— Romina guardo el plateado objeto en su bolso

Los hermanos terminaron de comer y de charlar, Camilo debía volver al trabajo y Romina a la mansión Valentain, pero antes quiso pasar a un centro comercial de compras, necesitaba ropa interior, no le había pedido a dinero a Apolo por qué le daba pena  así que Camilo como siempre fue su salvación 

En la mansión Valentain, Daniel y el viejo amo habían salido a una cena de negocios, Apolo mando a descansar temprano a la servidumbre y ordenó que le subieran una botella de su mejor Whisky a su habitación, empezó a beber casi desde que llegó, la sangre le hervía, sentía que los cuernos le estaban saliendo y que literal le dolían, de sentía tan humillado y burlado, solo dios sabía lo que haría con la dulce Romina  cuándo llegara a casa

Romina bajó del taxi y caminó hacia la sala de estar, había una oscuridad diferente a la habitual en la mansión, por un momento le provocó escalofríos, subió con las vistosas bolsas a la recámara conyugal, entró distraída y puso las bolsas en la cama, estaba sacando las coquetas prendas sin notar siquiera que Apolo la estaba observando, el hombre tenía los dedos apretados en la cortó vaso del que bebía, sus ojos despedían fuego

—Qué tal estuvo tu salida de hoy? —se escuchó la fuerte e imponente voz de Apolo a espaldas de Romina

—Carajo! Qué piensas matarme de un infarto para deshacerte de mí? —dijo Romina tocándose el pecho

—Así tendrás la conciencia querida esposa, pero cuéntame estuvo rica tu comida? o estuvo más rica la compañía?

Romina sintió que se ble perdían los colores de su rostro, él lo sabía, Apolo sabía que estuvo comiendo con Camilo en el restauran mil amores al mediodía, no podía negarselo así qué decidió responderle con la verdad, la comida estuvo deliciosa, comí con mi buen amigo Camilo Mayorqui, tiene algo de malo eso?  

—Tú dime? cómo se ve una mujer casada abrazándose con otro hombre que no es su marido? qué crees que piense la gente al ver cómo lo miras, como le sonríes y cómo lo alimentas de tu comida?

—No lo sé, nunca me e detenido a escuchar lo que dice la gente que anda de oceosa, tú si?

—Mmm... Apolo estaba por perder la poca paciencia que le quedaba, y qué creés que pienso yo? 

—Tú... tú sabes que te amo, no tendrías por qué pensar mal de Camilo y yo! —dijo Romina un poco nerviosa la mirada de Apolo la escudriñaba de arriba a abajo

—No soy de andarme por las ramas, con qué dinero compraste esas prendas de ropa interior?

—Yo...

—Contesta! Camilo te dio dinero para que fueras de compras no es cierto? a cambio de qué? a cambio de que te revolcarse con él? eres la jodida amante de Camilo Madrigal? —rugió Apolo, su gritó estremeció hasta los simientos

—! Splash !

Una sonora bofetada se plantó en el atractivo rostro del Celoso CEO, Apolo y las derrotas no se llevaban bien así que estaba que le picaban las manos por estrangular a su bella esposa

—No te atrevas a faltarme al respeto! ni manchar la reputación del CEO Madrigal! sí es verdad que  fuimos a comer, solo somos buenos amigos, siempre lo hemos sido y tú de no ser narcisista, egocéntrico y arrogante podrías llevarte bien con el!

—Cómo te atreves? a Apolo Valentain nadie le pone las manos encima! el Ceo se acercó peligrosamente a Romina apretándola a su cuerpo y devorando sus labios, ella no quería ceder pero su traicionero cuerpo no le obedecía, el si quería sentir las manos de Apolo tocarlo

—Sueltame Apolo! —gritaba Romina

—Por supuesto qué no! eres muy buena para presumir a tu amante por los restaurantes y que te compre ropa interior pero a mi quieres rechazarme!

—Camilo no es mi amante Apolo! el solo es mi amigo, sueltame ya! no quiero que sigas, para de una buena vez!

—Eso no se va a poder mujercita, eres mi esposa y hoy vas a cumplir con tus obligaciones!

Apolo quitó la blusa que Romina llevaba reventando los botones, bajó la corta falda dejándola solo en ropa interior, Romina trataba de cubrirse pero Apolo no se lo permitió, el hombre solo paró un momento para contemplar el hermoso cuerpo de su esposa, —te haré mía, está noche sabrás cómo es que te posea un verdadero hombre!

Romina sucumbió a las frías caricias arrebatadas de Apolo, había soñado muchas noches con ser su mujer, pero nunca imaginó que sería más bestia que humano al consumar su matrimonio 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo