Formando un acuerdo

—Oh ¿Lo ves? Necesitas la ayuda — respondió deseando enfadarla para que quitara esa expresión doliente.

—¡Oye! Nadie dijo que la necesito yo se me cuidar sola no requiero tu “amabilidad”, así que esa es mi respuesta — dijo Aurore con orgullo.

—¿Cuidarte tu sola? ¿Trabajando como mesera? — cuestiono Benedict haciéndola enfadar.

—Para tu información también trabajo en una biblioteca y voy a la universidad — se defendió la castaña.

—No me importa tu demás vida yo solo quiero una respuesta ¿te vas a casar conmigo sí o no? —

—…— Aurore no podía responder, al parecer, él había ignorado por completo su negativa.

—Aurore…lo necesitas — dijo mirando el abultado vientre de Aurore, al tiempo que la tomaba de la mano.

No sabía que hacer ¿sí o no? Su futuro… ¿se encontraba en un sí o un no? ¿Qué podía hacer? Era verdad necesitaba ayuda, después de todo, tener un bebe no es nada fácil…el parto, pañales, leche, biberones, ropa…y eso era solo el principio luego sería, doctores, guardería, más ropa… ¡pero qué demonios pensaba! Ella era fuerte, había logrado llegar hasta allí ella sola y ahora venia el Gray después de tanto, y ¿le pedía matrimonio? Qué mundo más loco y confuso para ella, ¿Qué rayos iba a hacer? Es decir, era una oportunidad única, su mundo entero se derrumbó en pedazos después de perder a su esposo, la casa en la que vivían, y solo recibir la espalda de sus familiares cuando pidió ayuda, pero…allí estaba ella con el Gray solo quedaba una palabrita para decir…y aunque no estaba convencida y se sentía denigrada, la diría.

—Si…está bien…acepto casarme contigo — así es…allí estaba ahora ella aceptando esa locura, pero…le convendría.

—Muy bien— la sonrisa que tenía en estos momentos el Gray, demostraba una vez más que él siempre lograba lo que se proponía.

—Pero antes de todo… ¿Qué clase de matrimonio será?, es decir, ¿Qué esperas de mí? —

—Ah eso…no creas que serán un matrimonio lleno de amor y todas esas cursilerías…no, solo será un matrimonio de nombre, un matrimonio por contrato, y por supuesto, asumiré las responsabilidades financieras de tu hijo — respondió con cierta frialdad Benedict mientras Aurore le miraba recelosa.

—Ósea que ¿solo fingiré ser la esposa enamorada y que vive solo para su marido? —

—Si algo así, no tendrás ninguna obligación, salvo fingir que somos la pareja perfecta —

—Puedo vivir con eso…y a todo esto ¿yo que gano? —

—Un techo…oye no me mires mal, lo que quiero decir es que tendrás el dinero suficiente para mantenerte, yo pagare todo los gastos de tu parto y de lo que requiera él bebe, si a determinado tiempo alguno de los dos decide que ya no más, pues nos divorciamos, yo te dejare con una buena cantidad para ti y una hermosa casa, sería como si nada hubiera pasado y claro, todo quedara por escrito y firmado, no solo será de palabra, me asegurare de cumplir con mi parte — dijo el hombre con seriedad.

—Muy bien… ¿puedo preguntar algo? — cuestiono Aurore.

—Sí —

—¿Por qué tu desesperación de encontrar esposa?, no te veo como el hombre que quiere formar una familia, siempre fuiste…vaya…tu — quiso saber Aurore.

—Estas en lo correcto, pero…no creo que te incumba — respondió Benedict.

—Oye si que me incumbe, seré tu “esposa” y al menos debo saber tu propósito en todo esto, para fingir a la altura — dijo Aurore.

Benedict la observo durante un momento, suponía que estaba en lo correcto, al menos debía saber sus motivos, para que estuvieran en el mismo canal.

—Muy bien veras…mi familia es dueña de la compañía “Lafront” y...—

—Un momento, Lafront, ¿la empresa de construcción más famosa de todo Ambleside? —

—Así es —

—Maldita sea — murmuro Aurore con la mirada hacia abajo.

—¿Qué dijiste? —

—Dije: m*****a sea… ¡m*****a sea Benedict! No puedo creer que tu familia sea la culpable de mis desgracias — respondió la castaña con dolor.

—¿Disculpa? Pero ¿Cómo podría? — cuestiono Benedict confuso.

— “Lafront” es la empresa donde trabajaba mi esposo Judah, él estaba encargado de una de las construcciones de tu compañía, cuando en un día de esos, al parecer los cimientos no resistieron y cayeron con mi esposo debajo, fue horrible enterarme de eso — las lágrimas se hicieron presentes en ese momento. — ¿Sabes? Solo llevábamos un año de casados yo lo conocí en la facultad, él ni si quiera se llegó a enterar de que iba a ser padre — dijo agarrando con ternura su vientre.

—Yo…lo siento…— Benedict se disculpó sintiéndose en parte responsable de aquello, aunque no lo fuese realmente. Enterarse de ello lo había impactado.

—No es algo que pueda soltar solo así, pero, supongo que no fue tu culpa, aunque, la empresa no me indemnizo por la perdida, culparon a mi esposo de aquel accidente, por ello me quede si nada — dijo limpiándose las lágrimas. — Tú no eres el actual dueño, ¿O sí? — cuestiono Aurore aun dolida.

—No lo soy, por el momento, mi familia es dueña de ese negocio, mi abuelo es el que en estos momentos está al frente de todo, pero muy pronto dejara el puesto, lamento lo que te hicieron, y como te imaginaras yo quiero ser quien ocupe su lugar, puedo asegurarte que vere que se haga justicia con tu caso — respondió Benedict tocando el hombro de la chica, quien de inmediato y con sutileza se lo retiró.

—Pero… ¿y Benjamín? Según recuerdo es tu hermano mayor ¿no? — cuestiono la castaña recordando al hermano mayo y quien, por ende, debería ser por default el heredero.

—Si pero el, al contrario mío, está obsesionado por una familia y esas tonterías, el dejo de lado todo, le ha dicho al abuelo que no quiere tener nada que ver con la empresa, así que me deja el camino libre, pero para eso, mi abuelo me ha puesto la condición de que si quiero ser el presidente necesito estar casado, no me preguntes porque, imagino que se debe a que es solo un viejo tradicionalista, y, como puedes imaginar, tengo el tiempo contado, contigo no solo obtengo una esposa, tambien un hijo, más que suficiente para convencer al viejo – respondió el pelinegro.

Aurore sintió duda, duda de que de inmediato se reflejo en su rostro.

—¿Qué? — cuestiono Benedict notando eso.

—Tu eres el típico hombre por el que muchas mueren, no puedo creer que a estas alturas no tengas novia — dijo Aurore divertida.

—La tenía — el rostro de Benedict se ensombreció. — Pero ella era como las otras…claro estaba enamorado de ella y si quería formar una familia a su lado, pero no me agrada que me busquen solo por mi dinero, y sé que suena contradictorio porque te estoy ofreciendo justamente eso para que te cases conmigo, pero al menos en esto sé que solo es un contrato… —

Aurore comprendió aquellas palabras, pero no dijo nada, después de todo, no habría nada para decirle, consideraba terrible que las personas se fijaran en el dinero, la belleza o demás, su esposo no había sido un millonario, ambos habían decidido formar su matrimonio y posteriormente su familia, ninguno tenia realmente nada salvo un saco de sueños que se hicieron añicos…y eso seguía doliendo.

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