Capítulo 1: Nuevos Amigos

Me encontraba en mi clase de biología, era la nueva estudiante, eso conlleva ser el centro de atención, que hablen de mí por todos lados en este pueblo añejo. Hace 5 años mis padres murieron en un accidente automovilístico en el que yo iba, me mudé a New York con mi nana, mi abuela. Me mudé a esta ciudad, hace no mucho con Nana, ella se llama Gloria. Ya que vivíamos aquí antes de que mis padres murieran. Gloria, ha estado para mí desde la muerte de mis padres y lograr entrar en esta escuela fue gracias a que conoce muy bien al director. Y si me preguntan si he oído algo de la clase, pues, no. No me entran las palabras, solamente estoy haciendo presencia. La clase terminó y canto victoria por salir sin tener que decir mi opinión de la clase de hoy. Cuando uno de los chicos del salón se acerca sentándose a mi lado...

-Hey, hola. Me llamo Daniel Carvajal. Nos encontramos en varias clases juntos. ¿Te gustaría ser mi compañera en el proyecto de biología? -dijo con una sonrisa en su rostro y tendiendo su mano. No me gustaba hacer amigos, pero me tocaba si no quería estar sola este último año de colegio.

-Mi nombre es Hestia Jeannette. Y bueno, claro. No tengo problemas para que nos juntemos.

-¿Jeannette? ¿Segundo nombre? Es lindo. Iré a por Jenna, es mi novia, te la presentaré y bueno, así son amigas.

-Ah, no, no. Soy Hestia Marie Jeannette, es mi apellido. Es extraño, lo sé. Ja, ja, ja no soy de amigos. Pero ya que insistes. -digo algo incómoda con la situación, sintiéndome extraña, puesto que hablar con extraños me hace sentir incómoda.

Cuando lo vi salir del salón, salí rápido huyendo y rogando porque no me encontrara por el hecho de que quería imponer amigos que no necesitaba. Sentía que todos los que estaban a mi alrededor morían, sentía como si fuese una maldición, llego amar y lo que recibo es la pérdida. Lo peor, es que desde que tengo memoria, puedo oír pensamientos, escuchar a metros de distancia y sentir sentimientos de otros, así como notar y sentir las emociones de otra persona si la toco e incluso estar cerca. Oír pensamientos es como si tuviese voces en mi cabeza, que solo hacen que me vuelva loca e incluso histérica, he aprendido a controlarlo con el tiempo.

Me retiro para ir a la cafetería por algo de comer, me iba a sentar en la mesa más alejada del patio, cuando se sentó un grupo de chicos. No me quedó de otra que moverme a la raíz de un gran árbol que se encontraba lejos de todo, cerca del muro que daba un fin al perímetro del colegio y que brindaba sombra agradable. Me senté, respiré profundo y saqué mi libro de lectura, casualmente es ángeles y demonios de Dan Brown, es gracioso, no creería en los ángeles ni demonios si no tuviese estas "habilidades", es porque creo que ahora que todo es posible en este mundo. Estuve un rato comiendo cuando un balón cae a mi lado y un chico simpático, de linda sonrisa, cuerpo esculpido y cara de niño consentido, grita...

-Hey ¿puedes pasarla?

La tomé en mi mano y la tiré con fuerzas. Él me miró sorprendido por el fuerte impacto. No podía esperar menos de alguien que ha estado en karate, boxeo, vóleibol, béisbol. A mi padre le gustaba que tuviera una variedad de juegos y entrenamientos para mantenerme en forma. Lo extraño, extraño mi vida de antes. Tan sumergida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Daniel estaba con Jenna sentados al frente de mí, mis ojos pudieron demostrar sorpresa, demasiada sorpresa al decir verdad...

-¡De verdad eres una chica solitaria!, ¿eh? -dice Daniel y Jenna golpea su abdomen

-¡¡Auch!! Es la verdad Jen...

-No seas tan malo con ella. -dijo ella sonriéndome.

-Daniel, Jenna. No tienen que ser buenos conmigo, solo emmm... Hablen si necesitan algo para el proyecto, ¿sí? -dije algo agradecida, por lo menos que me hablaran. Jenna es una chica que todo chico desea tener, linda, pelo pelirrojo, pecas, cuerpo bien distribuido, chiquita y delicada. Y Daniel, pues, el chico tierno, rústico, pertenece al equipo, un nerd combinado con algo de poca popularidad gracias a que está en el equipo.

Ellos no eran malos, lo sentía, querían ser mis amigos de verdad. Eran el tipo de personas amables, nerds-populares, lindos, cuerpos del deseo e incluso son de familias humildes con becas. Estos chicos valían la pena, pero esto no duraría mucho, tenía que alejarlos de mí cuanto antes, podrían salir lastimados. No pasó mucho cuando el chico al que le tiré el balón se acerca...

-Hey, Daniel. ¿Trío? -dijo rascando su nuca sin vergüenza.

-¡Debería darte vergüenza Trevor! Deja ya de aparecer donde no te llaman, ¿si? -dijo levantándose.

-Jenna, agárralo. No dejes que se mueva. -dije levantándome y poniéndome frente a Daniel.

Sí, sentía que Trevor era el típico buscapleitos, él... ¿Qué? Hay, no puede ser. ¿Él quiere golpear a Daniel por quitarle a Jenna? Pero, Jenna nunca lo quiso más que un amigo... Vaya, esta gente está loca, podía sentir y oír esos pensamientos...

Trevor: Lo mataré y Jenna será mía.

Daniel: Que no me pegue en el rostro. Jenna lo ama.

Jenna: Trevor siempre queriendo impresionar con fuerza.

Ja, ja, ja, Daniel qué tonto.

-Hey, Trevor ¿no? -dije acercándome a él.

-¿Uh? Dime...

-Eres muy guapo, ¿verdad? No te gustaría un golpe en ese rostro de ángel, ¿verdad? ¡He escuchado que dicen de mí, que soy un monstruo, ¿no te has puesto a pensar que sea todo cierto? ¡Ah! No olvidemos que también puedo ser capaz de matarte.

-¿He...? ¿Hestia? ¿No? ¿Eres la nueva? ¿La rara? -dijo, poniendo su cara nerviosa y echando pasos hacia atrás.

-Sí, solo pediré una cosita. Aléjate de mis amigos. -mientras lo empujaba suave hacia atrás.

-O-Ok! -se retira y va donde sus amigos y todos se circulan para hablar.

Me volví a sentar y tomé mi libro.

-¿Somos tus amigos? -dijo Daniel sentándose a mi lado y sonriéndome.

-Eso solamente fue para que los dejaran. Ya estás advertido, no suelo tener amigos. -dije volviendo a mi libro y mi emparedado.

-¿Hestia? Gracias. Eres una gran chica, Dan y yo únicamente no queremos que estés sola. Ya sabes. Eres nueva y los rumores se van a seguir esparciendo en este pequeño pueblo.

-Jenna, eres linda y todo. Pero de verdad no puedo... -ella me interrumpe.

-Déjanos ser tus únicos amigos. -ella toca mi mano y me lanzó una visión.

No sé si es futura o lejana, pero puedo verla, ella está llorando... Es... Por alguien. La veo tomando la cabeza de aquella chica tirada en el suelo, nada más repite su nombre "Ámbar" y llora pidiendo auxilio. Quito mi mano de un tirón y ella vuelve a un tema...

-Mi hermana Ámbar... -se me congeló la sangre al escucharlo, quedé en shock y dejo que termine.

-... Cumple el sábado, quería saber si quieres venir, será algo pequeño. Entre amigos.

La miro y puedo deducir que es el futuro. Jenna perderá a alguien que ama en el futuro. No sé si será ahora o pronto. Pero, no se puede salvar. Yo... Puedo sentir como la ama, con esa intensidad con la que yo una vez amé a alguien, aunque no recuerdo a quién.

Le sonrío para no ser tan tenebrosa, pero lo que realmente no puedo hacer es... Ser su amiga.

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