Capítulo 5

*

Mark no llego a dormir, supuse que estaría con la mujer con la que me engaña, pero para ser sincera, no lo quería ver más. Así que, al despertar por la mañana puedo ver que hace mucho frío, su lado de la cama estaba vacía, mientras que aún puedo sentir que mis ojos están hinchados de tanto llorar. Pero sé que tengo que levantarme, e ir a trabajar.

Me levante de la cama con mucho pesar, me dolía mucho la cabeza, pero aun así me arrastre hacía el baño para darme una ducha. Me desnude con mucha debilidad en mi cuerpo, mientras veo como mis brazos, tienen las marcas de los dedos de Mark. Supongo que me estrujo con tanta fuerza, que mi piel no pudo aguantar tanta presión.

Después me mire en el espejo, notando que la bofetada que me había dado, se había convertido en un moretón, que se conectaba con uno de mis ojos. Yo estaba sorprendida, ya que no podía ir al trabajo de esta forma. Pero al final solo me di por vencida, tomé mi ducha, mientras lloraba con tanta fuerza, que se podía escuchar mis lagrimas por toda la casa.

Pero a pesar de que estaba sufriendo demasiado, tenía que superarlo, tenía que ir a trabajar. Así que me puse un vestido negro, unas medías y unos tacones del mismo color. Después trate de maquillarme completamente, algo que no hacía con mucha frecuencia, ya que usaba muy poco maquillaje, ya que mi piel casi no tenía imperfecciones. Pero esta vez necesitaba toda la cobertura de mi base de maquillaje. Sabía que no podía ocultar tanto el golpe, mientras que mi cuerpo tampoco podría evitar, emanar una tristeza tan fuerte como la mía.

No desayune nada, porque no tenía hambre. Mark sabía muy bien que cuando estaba triste, no probaba bocado alguno, pero esta vez, él no estaba aquí para decirme que comiera algo antes de ir a trabajar. Muchas veces deje de comer, cuando las pruebas de embarazo me marcaban negativo, pero esta vez no es una prueba de embarazo, sino que es la prueba de mi matrimonio fallido.

Después me subí a mi auto y conduje hacía la empresa. Al llegar al lugar, estacioné mi auto en el lugar que tenía mi nombre, al lado de mi estaban los dos hermanos. Mathew y Mark. El auto de Mathew ya estaba estacionado, mientras que el de Mark aún no lo estaba. Era muy extraño que Mark llegara tarde, pero mi mente me mostraba imágenes, en donde mi esposo estaba teniendo relaciones con otra mujer.

Me baje del auto con enojo, pero antes de poder entrar hacía el ascensor, mi celular sonó con fuerza por el eco del estacionamiento. Yo de inmediato saco mi teléfono, era el número de uno de los accionistas, que Mark estaría viendo en su “viaje” en Italia.  Era el señor Roberto Lonce. ¿Pero por qué me estaba llamando?

–¿Hola? -Contesté extrañada.

–¿Quieres saber con quién estuvo tu esposo en Italia? -Es lo primero que escuchó, del hombre que incluso estuvo en nuestra boda. Yo solo suspiré con fuerza, no sabía si en verdad quería saber, con qué mujer se estaba acostando mi esposo, pero al final de pensar bastante, solo dije:

–Te escucho.

–La mujer que estuvo a su lado, es Lisa Milany. -El nombre de inmediato viene a mí.

–¡Es la mujer que nos vendió nuestra casa! -Dije sorprendida, mientras tapaba mi boca con mi mano. No podía creer que esa mujer, que nos vendió la casa con palabras llenas de mentiras, diciéndonos que tendríamos una hermosa familia en esa casa tan ostentosa y cara, fuera la persona que estuviera destruyendo mi matrimonio.

–¿La conoces? -Me pregunta.

–Sí. -Dije sin ánimo. –Roberto, gracias por tu ayuda, pero tengo que trabajar.

–Espera, Lisa. -Dice mi nombre, antes de que cuelgue. –Si te engaño una vez, te volverá a engañar. -Se mofa un poco. –Te lo dice un hombre que se ha casado más de trece veces.

–Está bien, me tengo que ir. -Colgué de inmediato el teléfono, para caminar hacía las oficinas.

Estaba muy enojada, parecía que tenía una flama saliendo de mi trasero. Incluso todos se dieron cuenta de mi humor, ya que tenía a bastantes amigos trabajando en esta empresa. Todos sabían que siempre los saludaba, cuando llegaba a la oficina con mi café y mi esposo.  Pero esta vez, estaba enojada, sin café y sin esposo.

No salude a nadie, para poder encerrarme en mi oficina, no quería saber de nadie. Y al encerrarme en está, lance mi bolso hacía mi escritorio de vidrío, tirando algunas figuras que había comprado en diferentes países, como recuerdo de mis viajes. Tirándome en el suelo, mientras podía recordar cuanta veces, estuvo esa mujer de confianza, en la familia de los Morgan.

Lisa Milany era una mujer rubia y hermosa, era de descendencia italiana, pero vivía en Londres desde muy pequeña. Ella era una de las mujeres más influyentes del país, ya que era la mejor vendedora de bienes raíces que había en la ciudad. Sabía muy bien que tenía una amistad muy estrecha, con la familia Morgan. Nora fue la persona que me dijo, que comprara mi casa con ella, así que sabía que le caía bien a la madre de Mark.

Pero a pesar de que quería matar a esa mujer, no me di cuenta que mi puerta estaba sonando con fuerza. Así que me levante de inmediato, para poder ver quién era, solo asomando uno de mis ojos. De inmediato puedo ver a Mathew , mirándome realmente extrañado con sus ojos grises claros, mientras frunce sus cejas pobladas. Supongo que se estaba preguntando, por qué solo mostraba uno de mis ojos. Él de inmediato nota que estaba actuando extraño, así que empuja la puerta, para poder abrirla por completo. Y al entrar a mi oficina, se da cuenta de todo el desastre que he hecho.

–¿Qué demonios paso aquí? -Pregunta mientras mira el suelo, para después mirarme a mí. –¿Qué demonios te paso a ti? -Yo de inmediato quise apartar mi mirada de él, pero sabía que Mathew no lo dejaría así. Me tomo de los brazos con fuerza, para tomar mi cara entre sus manos. –¿Quién demonios te golpeo? -Pregunta una vez más, maldiciendo con fuerza.

Yo solo me moví, para que dejara de mirar mi cara golpeada. Después solo miré el suelo con vergüenza, no sabía que responderle.

–¡Ese maldito bastardo! -Él de inmediato supo que fue Mark, la persona que me había hecho esto. –¿Dónde está? -Pregunta enojado, mientras sus puños se tornan fuertes como una roca. –Le pondré una golpiza, que le durara toda su vida. -Pero no podía dejar que lo hiciera. Eran hermanos, no se podían pelear por mí de esa manera.

–Mathew , déjalo así.

–¿Cómo quieres que deje pasar esto? -Me grita con fuerza. –¡Eres su esposa! No eres un saco de box. -Él se tranquiliza un poco, para después poner su puño venoso sobre la pared. –¿Cómo pudo ese hijo de puta, golpearte de esa forma? Eres su mujer.

–No digas eso. -Dije entre lágrimas. –Son hijos de la misma madre.

–En realidad me importa un bledo, si somos de la misma madre. -Dice enfurecido. –No somos iguales, a pesar de haber nacido de la misma madre. -Responde mientras mira la pared de vidrio de mi oficina, que daba una vista a toda la ciudad. –No sé porque nunca lo notaste.

–¿Notar qué? -Le pregunté sin entender, porque tanto misterio.

–Mark …-Él hombre voltea a verme, su mirada gris es tan profunda, pero a pesar de que él joven guapo estaba listo, para decirme sus razones, por las que cree que Mark es mala persona. Él cambio de semblante, al juntar mis ojos con los suyos. En realidad, no sé de qué forma me vio, que decidió callar, para después mirar el suelo. –No debiste haber venido si te encontrabas así.

–No podía quedarme en casa, solo mirando como mi matrimonio se cae a pedazos.

–Está bien. -Dijo sin más, acercándose a mí.

Él me mira con desesperación, yo no entendía que estaba pasando por su mente, pero podía decir que nunca antes me había dado cuenta, que tenía un carácter muy protector. –Vámonos. -Tomo de mi brazo y me jalo hacía la salida.

–¿A dónde? -Le pregunté confundida, mientras había dejado mi bolso en mi oficina.

–A un lugar. -Es lo único que me responde, mientras caminamos por todo el edificio, hasta poder llegar al estacionamiento.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo