Juego de Millonarios.
Juego de Millonarios.
Por: Lily Arzola
Capítulo 1.

Capítulo 1.

“Una de las más grandes empresas de marketing en el país de Inglaterra, es heredada a Mathew y Mark Morgan, hijos del famoso y exitoso inversionistas, Thomas Morgan. ¿Los hermanos podrán con el legado de su padre?”

Se estaba escuchando en las noticias, el nombramiento de los dos herederos de la empresa “The House of Morgan “, mientras Mark tomaba una ducha, después de trabajar arduamente en la empresa, que su padre le dejo a él y a su hermano, Mathew. Por mi parte, yo era la jefa de contaduría del lugar, eso significaba que me hacía cargo de todo lo que tiene que ver con las finanzas de la empresa.

Este mundo no ha sido fácil, a pesar de haberme casado con uno de los hombres más cazaderos de Inglaterra, nunca ha sido fácil para mí. Pero supongo que fue amor. Conocí a Mark en un viaje a Holanda, ya que él acudía a la misma universidad que yo, pero él estaba en otra carrera, así que no lo conocía. Nuestros mundos jamás chocarón puesto que yo solo era una becada y el era un de los jovenes más ricos de esa escuela. Pero al final el destino nos puso juntos. 

Recuerdo que la noche en que nos conocimos, fue en una caverna de mala muerte en Holanda, en donde todos decidimos beber ginebra, mientras que, en el lugar, nos acompañaban viejos lugareños que les gustaba las chicas inglesas. Aún puedo recordar, como uno de esos viejos hombres, intento tocarme el trasero, lo cual no logro, ya que la mano larga y musculosa de Mark, ya estaba puesta sobre la del hombre.

Yo no podía creer, que alguien me había salvado el pellejo de esa forma. Al mirar los ojos de mi protector, pude ver a un hombre de gran estatura, cabellera castaña, ojos verdes, rasgos muy finos y una presencia que era difícil de ignorar. Yo de inmediato me sentí un poco apenada, de estar enfrente de un hombre tan buen mozo como él, pero supongo que eso no impidió que tuviéramos sexo esa noche.

De pronto el reloj no dejo de avanzar, cuando regresamos a Inglaterra, volvimos como novios. Incluso pude conocer al magnate de negocios, el señor Thomas Morgan vivo. Al principio pensé que nuestra relación no duraría, ya que su familia era realmente elegantes y opulenta, mientras que mis padres son unos granjeros sin educación, que viven Shaftesbury. Por mucho tiempo me sentí realmente avergonzada de mis raíces, pero a Mark nunca le desagrado mi familia.

La madre de Mark era muy dura conmigo. Nora es una mujer rubia de ojos verdes, que viste ropa cara. Ella no estaba de acuerdo con que Mark saliera conmigo, pero siempre tuve el apoyo de la hermana menor de Mark. La joven y hermosa heredera llamada Louisa. Mientras que su hermano Mathew , que era un año mayor que Mark, estaba en un lugar neutral. Mathew se parecía mucho a Mark físicamente, incluso hubo muchas veces en donde los confundía, ya que los dos tenían esas caras, casi hechas por los mimos dioses, mientras que siempre caminaban, como si la calle fuera su pasarela.  Pero a pesar de ser muy parecidos, no tenían nada en común.

Mark era un joven más callado y reservado, que le gustaba la literatura inglesa, al igual que a mí. En cambio a Mathew le gustaba los deportes como el fútbol, rugby, tenis, cricket, golf, pero su deporte preferido era la equitación. A el hombre le apasionaba sentir la energía del caballo corriendo en las competencias. Él era tan atlético, que había ganado bastantes trofeos que se mostraban alrededor de la mansión Morgan. Pero a pesar de que era bueno en muchos deportes, su comportamiento como “play boy”, era difícil de ignorar. Siempre salía con diferentes mujeres, saliendo en los titulares de las revistas de chismes. Pero a pesar de ser un hombre, que parecía no comprometerse con nada, ni con nadie, estaba decidido tomar el rol de su padre, como dueño de la empresa “The House of Morgan”.

Recuerdo siempre verlo metido en el estudio de su padre, estudiando arduamente para ocupar su lugar. En esos momentos, era donde podía ver al verdadero Mathew . Tranquilo, sereno y apasionado, pero podemos decir que cuando salía de ese estudio, volvía a ser el mismo hombre, que le gustaban mucho las mujeres. Pero a pesar de que era muy diferente a mí, siempre lograba tener algun interes en saber que pasaba por la mente de ese hombre tan guapo y rebelde. 

Cuando Mark y yo nos casamos, se podía decir que sentía que estaba completa, que ya no me faltaba nada en la vida por hacer. Estaba segura que lo amaba, había puesto toda mi confianza en él. Y aún que la boda fue ostentosa y mediática, al final tuvimos un buen resultado. El único problema esa noche, fue que mis padres tuvieron un altercado con la madre de Mark. El problema fue algo sencillo, pero al mismo tiempo fue algo que me dolió demasiado. La madre de Mark, Nora, le reclamo a mi madre, por su forma de vestir en la noche de mi boda. Mi madre llevaba un vestido de marca, color morado, mientras que toda la gente, estaban usando vestidos colores cremas, no muy llamativos. Pero el problema era más grande, ya que Nora le mando a todos los invitados, la etiqueta de vestimenta que se tendría que seguir a pie durante la fiesta, pero nunca le llego el recado a mi madre. Nora le había tendido una trampa.

Mi madre se sintió tan mal, que dejo la fiesta al lado de mi padre. Yo quería correr hacía ellos, ya que ese día era mi día especial, pero tanto Nora, como Mark, no me dejaron ir tras de ellos. ¡Que estupida fuí! Debí de haberlos seguido, ya que nunca pense el futuro que me esperaba al lado de Mark.

—Ellos estarán bien. -Me dijo Nora tomándome del brazo. -Lisa, quédate.

En ese momento no pude hacer nada, la mirada de todos los Morgan estaba en mí, menos la de Mathew , que, por primera vez, me miraba con una expresión diferente. En ese momento sentí que el único, que estaba de acuerdo, para que fuera detrás de mis padres, era Mathew . Pero al final, no lo hice. ¡Como me arrepiento de no haberlo hecho!

Mis padres por otra parte, no se tomaron muy enserio el tema. Me decían que no había nada de qué preocuparme, diciéndome que ellos estarían bien. Obviamente tomarían mucha distancia con la familia Morgan, prometiendo que nunca acudirían a reuniones, en donde los pudieran humillar. Era triste saber que mis padres, los Jonhson, jamás me verían en eventos importantes; como en mi cumpleaños, navidad y días especiales.

Pero ahora, vamos a hablar del presente.

Ya tenía un año de casada con Mark, el matrimonio era bastante bueno, mientras que teníamos muchas ganas de tener un hijo. Lamentablemente no podíamos, así que siempre tratábamos de acudir a doctores especializados, para ver si teníamos algún problema. Pero a pesar de que visitamos a los mejores doctores, los dos estábamos completamente saludables y listos para tener hijos.

Pero eso no nos desanimó para nada, nuestra vida ahora era la empresa. Yo siempre estaba feliz de poder llevar las finanzas de “The House of Morgan”, mientras que Mathew se convirtió en el presidente de la empresa, y Mark el vicepresidente. Éramos la cadena de marketing más grande de toda Inglaterra. Teníamos un éxito envidiable, mientras que nuestras vidas también eran de ensueño, hasta que descubrí la mentira. Supongo que las mentiras, siempre salen a flote en el momento menos esperado.

Mark tomo un viaje de negocios a Italia, sus razones eran porque tenía que ir con unos inversionistas, que querían invertir en la empresa. Yo realmente no tenía mucho problema con ello, ya que confiaba en que mi esposo, siempre tomaba buenas decisiones. Y aun que sabía que lo extrañaría, mi trabajo llenaba el hueco que él dejaba.

El día en que regreso, era un día muy atareado para la empresa. Mathew y yo tuvimos que encargarnos de una junta directiva, la cual indicaba que había algunos fondos de la empresa, que habían sido autorizados por una persona de alto mando. En realidad, no sabía de donde provenían esa falta de dinero, pero a pesar de que era una cifra alta, no afectaba mucho a la empresa.  La junta siguió con normalidad, había muchas propuestas para hacer nuevas campañas de trabajo. Así que la junta termino, con nuevas campañas de marketing en la música.

Saliendo de la junta, Mathew se acerca a mí, para poder hablar conmigo.

­­­–Necesitamos ir a desayunar juntos. – Yo solo asentí con mi cabeza, ya que teníamos que hablar seriamente de lo que había pasado con ese dinero faltante.

Así que los dos fuimos a un restaurante muy elegante en el centro de Londres. En donde pudimos tomar un poco de té con algunos acompañamientos.

–Sigo sin entender, que es lo que paso con ese dinero. –Me dice el joven Mathew , mientras toma té con una pierna cruzada, usando un traje entallado color negro. Sus ojos grises se veían realmente claros en ese momento, ya que el sol nos alumbraba.

–Yo tampoco sé que paso. -Le confesé mientras le daba otro sorbo a mi té de flores. –Necesito investigar un poco más.

–Está bien. -Dijo el siempre frío Mathew . –¿Hoy regresa tu esposo? –Me pregunta mientras alza una de sus cejas.

–Sí, tu hermano. -Me mofé un poco, ya que Mathew siempre lograba mantener una línea con Mark. –De hecho, llegara en unos momentos. –Le respondí viendo mi reloj, para después terminar de tomarme el té.

–Aún sigo preguntándome. ¿Qué le viste a Mark? –El joven de cabellera castaña, mira hacía un lugar indefinido, teniendo en mente la pregunta que me ha hecho. –Es un hombre sin chiste, tonto y hasta insoportable. –Yo solo lo miró, realmente divertida por su forma de hablar. 

–Realmente no creo que sea aburrido, debo decirlo. –Trate de pensar en las mejores cosas, que me habían pasado al lado de Mark, pero a pesar de que buscaba, encontraba muy pocas cosas. Solo teníamos en común el gusto por la literatura inglesa. –Es un buen esposo. -Termine diciendo mientras que Mathew me mira de una forma extraña, mientras menea su pie una y otra vez.

–Tú sabes que lo que acabas de decir, es una estupidez, ¿verdad? -Mathew era bastante directo, así que solo me quede callada mientras él negaba con la cabeza. –Los maridos tienen que cumplir como maridos.

–¿Qué puedes saber tú? Eres el ramero de la ciudad. –Él de inmediato se mofa al oír mi comentario.

–Quizás lo sea, pero nunca he dejado a una sola mujer, decepcionada. –Yo solo sonreí mientras limpiaba mis dientes con mi lengua. –Para ser sincero siempre complazco las necesidades de las mujeres. Mi piel se eriza al escucharle hablar de esa forma, mi calor corporal de inmediato se incrementó, mientras Mathew muerde uno de sus labios con sensualidad. -Y debo decir que no luces muy complacida, querida Lisa. -Se mofa con elegancía.

–¿Pero de que te sirve tener esa fama, de buen acompáñate sexual? Tienes que encontrar a una mujer, así solo tendrás que satisfacer a una, no a todas las chicas que hay en Londres. -Él hombre mira cada palabra que digo, para después responder con sencillez.

–La mujer indicada ya ha pasado a manos de otra persona. –Yo me sorprendí de lo que decía, no sabía que Mathew estaba enamorado. –Es una lástima, pero creo que seguiré siendo un ramero, o como me llamaste. -Mathew me mira con seriedad, sabía que sus ojos me trataban de decir algo, pero ¿que era lo que estaba pasando por su mente? 

Mathew tenía un sentido del humor bastante bueno, así que lo único que pude hacer fue sonreírle. No quería preguntarle qué mujer, ya que tenía a varias personas en mente. Intenté recordar cada mujer con la que él había salido, pero nadie parecía lo suficiente buena para estar en el corazón de este hombre increíble. Pero a pesar de que quería saber quién era esa afortunada mujer en la vida de mi cuñado, sabía que tenía algunos problemas en casa, al no poder saber que era lo que más me gustaba de mi esposo. Era como si el cuestionamiento que me había hecho Mathew, me hubiera hecho dudar de mi matrimonio. En ese mismo instante, tuve la primera duda sobre mi matrimonio con Marck. ¿En realidad eramos una pareja aburrida, como lo describía Mathew?

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